Paraguay: un milagro americano! Headline Animator

viernes, 13 de febrero de 2015

Sorpresas de la copa Davis




 

Brasil a Austria, en San Pablo - 1996

En el Trans-América Hotel de San Pablo, sobre cancha de cemento al aire libre, la rueda de clasificación para el Grupo Mundial del '97, entre Brasil y Austria, no llegó a completarse. El viernes, Thomas Muster (3º del mundo) doblegó a Fernando Meligeni en tres sets y Gustavo Kuerten (102º), a Markus Hipfl en cinco. El problema se suscitó en el doble entre Kuerten-Jaime Oncins y Muster-Udo Plamberger. Se jugaba el tercer game del quinto set cuando, después de un revés de Muster que Kuerten dejó pasar porque la pelota parecía superar los límites, se inició una discusión entre el austríaco y el umpire. Cuando se disponían a recomenzar, un espectador brasileño insultó a Muster y allí, el por entonces “rey del polvo de ladrillo”, llamó al ábitro general y señaló a su agresor en la tribuna. El capitán visitante, Ronald Leitgeb, se sumó a la protesta mientras Muster discutía cada vez con más presión. Regresó para recibir el saque de Oncins, pero el descontrolado fan no permitió que se reiniciara el juego. Las autoridades no reaccionaron a tiempo y Muster decidió retirarse de la cancha, recibiendo un “default” cuando el partido estaba 7-6 (2), 4-6, 6-3, 3-6 y 2-0 a favor de los locales. Al día siguiente, los dirigentes austríacos anunciaron que no se presentarían en los puntos restantes y perdieron la serie por 4-1.

Ecuador a Gran Bretaña, en Wimbledon - 2000

Esos tres días de julio de 2000 quedaron guardados para siempre en el recuerdo de los ecuatorianos. Nada hacía suponer que el viaje a Londres desembocaría en una sorpresa mayúscula. El escenario, nada menos que el court central de Wimbledon. La superficie, obviamente césped. Los oponentes, Tim Henman y Greg Rusedski. Ecuador presentó a Nicolás y Giovanni Lapentti y a Luis Morejón para procurar la proeza. Y todo comenzó muy bien para el grupo visitante, pues Nicolás, el mayor de los hermanos Lapentti, interceptó con acierto el gran saque del zurdo Rusedski y le ganó por 6-3, 6-7 (3), 7-5, 4-6 y 7-5. Pasado el sacudón, Henman (top-ten en singles), ofreció una lección ofensiva contra Morejón, cediendo apenas siete juegos. El sábado se les enrareció el cielo a la gente del All England, pues los hermanos Lapentti consiguieron el 2-1 superando en tres sets seguidos a Henman y el doblista Arvind Parmar (6-3, 7-5 y 6-3). La esperanza británica se centró en la potencial igualdad que podía conseguir Henman y así sucedió: venció a Nico por 6-1, 6-4 y 6-4. Pero por el daño hecho entre el viernes y el sábado y una lesión de Rusedski, que no se presentó en el quinto punto, nació la gran chance de Giovanni para intentar la hazaña. Parmar, ubicado en ese momento 147º del ranking de ATP, reemplazó a su compañero. Numéricamente hablando tenía ventaja sobre el ecuatoriano (968º), pero el corazón y el envión positivo que habían construido los visitantes, hicieron florecer el milagro deportivo, ganando por 4-6, 3-6, 6-1, 6-3 y 6-3.

Francia a Australia, en Melbourne - Final 2001

La fiesta estaba lista en Melbourne Park, Australia, en diciembre de 2001, cuando los locales esperaban a los franceses en rápidas canchas de césped para definir la final mundial. En la formación “aussie”, el Nº 1 del mundo, Lleyton Hewitt, y el Nº 5, Patrick Rafter. Garantía de triunfo. Pero la Copa Davis volvió a causar estragos. Nicolas Escude (27º) noqueó de entrada a Hewitt con un 4-6, 6-3, 3-6, 6-3 y 6-4, iniciando su acelerado curso de héroe. Después, Rafter igualó superando a Sebastien Grosjean en sets seguidos, tranquilizando las aguas. Pero el sábado, otra vez se hizo presente el poder galo, cuando Cedric Pioline y Fabrice Santoro anularon a Hewitt y Rafter por 2-6, 6-3, 7-6 (5) y 6-1. Con su orgullo salpicado, Hewitt fue devastador en el cuarto punto, aniquilando a Grosjean por 6-3, 6-2 y 6-3, dejándole el camino allanado a Rafter, que por ranking y antecedentes “debía” imponerse a Escude. En ese instante crucial, los duendes de la Davis determinaron que Rafter quedara al margen por lesión y fue Wayne Arthurs, más doblista que singlista, el que buscara la gloria local. No pudo ser, pues Escude jugó el partido más importante de su vida, permitiendo que su país se llevara la copa a casa: lo derrotó por 7-6 (3), 6-7 (5), 6-3 y 6-3.

Argentina a Australia, en Sydney - 2005

Por los cuartos de final del Grupo Mundial, entre el 15 y el 17 de julio de 2005, Argentina concretó uno de sus grandes impactos en el exterior: en el césped del Sydney International Tennis Centre, se llevó una victoria de 4-1. Lleyton Hewitt había “calentado” la serie con algunas declaraciones desafiantes, potenciadas por la prensa local. Lo cierto es que, tras la victoria del Nº 1 australiano contra Guillermo Coria, en cuatro sets, todo lo demás fue para los argentinos. David Nalbandian aprovechó su facilidad para moverse en la gramilla derrotando a Wayne Arthurs por 6-3, 7-6 (8), 5-7 y 6-2, igualando el score. El sábado, Mariano Puerta y Nalbandian fueron intratables y apabullaron a Arthurs y Hewitt por 7-6 (6), 6-4 y 6-3. Con el 2-1 favorable, el de Unquillo no dejó pasar el tren: compuso una de sus mejores actuaciones históricas y no le dio respiro a Hewitt, sellando el 3-1 por 6-2, 6-4 y 6-4, una verdadera sorpresa por las condiciones físicas del match.

España a Argentina, en Mar del Plata - Final 2008

Era el año de la gran oportunidad, como locales, de ganar la Copa Davis. No hay duda alguna de que el escenario se había convertido en ideal: España, el otro finalista, no presentó al mejor del mundo, Rafael Nadal, lesionado, y el entorno estaba a cargo de los argentinos. Fue en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata, sobre una cancha de acrílico indoor, ajustada a la velocidad pedida por los jugadores nacionales. Con David Nalbandian y Juan Martín Del Potro al frente y una multitud alentando desde las gradas, los números cerraban por todos lados. Pero un clima interno controvertido, plagado de situaciones poco comunes, fue degradando las posibilidades. Los ibéricos presentaron a David Ferrer, Feliciano López y Fernando Verdasco, bajo la conducción de Emilio Sánchez Vicario. Atrás el primer punto, donde Nalbandian estuvo perfecto contra Ferrer (6-3, 6-2 y 6-3); Del Potro, que venía del Masters de Shanghai con problemas físicos, peleó hasta que López y su resistencia lo dejaron: cayó por 4-6, 7-6 (2), 7-6 (4) y 6-3. En el doble se vislumbró que el curso de la final se inclinaba para la Madre Patria, pues Verdasco y López vencieron a Nalbandian y Agustín Calleri por 5-7, 7-5, 7-6 (5) y 6-3. Eso, más la certeza de que Del Potro no podría ingresar al cuarto parcial por lesión, desvaneció las grandes esperanzas nacionales. Lo reemplazó José Acasuso, quien estiró la chance hasta el quinto set, donde sus piernas ya no respondieron. Verdasco le ganó por 6-3, 6-7 (3), 4-6, 6-3 y 6-1 y España obtuvo su tercera Copa Davis de manera humilde y admirable.

La “trilogía” de Paraguay

A Checoslovaquia, en Asunción - 1983
A Francia, en Asunción - 1985
A EEUU, en Asunción - 1987

Fueron cinco años de esplendor para el tenis paraguayo, con su gran estrella, Víctor Pecci, haciendo estragos acompañado por el portorriqueño Francisco González, que se nacionalizó para apoyar a su amigo. El primer impacto fue en 1983, cuando derrotaron en Asunción, sobre una cancha de parquet súper rápida y techada, a la Checoslovaquia de Ivan Lendl y Tomas Smid. Pecci inició el camino superando a Smid en cinco sets, mientras su compañero hacía un buen partido contra Lendl. El sábado, ambos dieron cuenta de la fuerte pareja checa (Lendl/Smid) en tres sets, por 6-4, 6-4 y 6-4. Con el 2-1 y las condiciones favorables (habían entrenado varias semanas en esa inédita superficie), González apuntó al más débil de los visitantes: venció a Smid por 6-3, 12-10, 3-6 y 6-3, cerrando el pase a la segunda ronda del Grupo Mundial. La segunda alegría les llegó en 1985, en el mismo lugar y la misma cancha de “hielo”: Francia, con Yannick Noah y Henri Leconte, sufrió las consecuencias de la velocidad. Pecci doblegó al moreno en un partido tremendo (6-8, 15-13, 1-6, 8-6 y 10-8) y González aportó el segundo punto derrotando a Leconte (4-6, 6-3, 3-6, 6-3 y 6-4). La idea era culminar con el doble, pero Noah y Leconte, aún estando entre las cuerdas, remontaron dos sets a uno abajo para ganar por 6-3 el quinto. El domingo fue Noah el encargado de igualar (le ganó a González en cuatro sets), pero Pecci fue intratable con su servicio (uno de los mejores de todos los tiempos) y consiguió el 3-2 venciendo a Leconte por 6-3, 6-4, 3-6 y 7-5. La tercera sorpresa la dieron en 1987, en una plaza deliberadamente diferente, el Yacht & Golf Club de Asunción, sobre canchas de polvo de ladrillo, hábida cuenta del rival: los Estados Unidos. La visita llegó con Aaron Krickstein y Jimmy Arias, entre los mejores del ranking, y la pareja formada por Ken Flach y Robert Seguso, Nº 1 del mundo. En esos días, en el equipo paraguayo también jugaba Hugo Chapacú, nacido en Misiones, Argentina, nacionalizado como González, que perdió el primer día con Krickstein en cinco sets, mientras Pecci despachó a Arias en cuatro. En el doble estuvieron cerca, si bien la dupla visitante arribó con un aura de invencibilidad. Pecci y González los llevaron hasta el máximo permitido pero no pudieron evitar ceder, quedando 1-2. La remontada del domingo todavía se recuerda en Paraguay: Chapacú se olvidó de los rankings y emparejó el marcado con un triunfo de 6-4, 6-1, 5-7, 3-6 y 9-7 contra Arias; Pecci, otra vez héroe, no perdió parciales con Krickstein, ganándole por 6-2, 8-6 y 9-7.



© Eduardo Puppo 2013

Fuente: tenicom.com
 

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