El programa que fue resistido por estudiantes de cursos superiores, sin embargo logró que muchos dejen el tabaco.
Por Carolina Vanni
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Si bien existe un decreto presidencial que prohíbe fumar en las instituciones públicas, no siempre esta normativa se cumple, más aún en las universidades donde los jóvenes atrapados por el vicio, incluso llevan el cigarrillo hasta cerca de las aulas.
Sin embargo, la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) es una de las pocas altas casas de estudio que tienen el certificado Libre de Humo, obtenido en el 2014. Además de regir la prohibición de fumar, tampoco se permite el consumo y venta de bebidas alcohólicas, así como tampoco los juegos con naipes.
En principio, las resoluciones fueron bastante criticadas por los estudiantes, pero más adelante se fueron acomodando, e inclusive muchos funcionarios y alumnos dejaron el tabaco, a instancias de la implementación del programa desde el 2013.
Al respecto, la profesora Nilza Sosa, directora del Programa de Bienestar Estudiantil, explicó que la iniciativa surgió durante un encuentro con representantes del Ministerio de Salud, ya que desde la dirección a su cargo realizan charlas educativas sobre diabetes y otras enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas el tabaco.
Tras el primer encuentro se trabajó con la carrera de Marketing, que desde el 2010 ya venía teniendo un estudio sobre el consumo del tabaco y sus consecuencias sobre la salud, tanto del que fuma, como del que absorbe el humo pasivamente.
Desde esta carrera universitaria se realizó una encuesta y se vio que a muchos alumnos efectivamente molestaba el humo y así se inició la campaña que terminó con el certificado de institución Libre de Humo del Tabaco.
Para lograr la certificación se hizo un calendario que incluyó la disminución paulatina del consumo del tabaco en la institución, colocando sitios exclusivos para fumar. Sin embargo, luego de siete meses estos lugares fueron también clausurados y definitivamente se prohibió la venta y consumo del tabaco dentro de la institución.
En lo que respecta al alcohol, la determinación hizo que las fiestas y actividades que se realicen dentro de la institución tenga la participación de todos, considerando que no hay peligro de desmanes a causa del consumo de bebidas.
Asimismo, la prohibición de la timba, es decir los juegos con cartas, procede ya del 2002, ocasión en que este juego derivó en problemas serios. “Cuando vemos que alguien está jugando, simplemente se le requisa el mazo de cartas”, explicó la profesora Sosa.
Fuente: lanación
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