Los aché de Puerto Barra, distrito de Naranjal, discuten un modelo de administración que se pueda aplicar de modo a ir mejorando en términos de productividad y diversificación de negocios.
Modelo de gestión. Los aché muestran que con voluntad y trabajo se puede vivir mejor. Foto: E.B. |
La determinación se realizará en una reunión comunitaria, sobre la base de indicaciones dadas por un asesor de desarrollo de la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
La comunidad indígena, ubicada a 110 kilómetros de Ciudad del Este, al sur del Alto Paraná, cuenta con una diversificada producción, desde ganado porcino, tambo para la producción de leche, piscicultura y agricultura mecanizada, lo que los ubica en la cúspide económica en comparación con otros pueblos indígenas del Paraguay.
Actualmente poseen un cultivo de 126 hectáreas de soja, 80 hectáreas de maíz y 40 hectáreas de cultivo para autoconsumo. Pero ahora tropiezan con que los conocimientos autóctonos a los que adaptaron las actividades económicas ya no bastan para el mejor aprovechamiento de los recursos, según lo señalado durante una charla técnica compartida por representantes de la UGP, en la aldea comunitaria.
La solidaridad con otras comunidades indígenas convirtió a Puerto Barra en un modelo de gestión, comentó el líder José Anegui.
EL EJEMPLO. "Podemos tener 5 flechas y disparar contra un mono que está en un árbol muy alto, pero qué pasa si seguimos unos pasos más y encontramos un venado en frente", afirmó José Anegui, al señalar que muchas veces no es la falta de recursos lo que puede causar necesidades, sino una administración equivocada.
"Nosotros no nos convertimos en blancos por acceder a las herramientas que puedan facilitarnos el desarrollo. Yo tengo mi laptop, mi facebook, pero sigo siendo indígena. Acá tenemos nuestra gramática, tenemos el diccionario Aché y seguimos aprendiendo la cultura de nuestros ancianos, pero no tenemos que tener miedo para utilizar la tecnología que pueda ayudarnos a vivir mejor como pueblo indígena", sostuvo el líder.
UNA COMUNIDAD GANADORA
Tras adoptar un sistema competitivo en la producción de granos, la comunidad aché cerró la campaña agrícola 2010/1011 con buenos ingresos que ayudarán para seguir el camino del desarrollo, sin obviar sus raíces.
Los nativos del Este del país culminaron la zafra con cerca de USD 300.000 en ingresos, de los cuales USD 174.000 fueron ganancias netas.
Los rendimientos promedios estuvieron en torno a los 6.000 kilos en maíz y 3.600 kilos para la soja, cifras envidiables para cualquier agroempresario. De acuerdo al planteamiento realizado, teniendo en cuenta, la cotización internacional y el costo de producción (compra de semillas, fertilizantes, herbicida, entre otros) en la citada zafra, se tiene como punto de equilibrio 3.200 kilos por hectárea en maíz y 2.300 kilos por hectárea en soja.
Es decir, que con 3.200 y 2.300 kilos de rindes promedios en maíz y soja, respectivamente, los nativos ya cubrieron sus costos de producción. Esto representa, que el rendimiento adicional registrado, se convirtió en ingresos directos para los integrantes de la parcialidad.
Ahora, los aché van por más, con la mente siempre puesta en el trabajo.
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