José Anegi, de la comunidad Aché de Puerto Barra, participa de un curso en la Universidad George Mason, en Estados Unidos, junto a otros líderes indígenas. "Mi cultura se enriquece con la globalización", asegura.
De la aldea al mundo. José Anegi, en el aeropuerto Silvio Pettirossi, antes de embarcar rumbo a los Estados Unidos. |
Por Andrés Colmán Gutiérrez
andres@uhora.com.py
"No
estoy llevando arcos ni flechas, sino mi notebook con conexión a
internet, que para mí es la flecha moderna, y vale como las flechas que
usaba mi papá cuando vivía en el monte, sin contacto con el hombre
blanco", bromea José Anegi, con su pasaporte y su pase de abordar en la
mano, a minutos de tomar el vuelo de TAM que lo llevará hasta
Washington, Estados Unidos, con escala en São Paulo.
"Esto
es como un sueño para mí. Cuando en la facultad donde estoy estudiando
me hablaron de una beca para un curso de cinco semanas en una
Universidad de Estados Unidos, nunca pensé que me lo iban a dar, pero
igual me presenté y llené los formularios. Ahora estoy aquí, a punto de
subir al avión, para ir a estudiar, a aprender, a conocer otras culturas
y compartir con otros hermanos indígenas del mundo, pero sin dejar
nunca de ser un aché", dice José, con una amplia sonrisa.
SELECCIÓN. José Anegi fue seleccionado con otros cinco jóvenes
líderes indígenas paraguayos para participar de un curso sobre política,
historia y culturas, que imparte la Universidad George Mason, en
Virginia, con un programa de becas otorgado por el Departamento de
Estado de los Estados Unidos de América, a través de su Embajada en
Asunción.
El joven aché viaja junto con Fidel Portillo, ava guaraní de
Fortuna, Alto Paraná; Emilce Aquino, pái tavyterá de Piky Kua, Amambay;
Gumercindo López, nivaclé de Yalve Sanga, Chaco, y Grace Ruiz Díaz,
quien trabaja con guaraníes y nivaclés en Filadelfia, Chaco.
Premiado
como uno de los protagonistas destacados del año 2010 por los
periodistas del diario Última Hora, José Anegi es un joven líder
querido y respetado en la comunidad indígena Aché, de Puerto Barra
Tapyi, Alto Paraná, a 130 kilómetros al sur de Ciudad del Este, donde
unas 36 familias son dueñas de 853 hectáreas de tierra, de las cuales
300 son destinadas a la producción mecanizada de soja y maíz de renta,
además de rubros de autoconsumo.
SOJEROS. La experiencia productiva de los aché de Puerto Barra es
motivo de admiración, y a la vez de críticas y polémicas.
Tras
haber sido perseguidos y capturados como salvajes por los obrajeros de
Alto Paraná, en los años 60 y 70, lograron formar una comunidad nueva a
orillas del río Ñacunday, convirtiéndose en los primeros "indígenas
sojeros", capaces de adaptarse a un esquema de agricultura empresarial,
pero sin resignar los elementos de su cultura ancestral.
José Anegi cursa el primer año de administración empresarial en la
Universidad Privada del Este (UPE), en Santa Rita, hasta donde viaja
diariamente, recorriendo los casi 40 kilómetros de distancia desde
Puerto Barra, junto a otros jóvenes de la parcialidad Aché que también
cursan carreras universitarias.
"Nuestros líderes mayores de Puerto Barra están haciendo un gran
sacrificio para que los más jóvenes podamos estudiar en la universidad.
Hasta ahora, para muchos sigue pareciendo raro que haya un indígena
universitario, y más aún que haya un indígena empresario sojero, pero yo
siempre digo que solo necesitamos oportunidad para mostrar lo que
podemos lograr, sin perder nuestra identidad. Para mí, la globalización
no amenaza mi identidad como indígena, al contrario, la enriquece",
sostiene Anegi.
ENCUENTRO.
Durante las cinco semanas que permanecerá en Estados Unidos, José y
los demás jóvenes líderes indígenas paraguayos compartirán con sus
hermanos de pueblos originarios de Estados Unidos, además de otro países
latinoamericanos, como Chile, Perú y Bolivia.
"Sé que va a ser una experiencia muy enriquecedora, y que seguramente
me aportará nuevos conocimientos, que luego podré utilizar para trabajar
con más capacidad por ayudar a que mis hermanos aché salgan adelante",
plantea Anegi.
CAPACITACIÓN.
El viaje de los cinco jóvenes indígenas paraguayos forma parte de un
programa oficial del Gobierno de Estados Unidos, que busca potenciar a
nuevos líderes de pueblos originarios para asumir los desafíos de la
sociedad actual, destaca Ricardo Espinoza, funcionario de la Embajada
norteamericana en Paraguay.
"Realizamos una selección entre muchos postulantes, a través de
contactos con organizaciones no gubernamentales e indigenistas, y han
resultado elegidos quienes sobresalen por su labor y su esfuerzo de
superación, en sus respectivas comunidades", señala Espinoza.
Vestido con elegantes ropas de viajero, diferente a la imagen que
acostumbra mostrar en las celebraciones rituales o las jornadas
agrícolas, José Anegi se despide de sus amigos con un cálido abrazo.
"Vamos a ver cómo se desempeña un aché en los Estados Unidos. Ya
tendrán noticias", advierte, al transponer la puerta de embarque.
"ME DUELE VER CÓMO LOS ECHAN DE LA PLAZA"
Poco
antes de viajar, José Anegi vivió de cerca el violento desalojo de
indígenas Mbyá Guaraní de la Plaza Uruguaya, en Asunción.
"Me
duele mucho lo que pasó con estos hermanos. Es triste ver que lleguen a
esta situación, de mendigar en las plazas y junto a los semáforos, y
ser echados con tanta violencia. Por eso quiero ir a conocer cómo viven
otros pueblos originarios en Estados Unidos y en otras partes del
continente.
Nosotros, al menos en Puerto Barra, hemos logrado formar una
comunidad en donde podemos crecer y desarrollarnos. Por suerte no hay
indígenas Aché perdidos por las calles, mendigando. Queremos que otros
pueblos originarios también encuentren su forma de crecer, de
desarrollarse", dice el joven líder.
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