Cuando la "ceguera" no es un obstáculo para triunfar

La ceguera no es obstáculo cuando hay ganas de superación

Hace unos años cayó en mi poder un libro de un famoso escritor, quien hablaba del poder infinito de la mente. Que todo lo que el hombre quiere, lo puede lograr si se lo propone. Que no existe límites si uno pone esfuerzo.

En el taller con los alumnos a su cargo

Luis Alberto González, conoce con el tacto cada pieza de los vehículos.

Fuente: ABC Color Víctor Franco

No creo que este autor se haya inspirado en la historia de Luis Alberto González, de 51 años, pero creo que calza perfectamente con lo que pregona el libro.

Luis Alberto, es mecánico y también docente, pero hace 8 años su vida tuvo un giro inesperado, cuando una enfermedad llamada retinitis pigmentosa, lo dejó ciego de por vida. “Mi vida se vino abajo, con la ceguera, pero sabía que tenía que reponerme y tuve que empezar de cero...” explica el profesor.

“En el centro de rehabilitación del Hogar Santa Lucía, me enseñaron todo de nuevo. Cómo ubicarme, caminar, usar el bastón blanco y leer en el sistema Braille”, recuerda Luis Alberto.

La adversidad no fue una barrera para que Luis pueda superarse en la vida. “En 1987 viajé a Japón, gracias a una beca que gané, allá estudié inglés, luego volví a Paraguay y con el correr de los años fui perfeccionando el idioma, eso me abrió muchas puertas, que ni la ceguera pudo cerrar”, dijo el entrevistado.

Con un taller mecánico funcionando, en 2004 Luis quedó ciego. Tras mucho dolor y sacrificio el mecánico trató de volver a hacer lo que sabía arreglar vehículos, pero la situación había cambiado y optó por su otra vocación la docencia.

Fue entonces que apareció la posibilidad de ingresar al Centro Vocacional Carlos Antonio López en la parte del Colegio Técnico, donde podría enseñar a los alumnos mecánica.

“En el 2007, estuve a prueba 3 meses en el Centro Vocacional y luego fui contratado para dar clases. Ahora estoy de lunes a viernes de 07:00 a 15:00 dando clases. Yo no veo, pero si me pones una pieza en la mano te puedo decir donde va y a que marca de vehículo corresponde”, relata Luis al tiempo de reirse.

En el colegio Luis hace el trabajo como una persona vidente. Tiene obligaciones como cualquiera, a su cargo están varios grupos de alumnos. Con su bastón blanco, Luis Alberto recorre todos los sectores del taller donde están los motores y vehículos que sirven para enseñar. También en el aula da clases teóricas para los jóvenes.

Si bien Luis Alberto, dedica gran parte de su tiempo a la docencia, su taller instalado en Lambaré en el que trabajaba cuando veía, sigue abierto y está atendido como dice él por dos amigos, Calistro González y José Luis Quintana, quienes a todos los días atienden a la clientela.

“Al terminar mi trabajo en el colegio, voy al taller a trabajar con mis compañeros en el taller, que tiene su clientela” acotó el profesor.

OTRO DESAFÍO

Pero, Luis González, no se detiene ante nada, es una persona que siempre esta tratando de explorar más y más campos. Su ceguera no es un obstáculo, más bien es una motivación para demostrarse y demostrar a todos que los deseos de superación todo lo pueden.

El pasado 21 de febrero se presentó a un examen de un concurso de oposición para el cargo de profesor de inglés de alumnos del primer grado.

Luis era el único de los postulantes a este cargo vacante del ministerio de Educación, que era ciego.

"Hablo perfectamente el inglés, es más soy radio aficionado y ahí hablo con todos en inglés, entonces estoy constamente practicando..." señaló Luis Alberto.

2 de Marzo de 2012 19:00