Encarnación le arrebató el cetro de "capital del verano" y la alta contaminación del lago Ypacaraí ahuyentó a muchos veraneantes.
Tras dos años de crisis, San Bernardino vuelve a llenarse de visitantes, ofreciendo nuevos atractivos: parque acuático, conciertos, museos, galerías de arte, vida nocturna y deportes. La ciudad busca ser más amigable con el entorno ambiental.
Durante varias décadas fue "la villa veraniega" y la indiscutible "capital del verano".
Enclavada
entre el legendario Lago Ypacaraí y los verdes cerros del departamento
de Cordillera, la antigua villa fundada por colonos inmigrantes alemanes
en agosto de 1881, se había convertido en el lugar de recreo
privilegiado para muchas familias tradicionales de Asunción y otras
localidades del país.
En las últimas décadas, Sanber -como se la conoce más popularmente-, ha sido el sitio favorito de diversión en verano, principalmente de los jóvenes. El lugar de "la movida".
En las últimas décadas, Sanber -como se la conoce más popularmente-, ha sido el sitio favorito de diversión en verano, principalmente de los jóvenes. El lugar de "la movida".
Hasta que, hace aproximadamente dos años, algo ocurrió...
Por un lado, el progresivo nivel de contaminación del Lago Ypacaraí llegó a un punto extremo, cuando el agua se llenó de algas y cianobacterias, despidiendo un olor nauseabundo que ahuyentó a los habituales visitantes.
Por otro, la ciudad de Encarnación, en la
región sur de Itapúa, culminó su etapa de transformación urbana tras la
elevación del nivel del embalse de la represa hidroeléctrica de
Yacyretá, inaugurando nuevas playas y costaneras a orillas del río
Paraná, que la convirtieron en un nuevo polo de atracción turística.
"Fue un impacto muy fuerte, que tuvo mucha repercusión en todos los aspectos de la vida de San Bernardino, especialmente en lo económico. Las playas se clausuraron. Varios hoteles, comercios y locales nocturnos tuvieron que cerrar sus puertas o disminuir sensiblemente su actividad", destaca el intendente municipal de Sanber, Tati Zubizarreta.
La crisis llevó a que las autoridades y los habitantes de la ciudad pasen a tener una participación más activa en las movilizaciones y en las acciones para detener la contaminación del lago Ypacaraí, que según sus manifestaciones es causada, principalmente, por otras ciudades más industriales, que arrojan sus desperdicios a las aguas.
"Hemos trabajado mucho por recuperar el lago, un proceso que aún requiere mucho esfuerzo. Hoy las playas de San Bernardino nuevamente están en condiciones de recibir a los bañistas y de ser usadas con fines recreativos, pero hemos entendido que la vida de nuestra ciudad no puede depender solamente de la aguas, y hemos empezado a diseñar una nueva San Bernardino, no solo del verano, sino de todo tiempo", dice el intendente Zubizarreta.
La nueva Sanber, reconciliada con el ambiente
Recorrer las calles de San Bernardino actualmente supone encontrarse con un nuevo paisaje urbano, en donde las zonas peatonales, los espacios verdes, las bicisendas, las ferias agrícolas y artesanales o los sitios de arte y cultura tienen una nueva dinámica.
La nueva temporada de verano se abrió con circuitos de motocross y competencias de ciclismo. Las calles de la villa se llenaron de alegres caravanas de jóvenes, niños y adultos en bicicleta, una modalidad que se busca sea permanente.
"Realmente
estamos conociendo otra Sanber, donde hay mucho más espacio para la
gente, que para los autos. Es agradable ver los nuevos circuitos
peatonales, con intervenciones artísticas como el Paseo de la
Sombrillas", comenta Mónica Estigarribia, una joven promotora de ventas,
que llegó de visita desde Ciudad de Este con varios miembros de su
familia.
El Paseo de las Sombrillas, toda una cuadra
peatonal adornada con paraguas de colores que cuelgan como objetos
ornamentales, se convirtió en uno de los nuevos sitios icónicos, en
donde los visitantes se toman fotografías, incluyendo los ya clásicos
"selfies". La cuadra está además adornada por un enorme cuadro mural del
pintor Oz Montanía, con varios miembros de su equipo.
La
Municipalidad asegura que las aguas de las dos playas principales sobre
el Lago Ypacaraí, la de la Rotonda y la del Muelle San Blas, se
encuentran "dentro de los límites permitidos para uso recreativo",
exhibiendo el último informe técnico de la Dirección General de Salud
Ambiental (Digesa) del Ministerio de Salud.
Ello hace posible que una gran cantidad de veraneantes se metan sin temores en las aguas del lago. Pero para quienes no quieran hacerlo, los fines de semana se instala un parque acuático, con un gran tobogán inflable, que termina en una enorme piscina. También se habilita un chorro de agua artificial para quienes quieran bañarse fuera del lago.
A nivel de deportes acuáticos, el Flyboard causa furor. Además han vuelto con todo el jet sky, el canotaje y los románticos paseos en lanchas al atardecer, donde las puestas del sol sobre las aguas del lago resultan inigualables.
Pero
la meta es que muchos visitantes puedan disfrutar sin necesidad de
meterse en el agua. En ese sentido, se han iniciado una serie de
conciertos al aire libre en las plazas y en las playas. El recital del
cantautor Ivan Zavala, en la primera semana de enero, convocó a una
verdadera multitud.
Otros atractivos son las galerías de arte,
con permanentes exposiciones de obras de arte plástica, o la reapertura
del Museo Histórico Casa Buttner, con relevantes datos de la historia
de San Bernardino, entre ellas, las recientemente halladas huellas del
paso de celebridades como Greta Garbo y Marlene Dietrich por la antigua
villa.
Los
sábados, desde las 8.00, al costado de la plaza Bernardino Caballero se
realiza el mercado semanal "Agro-Muni", donde es posible adquirir
frutas y verduras frescas, cocina casera y especialidades gastronómicas,
flores o plantas, algo frío y refrescante para beber, todo en un
ambiente tranquilo y relajador, según indican los promotores de la
actividad que convoca a los productores, granjeros y artesanos de la
región.
Fuente: ultimahora
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