Para esta Semana Santa cada microempresa prepara una provisión de 5.000 a 6.000 chipas por día. Este lunes arranca la contratación de personal temporal para poder cubrir los numerosos pedidos.
Por Zunny Echagüe
El tatakua comienza a trabajar sin descanso y la mezcla de almidón, queso, huevo y anís ya expande su aroma cada vez más intenso y envolvente en las tradicionales chiperías de capital e interior del país. Las expectativas de venta para los días santos este año apuntan a un récord y cada microempresa prepara una salida promedio de 5.000 a 6.000 chipas por jornada.
La contratación de personal temporal arrancará este mismo lunes "para llegar a tiempo con los pedidos, que este año son más numerosos", cuentan los mismos trabajadores del rubro.
En días normales tres a cuatro personas se ocupan de la confección de los típicos bocados, pero en estas fechas de alta demanda, la cantidad de mano de obra se multiplica, en atención a que cada vez son menos las familias que preparan el producto en casa, recurriendo más bien a la compra, "por una cuestión de tiempo y ahorro de dinero", arguyen.
PEDIDOS. Entre 100 y 200 chipas son los pedidos particulares, mientras que surtir a los revendedores también requiere aumentar la producción que crece significativamente en esta época de mística.
COMPETENCIA. Las chipas Barrero de Juan Ramón Ayala son unas de las más populares del interior e igualmente famosas en Asunción y área metropolitana, donde pese a la competencia los pedidos también empiezan a tomar volumen.
"Ya estamos preparando 10.000 kilos de almidón, 5.000 kilos de queso y 2.000 docenas de huevos para la Semana Santa. El miércoles y jueves nos vamos a ubicar sobre 25 de Mayo y Caballero desde las 6.00 hasta terminar, esperamos vender mucho más este año", comenta don Ramón.
Las ofertas por unidad en todos los locales varían de 2.000 a 20.000 guaraníes que son las argollas más grandes.
La chipa Kalí que también tiene años de experiencia en el mercado, está igual de esperanzada en esta oportunidad. "Estamos trabajando continuado para tratar de cubrir todo, porque también hay mucha gente que viene a última hora a llevar en cantidad. En esta época ya tenemos gente de Villarrica, Capiatá, Itauguá, que se acerca para ayudarnos porque saben que hay más trabajo", comenta Elizabeth Cuquejo, administradora de la microempresa.
La chipa Leticia se alista igualmente para proveer a toda la zona de Asunción, Coronel Oviedo, Itacurubí y Caaguazú con una provisión de 5.000 unidades por día. El trabajo es intenso, sobre todo, en el interior del país.
VIGILIA FRENTE AL TATAKUA DESDE EL LUNES
Los días frescos, previos a la Semana Santa, ya aceleraron la leña al fuego por el incremento de la venta de chipas. Los trabajadores del rubro aguardan que este "clima a favor" se mantenga en coincidencia con los días sacros que impulsan la venta del producto.
De hecho, este lunes en las grandes chiperías comenzará una vigilia de producción frente al tatakua, la expectativa en esta ocasión es bastante alta, lo que también hizo crecer el stock de reserva de materia prima para elaborar el bocado tradicional del calendario cristiano.
"En nuestro caso nos estamos preparando para reventar, en esta época, el año pasado no llamaban tanto como ahora para hacer los pedidos y tenemos que aprovechar. Prácticamente trabajamos 24 horas, durante toda la noche, apenas tres a cuatro horas cerramos para descansar un rato y volvemos a abrir. Desde las tres de la mañana ya están viniendo a buscar la chipa", relata doña Francisca Céspedes, de La Divina Milagrosa de Paraguarí.
El tatakua comienza a trabajar sin descanso y la mezcla de almidón, queso, huevo y anís ya expande su aroma cada vez más intenso y envolvente en las tradicionales chiperías de capital e interior del país. Las expectativas de venta para los días santos este año apuntan a un récord y cada microempresa prepara una salida promedio de 5.000 a 6.000 chipas por jornada.
La contratación de personal temporal arrancará este mismo lunes "para llegar a tiempo con los pedidos, que este año son más numerosos", cuentan los mismos trabajadores del rubro.
En días normales tres a cuatro personas se ocupan de la confección de los típicos bocados, pero en estas fechas de alta demanda, la cantidad de mano de obra se multiplica, en atención a que cada vez son menos las familias que preparan el producto en casa, recurriendo más bien a la compra, "por una cuestión de tiempo y ahorro de dinero", arguyen.
PEDIDOS. Entre 100 y 200 chipas son los pedidos particulares, mientras que surtir a los revendedores también requiere aumentar la producción que crece significativamente en esta época de mística.
COMPETENCIA. Las chipas Barrero de Juan Ramón Ayala son unas de las más populares del interior e igualmente famosas en Asunción y área metropolitana, donde pese a la competencia los pedidos también empiezan a tomar volumen.
"Ya estamos preparando 10.000 kilos de almidón, 5.000 kilos de queso y 2.000 docenas de huevos para la Semana Santa. El miércoles y jueves nos vamos a ubicar sobre 25 de Mayo y Caballero desde las 6.00 hasta terminar, esperamos vender mucho más este año", comenta don Ramón.
Las ofertas por unidad en todos los locales varían de 2.000 a 20.000 guaraníes que son las argollas más grandes.
La chipa Kalí que también tiene años de experiencia en el mercado, está igual de esperanzada en esta oportunidad. "Estamos trabajando continuado para tratar de cubrir todo, porque también hay mucha gente que viene a última hora a llevar en cantidad. En esta época ya tenemos gente de Villarrica, Capiatá, Itauguá, que se acerca para ayudarnos porque saben que hay más trabajo", comenta Elizabeth Cuquejo, administradora de la microempresa.
La chipa Leticia se alista igualmente para proveer a toda la zona de Asunción, Coronel Oviedo, Itacurubí y Caaguazú con una provisión de 5.000 unidades por día. El trabajo es intenso, sobre todo, en el interior del país.
VIGILIA FRENTE AL TATAKUA DESDE EL LUNES
Los días frescos, previos a la Semana Santa, ya aceleraron la leña al fuego por el incremento de la venta de chipas. Los trabajadores del rubro aguardan que este "clima a favor" se mantenga en coincidencia con los días sacros que impulsan la venta del producto.
De hecho, este lunes en las grandes chiperías comenzará una vigilia de producción frente al tatakua, la expectativa en esta ocasión es bastante alta, lo que también hizo crecer el stock de reserva de materia prima para elaborar el bocado tradicional del calendario cristiano.
"En nuestro caso nos estamos preparando para reventar, en esta época, el año pasado no llamaban tanto como ahora para hacer los pedidos y tenemos que aprovechar. Prácticamente trabajamos 24 horas, durante toda la noche, apenas tres a cuatro horas cerramos para descansar un rato y volvemos a abrir. Desde las tres de la mañana ya están viniendo a buscar la chipa", relata doña Francisca Céspedes, de La Divina Milagrosa de Paraguarí.
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