Andrea González (23) es una violinista que se abre camino a nivel musical. Becada a EE. UU. e integrante de dos orquestas mundiales, seguirá sus estudios en Francia.
A su vuelta, apostará por el desarrollo musical del país.
Por Sergio Noé
snoe@uhora.com.py
Ella
está en la música desde los siete años. Siendo estudiante del
Conservatorio Nacional de Música (Conamu), Andrea González pasó a
integrar, con 15 años, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN).
Además
de participar en las orquestas del Conamu, a sus 18 ya era una flamante
profesora de violín por este conservatorio. Durante su formación fue
concertina (primer violín de la orquesta) y se presentó en varias
ocasiones como solista, en conciertos locales y giras por Argentina y
Brasil. Allí recibió la oferta para estudiar fuera del país.
"Parte
de mi formación internacional fue a través de becas que ganaba para
estudiar en el Brasil. En ese entonces, el conservatorio me apoyaba y la
Sinfónica Nacional me concedía el permiso para estudiar durante un mes
en el vecino país", dice la joven violinista.
Detalla
que gracias a estos viajes pudo obtener los contactos para estudiar
en EE. UU. "Gané la beca tras mucho esfuerzo y sacrificio, y el apoyo
de mi familia. No olvido la invitación del maestro argentino Alejandro
Drago -que conocí en un festival en Brasil, donde fui becada- para
estudiar en EE. UU. Tras postularme para la universidad, gané la beca",
revela muy contenta.
UN
SUEÑO. La joven paraguaya ahora está cumpliendo el sueño de formarse
con maestros internacionales y de compartir con talentosos jóvenes.
González,
que próximamente será doctora en música, culminará sus estudios en el
Conservatorio de Versalles (París, Francia), tras cinco años de estudios
de licenciatura en la University of Southern Mississippi (EE. UU.).
Desde
el 2008, año en que fue becada para la universidad estadounidense,
integra la orquesta sinfónica de dicha institución, y ha compartido
solos con numerosos artistas de ese país. Durante los tres años de
estudio, la violinista tuvo el privilegio de ser concertina en la
orquesta de la universidad.
La
joven señala que en los países de primer mundo, el nivel musical es muy
competitivo, ya que los profesionales tienen la posibilidad de estudiar
música desde pequeños en sus colegios.
Cuenta
que su rutina diaria incluye las clases por la mañana y la siesta, y
por la tarde los ensayos particulares. Los fines de semana integra otras
orquestas más reducidas que las mundiales.
En una fugaz visita que hizo al país, la violinista impartió clases
magistrales en el Conamu y no duda en aportar al progreso musical.
"Para
mí fue difícil ir a estudiar en EE. UU. y por eso me importa que la
música en Paraguay crezca. Espero que gracias a los contactos con
músicos podamos organizar un festival y ofrecer nuevos métodos a los
jóvenes del país", asegura.
Fuente: ultimahora
Hola y adelante con la preparacion y a impulsar la musica paraguaya. All the best!
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