El
Ministerio de Hacienda alcanzó su meta propuesta a principios de 2011
de cerrar el presente año con un total de 25.000 adultos mayores de 65
años, que viven en situación de pobreza, beneficiados con la pensión
alimentaria. El objetivo fue alcanzado gracias a la gestión
administrativa y el trabajo de campo desplegados por la Dirección de
Pensiones No Contributivas (DPNC) y la Unidad de Economía Social (UES),
según un informe de la mencionada secretaría de Estado.
La UES trabajó en la selección de potenciales beneficiarios, lo que permitió constatar las condiciones de pobreza en las que vivían las personas que originariamente se inscribieron en los municipios como sujetos con derecho a la pensión.
Cronograma
El cronograma de trabajo revela que fueron censados un total de 47.065 adultos mayores de 65 años, de los cuales fueron seleccionados por la UES como potenciales beneficiarios 32.934 personas con cédula de identidad, y otros 3.759 adultos mayores que no tenían cédula. Con estas 32.934 personas que calificaban para ser beneficiarias, la DPNC llevó adelante otro proceso de depuración mediante el control cruzado de datos personales con instituciones públicas y privadas, con el fin de establecer si alguna de ellas poseía otro tipo de beneficio, sea este jubilatorio o social, o mantenía deudas con entidades estatales. Así validó la incorporación de 26.252 adultos mayores y desestimó a otros 6.310 por poseer restricciones, también establecidas por ley.
Operativos de campo
Finalmente, para la incorporación efectiva de 25.000 adultos mayores, la DPNC realizó más de 50 operativos de campo o “llegadas en terreno” para reconfirmar la identidad de los potenciales beneficiarios y recolectar fotocopia de cédula de identidad y certificado de vida y residencia, lo que evitó movilizar a los mayores de 65 años hasta la capital. Estos números evidencian la rigurosidad en los controles realizados por Hacienda, a través de la UES y la DPNC, que buscan garantizar el pago, destaca el informe.
La UES trabajó en la selección de potenciales beneficiarios, lo que permitió constatar las condiciones de pobreza en las que vivían las personas que originariamente se inscribieron en los municipios como sujetos con derecho a la pensión.
Cronograma
El cronograma de trabajo revela que fueron censados un total de 47.065 adultos mayores de 65 años, de los cuales fueron seleccionados por la UES como potenciales beneficiarios 32.934 personas con cédula de identidad, y otros 3.759 adultos mayores que no tenían cédula. Con estas 32.934 personas que calificaban para ser beneficiarias, la DPNC llevó adelante otro proceso de depuración mediante el control cruzado de datos personales con instituciones públicas y privadas, con el fin de establecer si alguna de ellas poseía otro tipo de beneficio, sea este jubilatorio o social, o mantenía deudas con entidades estatales. Así validó la incorporación de 26.252 adultos mayores y desestimó a otros 6.310 por poseer restricciones, también establecidas por ley.
Operativos de campo
Finalmente, para la incorporación efectiva de 25.000 adultos mayores, la DPNC realizó más de 50 operativos de campo o “llegadas en terreno” para reconfirmar la identidad de los potenciales beneficiarios y recolectar fotocopia de cédula de identidad y certificado de vida y residencia, lo que evitó movilizar a los mayores de 65 años hasta la capital. Estos números evidencian la rigurosidad en los controles realizados por Hacienda, a través de la UES y la DPNC, que buscan garantizar el pago, destaca el informe.
19 de Diciembre de 2011 00:00
Hay gente que cree que el Estado no hace absolutamente nada por los pobres! Ellos son los sectores mas desprotegidos y si no los ayudamos se nos mueren, es así de simple
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