A la jornada sin actividad laboral de ayer en nuestra capital –por el feriado conmemorativo de los 477 años de fundación de Asunción– se le sumaron algunos ingredientes (disminuida cotización del peso argentino y parcial caída del sistema en la Aduana del puente San Ignacio de Loyola) para generar una extensa cola de vehículos con intención de pasar la frontera vía Falcón, que en momentos llegó hasta cerca del Puente Remanso.
Cuello de botella. Falcón se observaba así ayer, con una fila interminable de vehículos y ganas de comprar en Clorinda.
La nutrida caravana de autos particulares, cuyos conductores quisieron aprovechar el día feriado para hacer adquisiciones en la vecina ciudad de Clorinda, tuvo su rasgo apoteósico, debido a los férreos controles realizados en el lado argentino de la frontera, lo que hasta casi caída la nochecita seguía operando y generando una incontable secuencia de rodados, entre los que se movilizaba un gran porcentaje de chapas paraguayas, pero también del vecino país, que retornaban luego de venir a nuestra capital.
La metodología utilizada por muchos compatriotas se va haciendo costumbre, especialmente en días no laborales, incrementado por el tipo de cambio que permite una gran ventaja a la hora de realizar compras en Clorinda, plaza que cuenta con innumerables opciones de ofertas y productos, la mayoría de buena calidad y apetecida por los paraguayos.
Algunos de ellos madrugaron para aprovechar la jornada, sin embargo, se vieron sorprendidos por el lento paso fronterizo, porque recién hacia el mediodía pudieron seguir camino hacia los comercios del centro clorindense.
Quienes pudieron hacer la faena y regresar, comentaban que hubo un lapso del día en que el sistema de la Aduana argentina estuvo fuera de servicio, lo que retrasó los trámites.
Otro factor que se agrega es que la vía que lleva hacia Nanawa (ex Puerto Elsa) no está siendo activada permanentemente, debido a que parte del trayecto y hasta llegar a la pequeña terminal de esta localidad, se encuentra bajo agua, lo que desmotiva a los compradores habituales. Hay que trasbordarse en canoas para llegar hasta el punto de destino y cruzar la pasarela, lo que desmotiva a quienes necesitan adquirir sus mercaderías.
Lo que más se trae por ahora es una variada gama de bebidas, productos de limpieza y alimentos varios, ya que no tienen competencia en cuanto a precios de los comercios locales.
Fuente: ultimahora
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