El vecino país, Brasil, acude a Paraguay –que sigue ostentando el status de país con brote de fiebre aftosa– debido a que tiene una elevada demanda de carne, que está generando una inflación en los precios del producto en su territorio. Este escenario favorece al país, que de un promedio de 700 toneladas mensuales exportadas a Brasil podría aumentar a 1.100 toneladas por mes, según manifestaciones de Daniel Rojas, presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
Brasil aprobó nuevamente el ingreso de carne paraguaya sin hueso a su territorio, después de un poco más de 65 días del foco de aftosa en Paraguay. El vecino país tuvo que cubrir momentáneamente el lugar dejado por la proteína roja nacional en el mercado trasandino, razón por la cual su mercado interno comenzó a experimentar un encarecimiento del producto. A expensas de esta situación, las autoridades sanitarias brasileras restablecieron las importaciones de carne paraguaya, que se espera inclusive supere los niveles habituales de venta al otro lado de la frontera, en un 40%.
Hasta el foco de fiebre aftosa en Paraguay, Brasil importó un volumen de 6.300 toneladas, que representaron cerca de más de US$ 35 millones en divisas para el país, constituyéndose en el quinto mayor demandante de la proteína roja local. El único paso habilitado para las exportaciones de carne paraguaya es Mato Grosso. Con esta nueva oportunidad que tiene el mercado nacional, los frigoríficos están movilizándose entre un 50 a 60% de la capacidad total.
40% aumentaría la demanda brasilera de carne local.
Fuente: 5días
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