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lunes, 28 de septiembre de 2015

Ronaldo Unruh, un artista indígena



Tiene el nombre de un fenómeno del fútbol y un apellido menonita que poco dice de sus habilidades. 


Un joven enlhet de Boquerón muestra sus sorprendentes trabajos.



Fatima E. Rodríguez/ farodriguez@sd.com.py

Ronaldo tiene 27 años y vive en la comunidad "Yalve Sanga" en Boquerón. "Hablar de mí, no me gusta mucho, porque llevo un nombre que suena al fenómeno internacional Ronaldo, con apellido menonita Unruh; no habla de mis particularidades, a diferencia de mi nombre enlhet, Lanto’oy’", dice.  Llegó a exponer en el Museo del Barro y sus trabajos tienen el elogio dereconocidos y renombrados como Ticio Escobar. Es del pueblo Enlhet.  Es casado y tiene 2 hijos. Juega al fútbol y es miembro de un equipo de trabajo que recopila la historia de su pueblo, losEnlhet. "Ahí estoy con la edición de video, la fotografía y me da el espacio para dedicarme independientemente al arte digital", explica. 



-¿Cómo te iniciaste en el arte?
-Desde niño me gustó dibujar, pero no sabía cómo empezar a crear mis conceptos del arte. Todo empezó cuando me enteré del diseño gráfico por internet;  pero eso es otra cosa que mis dibujos de niño. El arte determina que cuando lo hacés tiene que salir como una profunda expresión desde dentro de ti mismo, por lo que ves, por lo que sientes de todo, y por todo lo que ves en tu sociedad. Eso trabaja dentro de vos, y entonces te salen tus creaciones.  Quiero mostrar por medio de mis creaciones lo que veo entre mi gente y mi comunidad, pero me pesa por la tristeza que veo, por lo que sufren sin poder verlo ellos mismos. Nuestra sociedad enlhet ha sufrido por la aparición de otra gente que ocupa todos los espacios; fue cambiada por ellos y muchas veces pienso que camina sin sentido de dirección. Extraño la vida de la cual me hablaron mis abuelos.

-¿Cómo fue que te interesaste por el arte?
-Alguien me dijo que los enlhet no tienen dibujantes. En ese momento me pregunté por qué no hacerlo, si tengo mis manos para ir mostrando mis creaciones. Me tomé esa decisión, como dije todo empezó por algún concurso de diseño. Aprendí después que el arte es otra cosa que el diseño digital. Me gusta dibujar: hago bocetos en papel y después los digitalizo para trabajarlo después en Photoshop. Este trabajo me encanta. 

-¿Estudiaste en la universidad? Cómo es que fuiste construyendo el concepto de tu trabajo?
-Llegué hasta el noveno, y allí decidí dejar la escuela. Pude formar parte de Nengvaanemkeskama Nempayvaam Enlhet, donde aprendí a usar la computadora desde los principios. Allí tuve también un contacto constante con los relatos de los ancianos y las ancianas enlhet. Cuando tuve acceso al internet en el año 2011, me enteré de las posibilidades de expresarse en forma digital.  Juntando estas líneas, vine desarrollando formas de expresarme; por el contenido me interesa mucho dar una voz y una nueva lengua de los sufrimientos de mi pueblo. Actualmente estoy entrando también más en el ámbito de la fotografía.
-¿Qué es lo que caracteriza a tus trabajos?
-Dibujo los retratos de mi gente, la sociedad, para representar su vida. Algún día quiero estar en diálogo con otros artistas. En lo que se refiere a mi estilo, estoy probando varias cosas  para afirmar mi camino propio.
-Arte digital es lo tuyo ¿Cómo te iniciaste en esto?
-Además de lo que he dicho ya, en algún momento he querido trabajar a la manera tradicional, pero tengo pocos recursos para ir a comprar las herramientas, pintura, pinceles, y otros.
-¿Participaste de algún concurso internacional?
-Sí, he participado en el 2014 en el concurso de  la Colección TEN de Fotolia, un concurso internacional de diseño. Salí como ganador y tuve 3 días de felicidad, pero después fui descalificado por alguna cuestión formal. Fue difícil aceptar la derrota, pasaban los días sin poder hablar con mi familia sobre la cuestión; me quedé apenado. Pero me dije a mi mismo que puedo superar eso, comprendí la derrota y aprendí la lección: es mucho mejor hacer un trabajo que viene desde dentro de uno mismo, en vez de diseñar desde supuestos de otros. Eso me ayudó a empujar más la creatividad que hay dentro de mí.
-¿De qué se trata “Qué hermosa es tu voz”?
-“Qué hermosa es tu voz” es una recopilación de relatos de ancianos y ancianos enlhet que se editó en nuestro equipo Nengvaanemkeskama Nempayvaam Enlhet. Estos relatos hablan de la historia del pueblo desde la aparición de los blancos, que eran los soldados paraguayos y bolivianos; y los menonitas.  A mí me tocó hacer el diseño de la tapa. Muestra una figura de las fiestas enlhet, savaalak, el hombre araña.

-¿Tenés apoyo de alguna entidad pública para permitirte dedicarte al arte?
-No tengo a nadie del espacio público quien me acompañe por lo que hago; pero sí tengo el espacio dentro de Nengvaanemkeskama Nempayvaam Enlhet que me permite hacer una gran parte de mis trabajos en mi tiempo de trabajo. Hace dos años hice una exposición en el Museo del Barro, pero más allá de esta oportunidad, me es difícil promocionar mis obras.  Además, quiero llegar a mostrar a mucha gente mis creaciones.
-¿Se puede vivir del arte?
Tal vez se pueda si uno es reconocido. A mí no me crea ingresos más allá de algunas oportunidades aisladas. Sin mi trabajo regular en Nengvaanemkeskama Nempayvaam Enlhet no podría dedicarme mucho al arte, pues tengo a mis hijos para los cuales necesito ingresos.


-¿Cómo ven las cosas que hacés en tu comunidad?
-Me dicen que soy un buen dibujante, les gusta lo que hago. Pero estoy con ellos como una persona de perfil bajo, normal; eso me gusta mucho por lo que soy.
He tratado de invitar a jóvenes de mi comunidad; al parecer no les interesa. He querido escuchar de ellos que digan algo sobre lo que hago, porque mis creaciones tienen que ver con la vida de ellos, por lo que sufre de su sociedad; pero les es difícil entender el lenguaje de mis creaciones. A lo mejor lo entiendan, pero no pueden expresarse sobre el mismo.

Fuente: paraguay.com

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