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miércoles, 2 de septiembre de 2015

Tras recibir premio en Japón, joven busca seguir con el arte



Tras recibir premio en Japón, joven busca seguir con el arte
Azul Paz Servín. La adolescente paraguaya junto a la obra premiada de entre más de 800 trabajos de 81 países.

Entre 875.000 obras provenientes de 81 países, la pieza Nano car, de la joven paraguaya Azul Paz Servín Rodas, de solo 14 años, obtuvo la medalla de oro en el concurso internacional de dibujos 9th Annual Toyota Dream Car Art Contest Award, cuya premiación se realizó recientemente en Japón.

 

Su trabajo, una pintura de 30x45 centímetros, fue hecho el año pasado, con 13 años, y lo envió a Japón, donde junto con las demás obras participantes fueron juzgadas por el presidente de Toyota, Akio Toyoda, y un panel de expertos externos en el arte y la ciencia de la locomoción.

Su inspiración fue la concienciación sobre el daño que está sufriendo la naturaleza. “Estamos destruyendo mucho, y pienso que es la hora de ponernos las pilas y arreglar el daño”, comenta la adolescente, que empezó a pintar desde muy pequeña.

No es la primera participación de Azul Paz en el concurso, ya que hace dos años llegó a su colegio –en ese entonces estudiaba en el Inter– la invitación de Toyota y se decidió a participar. “En la edición anterior su trabajo quedó entre los 30 mejores”, rememora su madre, María Victoria Servín.

Crecimiento. “El año que viene voy a ganar otra vez el concurso, tengo esperanza”, dice con seguridad Azul Paz, que tiene ganas de crecer como artista integral, ya que aparte de dibujar y pintar, canta y ejecuta instrumentos.

“Quiero seguir con el arte. Estoy pensando en grabar un disco para mis quince años”, cuenta, y agrega que aunque el repertorio aún no está definido, tiene una idea de lo que quiere: “Serán covers de Adele y Jess Glynne”.

Su formación es autodidacta, a pesar de la insistencia de su madre en tomar cursos, ya que ella dirige un taller de arte. “Vive en un taller de arte, rodeada de artistas (...), pero no toma ningún curso, nunca le pude dar ninguna indicación”, comenta la madre, mientras que su padre, Máximo Barrios, agrega que, si bien tampoco estudió canto, siempre tuvo buena afinación.

Su “madre” en el canto es la artista Marijo Vega, que de pequeña la llevaba a los estudios de grabación. “Si no me gusta un curso no lo hago (...), dibujo cuando estoy sola o llego temprano a la natación; en cualquier lugar, menos en mi hoja de dibujo”, dice la joven, que de niña le gustaba dibujarse en el cuerpo o hacerlo en el de su madre.
 
 
Fuente: ultimahora
 

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