Luego de varios años de ser considerada una de los emergentes más atractivos para inversionistas de todo el mundo, Brasil entró en un período de crisis a nivel político, económico e incluso social del que le está costando levantarse y que genera peligros y oportunidades para el Paraguay.
Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, se enfrenta a la ardua tarea de volver a impulsar el crecimiento de Brasil.
El afamado medio especializado The Economist destaca estas debilidades con un análisis de algunos indicadores importantes que van más allá de la caída del producto.
Uno de los más alarmantes tiene que ver con el consumo de los hogares, que tuvo su primera caída interanual desde que la agrupación política que actualmente ocupa el Gobierno, Partido de los Trabajadores (PT).
Además, el desempleo viene en aumento y complica la situación del país, al pasar de una tasa del 5% para la mayor parte del 2014 hasta llegar hasta 7,6% para setiembre pasado. Mientras que los analistas estiman que el indicador llegaría al 10% para el 2016.
A esto se suman los problemas que afrontan en términos de política económica, con un nivel de gastos que registró un impresionante crecimiento en los últimos años, que deben enfrentar con unos ingresos que vienen en caída como consecuencia del menor precio de sus productos de exportación.
Todo este panorama genera bastantes dudas en los empresarios brasileños, que aunque tengan fondos disponibles para invertir prefieren no hacerlo en su país debido a las perspectivas desfavorables.
OPORTUNIDAD
El analista Fernando Massi había destacado que la situación del vecino país puede atraer al inversor brasileño y que se decida a invertir en Paraguay, particularmente bajo el régimen de maquila, considerando la posibilidad de que va tener mejores ganancias, aunque destacaba el factor limitante de que este régimen tiene como principal mercado al Brasil.
La inversión brasileña prefiere establecer sus fábricas y empresas a través del régimen de maquila antes que hacerlo de forma directa, ya que obtienen los beneficios que este marco legal ofrece.
Brasil ‘‘chatarra’’
La agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings rebajó semanas atrás la nota soberana a Brasil, aunque según la nomenclatura de esta empresa el país vecino todavía mantiene el grado de inversión. El movimiento anunciado fue el de “BBB” a “BBB-”.
Eso sí, Fitch le dio una perspectiva negativa a la nota, con lo que la caída a estatus basura (que ya obligaría a los grandes inversionistas institucionales a retirar sus inversiones, luego de la calificación de Standard and Poor’s) podría darse en el corto plazo. Los analistas de la firma habían colocado como temas fundamentales en su análisis el alto nivel de endeudamiento y la reducción de los ingresos fiscales.
Fuente: 5dias
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