Por Eduardo Quintana
Christian Schaerer, ingeniero y matemático, es uno de los primeros
científicos paraguayos repatriados. Trabajó en el prestigioso IMPA, creó
el programa de ciencias de la computación de la UNA y hoy dirige un
importante centro de investigación. El investigador considera que se
pueden solucionar los problemas del país con más ciencia.
Shaerer fue uno de los impulsores de la maestría y doctorado en Ciencias de la Computación de la UNA /ABC Color
El doctor Christian Shaerer es director del laboratorio de computación científica y aplicada de la facultad politécnica de la UNA /ABC Color
La doctora Laura Monteiro dirije el laboratorio de biomateriales del LCCA de la politécnica /ABC Color
El profesor Christian Schaerer comenzó investigando sobre teoría de control. Sus primeros trabajos se basaron en entender el cómo y en qué circunstancias se pueden controlar ciertos tipos de algoritmos, en especial la Ecuación de Laplace, con una nueva perspectiva.
“Gracias a esa nueva perspectiva comencé mi doctorado con una nueva visión. Entonces, eso me llevó a elaborar una serie de algoritmos de control para métodos numéricos para ecuaciones diferenciales parciales. Allí comencé a tener mis primeras publicaciones en esa línea”, comentó.
Luego fue al prestigioso Instituto Nacional de Matemática Pura y Aplicada, IMPA, de Brasil, donde lo contrataron por “tener ideas muy diferentes”.
“Sentí que el lugar natural para estar era el IMPA. Llegaba muy temprano y salía muy tarde. Allí lo que hacíamos era desarrollar métodos numéricos que vienen de la industria del petróleo. Que son ecuaciones muy teóricas y no cualquier método numérico o analítico servía para resolver. Había que simplificar problemas”, resaltó.
Como no sabían a dónde apuntar, Schaerer buscó incansablemente publicaciones al respecto. Encontró una de 1960, de un ingeniero hidráulico. Así que ajustaron la simulación al caso encontrado, para validar lo que hacían. Y lo lograron.
“Todo esto sirvió para dos cosas. La primera, para entender cómo se comporta un acuífero y la segunda, para saber cómo se almacena gas en un acuífero. Cuando se dio una crisis del gas en Bolivia, nosotros propusimos el modelo que elaboramos como solución”, señaló Schaerer, que no niega el orgullo que le causó la iniciativa, junto a sus demás colegas y mentores.
Luego se dedicó al área de control, que era su antigua área de investigación. Esto le dio la posibilidad de innovar en el área, de preparar posgrados relativos al tema y de tutorear tesis, dentro y fuera del país, vinculados a los sistemas de control, en diversas áreas.
Este trabajo con nueva visión, cómo usar técnicas de control dentro de métodos numéricos, le llevó a polemizar con sus colegas de Japón, que también reclamaban el descubrimiento de los mismos.
Retorno al Paraguay
Schaerer volvió al país, luego de crearse la figura del Docente Investigador a Tiempo Completo y Dedicación Exclusiva, en la UNA, en el 2007. Su interés, al volver al Paraguay, era crear líneas de investigación con maestrías y doctorados, y no simplemente tener un cargo importante en la academia.
Fue así que hasta el propio rector de ese entonces y el decano fueron hasta Brasil para convencerlo y para tener nuevas perspectivas. Así que volvió con su esposa.
“Queríamos un programa de posgrado como en las mejores universidades del mundo. ¿Por qué no hacerlo ahora, con los investigadores a tiempo completo? Porque faltaba todavía un programa de becas. Así que estuve a punto de retornar al Brasil. Fue así como se implementó el sistema de contratos, que era casi lo mismo que las becas”, resaltó Schaerer. Agregó que así nació el posgrado en Ciencias de la Computación en la UNA.
Entre los que más pujaron por tener ese posgrado estaban, además, los profesores Benjamín Barán, Magna Monteiro (que hoy dirige el laboratorio de biomateriales) y Carlos Brizuela. Al comenzar, solo se contaba con una sala de 6x6 para todos los investigadores y estudiantes. Hoy, 8 años después, tienen un gran centro de investigación.
Otra de las conquistas de la ciencia paraguaya, en la óptica de Schaerer, fue la creación de las becas de Itaipú, que ayudó enormemente a contar con más estudiantes. Agrega que el apoyo de Conacyt también es fundamental.
“Somos potencialmente buenos en ciencias, no sé si seremos los mejores del mundo. Hemos hecho caminos concretos y eso es importante para la ciencia. Hemos construido desde cero. Hoy somos un laboratorio multidisciplinar”, expresó.
Biólogos, físicos, ingenieros e informáticos de todo el país y también del extranjero, lograron encontrar su espacio en el LCCA de Politécnica, para trabajar en forma inter y multidisciplinaria.
Entre las diferencias del curso de posgrado en Ciencias de la Computación que ofrece la Politécnica, y otras universidades, es la utilización de las Olimpiadas de Matemática como un fin y no como un medio.
“Hoy en día, el modelo paraguayo de trabajar con las matemáticas en los colegios, fuera del currículo, con las olimpiadas, es el modelo de exportación para toda América. Ni Argentina, ni Brasil, ni México ni Estados Unidos estaban tan adelantados en el área”, sostuvo el investigador.
Ciencia en Paraguay
Para Schaerer, la ciencia en Paraguay está presentado diversos cambios y uno de ellos son los programas de repatriación de científicos, como es su caso.
“Los científicos paraguayos que están en el exterior no vendrían si no pudieran hacer algo en el país. Vienen porque tienen alumnos y las posibilidades. Aquí, por ejemplo, tenemos un especialista en matemática financiera y tenemos especialistas en varias áreas, que debemos aprovechar”, precisó Schaerer.
Para el científico, la ciencia va mucho más allá de la publicación de papers en las revistas más prestigiosas, ya que trata de toda la estructura, de los posgrados, de incentivar el pensamiento científico desde la escuela y buscar el beneficio para la sociedad.
“Tenemos la posibilidad de solucionar los problemas desde la ciencia. Los problemas de transporte o de la utilización de recursos en el Estado paraguayo, están vinculados a la optimización, a la vez de ser problemas de datos. Hoy podemos hacer muchas cosas que antes no podíamos. La ciencia cambió o está cambiando al Paraguay”, indicó Schaerer.
Desarrollar lo nuevo
Como la ciencia paraguaya está desarrollándose, todo lo que se hace en nombre de ella es prácticamente nuevo en el país, según el matemático. Y los procesos que hay dentro también son importantes, según resaltó.
Por ejemplo, con el registro de patentes se da un gran paso, pero después, hay que comercializar todos los productos científicos que se logren a través de las investigaciones.
Para Schaerer, si hay empresas que se encargan de vender esos productos, deben potenciarse, y si no las hay, deberían crearse.
“A partir de ahora, los científicos también podrán ser empresarios. La diferencia es que esas empresas que surjan tendrán un valor científico agregado y los productos que pondrán a disposición serán para solucionar los problemas de los paraguayos”, concluyó. Dijo que no hay que cerrarse y no pensar en la exportación de nuestros productos científicos en los próximos años.
Extensa hoja académica
El currículum del profesor Schaerer es extenso. Es ingeniero Electromecánico por la Universidad Nacional de Asunción (1995), máster en Ingeniería Eléctrica por la Universidade Federal do Río de Janeiro (UFRJ), (1997) y doctor en Ciencias por la COPPE/UFRJ (2002).
Schaerer es docente investigador de tiempo completo, de la Politécnica de la UNA y director del Laboratorio de Computación Científica y Aplicada, LCCA, de la misma institución. Entre sus líneas de investigación destacan: sistema de control, dinámica de fluidos y computación de alto desempeño.
equintana@abc.com.py
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