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domingo, 18 de noviembre de 2012

Atribuyen el 74% de la expansión de clase media a redistribución del PIB




El 74% del crecimiento de la clase media entre 1995 y 2010 puede atribuirse a una mayor redistribución del beneficio generado por el mejoramiento del Producto Interno Bruto (PIB) en los países de la región, que se transforma en un crecimiento del ingreso promedio de las personas, revela un informe del Banco Mundial sobre “La movilidad económica y el crecimiento de la clase media en América Latina”. 





El panorama actual en la región es una realidad reciente y no tiene precedentes. Es el resultado de un proceso de transformación social que comenzó alrededor de 2003, y en esos años la movilidad social ascendente aumentó a un ritmo notable, según el Banco Mundial. Antes de 2005, la pobreza seguía siendo la condición más frecuente en la clasificación de cuatro grupos (pobres, vulnerables o clase media-baja, clase media y ricos o élite).


De manera casi mecánica, esta transformación refleja a la vez un crecimiento económico y una disminución de la desigualdad en América Latina y el Caribe a lo largo del periodo.

El producto interno bruto (PIB) per cápita creció a una tasa anual de 2,2% entre 2000 y 2010, y a un ritmo más acelerado a lo largo del crucial periodo de 2003-2009.


Mejora sustancial

A pesar de que estas tasas de crecimiento no alcanzan la magnitud de las del este de Asia, representan una mejora sustancial de las cifras de crecimiento en la región en comparación con el pasado: un 0,2% negativo al año en los ochenta y un 1,2% positivo en los años noventa.

Mientras que en esas décadas la desigualdad era estable o aumentaba, en los años 2000 se observó una disminución de las disparidades en ingresos en 12 de los 15 países, para los cuales hay datos disponibles.

Estos dos factores –ingresos más altos y menos desigualdad de los ingresos– contribuyeron a la reducción de la pobreza y a la expansión de la clase media, según el banco.

Sin embargo, en términos estadísticos, el crecimiento económico (el aumento del ingreso per cápita promedio) jugó un rol mucho más importante, y a él se debe el 66% de la reducción de la pobreza y el 74% de la expansión de la clase media en los años 2000 (mientras que el resto está relacionado con cambios en la desigualdad).

Una notable movilidad ascendente intrageneracional fue notada por economistas del Banco. En un sentido más profundo, el auge de la clase media en la región refleja además gran movilidad económica ascendente.

El aumento de los ingresos medios y los cambios en la desigualdad a lo largo de los últimos 15 años son en sí mismos estadísticas agregadas que resumen los cambios en el bienestar de los individuos y de las familias.

También observan trayectorias individuales reales, que normalmente implican variaciones significativas en la distribución de los ingresos. En un año cualquiera, algunos hogares ganan más que antes, mientras que otros ganan menos.

Los cambios netos en el tamaño de cada clase socioeconómica esconden flujos brutos más grandes, que implican que muchos hogares se desplazan hacia arriba mientras que otros se desplazan hacia abajo.

Para desentrañar esta dinámica, los analistas utilizaron una medida de movilidad económica a lo largo del ciclo vital de una generación (movilidad intrageneracional) que resume el movimiento (direccional) de los ingresos.

En pocas palabras, esta medida de movimiento direccional de los ingresos recoge la tasa promedio de crecimiento de los ingresos específica de los hogares.


Influencia de la educación

En la mayoría de los países de América Latina era más probable que los hogares experimentaran una movilidad ascendente si la cabeza de familia tenía más años de escolarización el año inicial.

Concretamente, el movimiento hacia la clase media era mucho más probable entre personas con algún nivel de educación terciaria.

Asimismo, tener un empleo en el sector formal y vivir en una zona urbana también eran buenos fundamentos de la movilidad ascendente.

La migración desde las zonas rurales a las zonas urbanas se asociaba igualmente con mayores perspectivas de un movimiento ascendente, y esta asociación es más fuerte en los movimientos de la pobreza a la vulnerabilidad que en la transición hacia la clase media. En los países de la región se dio una clara relación entre el crecimiento acelerado del PIB y la mayor movilidad de los ingresos en la presentación del documento realizado en nuestra capital.


Entorno externo

* Durante la mayor parte de los años 2000, la mejora en el marco de las políticas en América Latina permitió a muchos países aprovechar un entorno externo benigno para iniciar una impresionante transición hacia una sociedad de clase media.
* Esto ha creado grandes expectativas, que corren el riesgo de convertirse en frustración si esta transición se detiene.
* Sin embargo, la región no puede contar con que el entorno externo seguirá
siendo tan favorable como en el pasado reciente.

A pesar del movimiento ascendente de los ingresos a lo largo de la vida de una generación, la movilidad intergeneracional sigue siendo limitada en América Latina, según detecta en un informe el Banco Mundial.

Los cambios netos en el tamaño de cada clase socioeconómica esconden flujos brutos más grandes, que implican que muchos hogares se desplazan hacia arriba, mientras que otros se desplazan hacia abajo.

La situación socioeconómica de los padres influye en los resultados cognitivos de los hijos a través de una mejor alimentación, de una exposición a un vocabulario más rico, de diferencias en la estimulación cognitiva.

Fuente: ABC

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