Todas las habilidades son aprendibles...
María Liz Agüero estudió en Taiwán entre 2004 y 2010.
El primer año fue a
la Universidad de Lenguas y estudió el chino mandarín en la National
Taiwan Normal University, para ir luego a la carrera de Administración
de la Empresa y Turismo Internacional en la International College Ming
Chuan University.
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| María Liz Agüero / ABC Color |
Actualmente, se dedica a contactar con las fábricas de Taiwán que exportan al Paraguay.
¿Cómo fue para ir a Taiwán?
De pura casualidad, un día en que estaba preparando en su casa ediciones anteriores de ABC Color para regalar “por esas cosas de la vida, justamente abrí el diario en una página donde decía que se ofrecían becas para estudiar en Taiwán. Era un diario de hacia ya 15 días, y faltaban solo cuatro días para que el plazo feneciera. Sentí un impulso de fe de que podía obtener esa beca. No sé como, pero pude obtener en esos pocos días todos los documentos requeridos. Cuando me llamaron para confirmarme de la Embajada de Taiwán que me salió la beca, cambié totalmente mi forma de pensar y aprendí que uno siempre debe de ir detrás de sus metas, que por más difícil o lejano que parezca, si uno realmente lo desea, las circunstancias, las personas y oportunidades aparecen”.
Coincide en que la enseñanza en Taiwán es muy exigente, y para poder culminar la carrera todo lo que se necesita es perseverancia. “Allí me enseñaron que todas las habilidades son aprendibles. Nunca pensé que podía hablar chino, ni tampoco escribir una tesis en inglés para que me evalúen profesores exigentes, tanto taiwaneses como americanos; sin embargo, lo logré”.
La celebración de Año Nuevo chino la pasó con una familia taiwanesa. “Las familias se reúnen para cenar todos juntos, hay comida en abundancia y todos tenemos que estar despiertos para pasar las 12 de la noche. Todos recibíamos sobres rojos, y teníamos que guardar el sobre hasta el año siguiente, era algo simbólico, para que la plata no nos falte en el año”.
María Liz Agüero asegura que la vida en Taiwán está “estupendamente organizada, todo esta cerca, a mano y muchas veces abierta las 24 horas. Es un país muy seguro y el sistema de salud es fantástico. Tengo muchos excompañeros europeos que hasta hoy en día me cuentan que extrañan el sistema de salud en Taiwán porque es muy moderno, es barato y sin protocolos”.
Fuente: ABC
¿Cómo fue para ir a Taiwán?
De pura casualidad, un día en que estaba preparando en su casa ediciones anteriores de ABC Color para regalar “por esas cosas de la vida, justamente abrí el diario en una página donde decía que se ofrecían becas para estudiar en Taiwán. Era un diario de hacia ya 15 días, y faltaban solo cuatro días para que el plazo feneciera. Sentí un impulso de fe de que podía obtener esa beca. No sé como, pero pude obtener en esos pocos días todos los documentos requeridos. Cuando me llamaron para confirmarme de la Embajada de Taiwán que me salió la beca, cambié totalmente mi forma de pensar y aprendí que uno siempre debe de ir detrás de sus metas, que por más difícil o lejano que parezca, si uno realmente lo desea, las circunstancias, las personas y oportunidades aparecen”.
Coincide en que la enseñanza en Taiwán es muy exigente, y para poder culminar la carrera todo lo que se necesita es perseverancia. “Allí me enseñaron que todas las habilidades son aprendibles. Nunca pensé que podía hablar chino, ni tampoco escribir una tesis en inglés para que me evalúen profesores exigentes, tanto taiwaneses como americanos; sin embargo, lo logré”.
La celebración de Año Nuevo chino la pasó con una familia taiwanesa. “Las familias se reúnen para cenar todos juntos, hay comida en abundancia y todos tenemos que estar despiertos para pasar las 12 de la noche. Todos recibíamos sobres rojos, y teníamos que guardar el sobre hasta el año siguiente, era algo simbólico, para que la plata no nos falte en el año”.
María Liz Agüero asegura que la vida en Taiwán está “estupendamente organizada, todo esta cerca, a mano y muchas veces abierta las 24 horas. Es un país muy seguro y el sistema de salud es fantástico. Tengo muchos excompañeros europeos que hasta hoy en día me cuentan que extrañan el sistema de salud en Taiwán porque es muy moderno, es barato y sin protocolos”.
Fuente: ABC
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