El vecino país exige que se le conceda a la flota argentina el manejo del 50% de todas las mercaderías que entran y salen del país como moneda de cambio para terminar con la guerra en la hidrovía.
Altas fuentes del Poder Ejecutivo
confirmaron que la comitiva argentina, que vino a Asunción hace 15
días para negociar con Paraguay las trabas que impone el gobierno de
Cristina Fernández a la flota con bandera paraguaya, exige recuperar
el 50% del transporte de mercaderías que transitan por la Hidrovía
Paraguay-Paraná a cambio de cesar con las hostilidades hacia los
buques con bandera nacional.
El subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Horacio Tettamanti, quien encabezó la comitiva argentina, condicionó a la recuperación de la mitad de los USD 400 millones al año que mueve el negocio de transporte por la hidrovía, el fin de la "guerra comercial", informaron las autoridades nacionales.
"De manera prepotente (Tettamanti), nos dijo que los buques son chatarra y que la tripulación paraguaya no tiene preparación", comentó una de las fuentes del Gobierno.
"Lo que quieren es reactivar su flota y para eso necesitan nuestra carga; no lo dicen directamente, pero es un chantaje para cesar con las hostilidades a las que vienen siendo objetos las embarcaciones paraguayos", agregó otra fuente de la Flota Mercante.
A cambio del 50% de las cargas paraguayas, Tettamanti también ofreció que los buques de bandera paraguaya puedan hacer los llamados transportes de cabotaje al interior de Argentina, un negocio hoy muerto por la presión del sindicato de transportistas terrestres encabezados por Hugo Moyano, quien de tanto en tanto amenaza con paros al Gobierno argentino.
La resolución del conflicto quedó en manos de los presidentes Horacio Cartes y Cristina Fernández, quienes tenían que buscar una salida en el encuentro bilateral que no se concretó hace dos semanas por una cancelación a última de hora de la presidenta argentina.
Antecedentes. Vale recordar que las embarcaciones paraguayas vienen siendo objeto de mayores controles "técnicos" por parte de las autoridades argentinas en los últimos dos meses.
Obligan, por ejemplo, a llevar menos carga o amarrar en distintos puertos, lo que supone un sobrecosto a los productos paraguayos que de por sí ya tienen 15% menos en cuanto a competitividad de precios por la condición mediterránea del país, de acuerdo a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Cuestión de competencia. Todo hace parte de la estrategia de los argentinos para asfixiar a las empresas paraguayas y recuperar parte del negocio que perdieron por falta de competitividad, según los navieros locales.
Este negocio mueve al año más de USD 30.000 millones en mercaderías; USD 19.000 de los cuales corresponden al comercio exterior paraguayo. En concepto de flete, dejará USD 400 millones este año a las empresas fluviales.
De hecho, 4 de cada 10 buques con bandera paraguaya son de propiedad de empresarios argentinos, quienes huyeron de su país por los altos costos en materia impositiva. En contrapartida, el negocio vive una primavera en Paraguay, donde incluso ya se fabrican grandes embarcaciones.
Fuente: lanación
El subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Horacio Tettamanti, quien encabezó la comitiva argentina, condicionó a la recuperación de la mitad de los USD 400 millones al año que mueve el negocio de transporte por la hidrovía, el fin de la "guerra comercial", informaron las autoridades nacionales.
"De manera prepotente (Tettamanti), nos dijo que los buques son chatarra y que la tripulación paraguaya no tiene preparación", comentó una de las fuentes del Gobierno.
"Lo que quieren es reactivar su flota y para eso necesitan nuestra carga; no lo dicen directamente, pero es un chantaje para cesar con las hostilidades a las que vienen siendo objetos las embarcaciones paraguayos", agregó otra fuente de la Flota Mercante.
A cambio del 50% de las cargas paraguayas, Tettamanti también ofreció que los buques de bandera paraguaya puedan hacer los llamados transportes de cabotaje al interior de Argentina, un negocio hoy muerto por la presión del sindicato de transportistas terrestres encabezados por Hugo Moyano, quien de tanto en tanto amenaza con paros al Gobierno argentino.
La resolución del conflicto quedó en manos de los presidentes Horacio Cartes y Cristina Fernández, quienes tenían que buscar una salida en el encuentro bilateral que no se concretó hace dos semanas por una cancelación a última de hora de la presidenta argentina.
Antecedentes. Vale recordar que las embarcaciones paraguayas vienen siendo objeto de mayores controles "técnicos" por parte de las autoridades argentinas en los últimos dos meses.
Obligan, por ejemplo, a llevar menos carga o amarrar en distintos puertos, lo que supone un sobrecosto a los productos paraguayos que de por sí ya tienen 15% menos en cuanto a competitividad de precios por la condición mediterránea del país, de acuerdo a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Cuestión de competencia. Todo hace parte de la estrategia de los argentinos para asfixiar a las empresas paraguayas y recuperar parte del negocio que perdieron por falta de competitividad, según los navieros locales.
Este negocio mueve al año más de USD 30.000 millones en mercaderías; USD 19.000 de los cuales corresponden al comercio exterior paraguayo. En concepto de flete, dejará USD 400 millones este año a las empresas fluviales.
De hecho, 4 de cada 10 buques con bandera paraguaya son de propiedad de empresarios argentinos, quienes huyeron de su país por los altos costos en materia impositiva. En contrapartida, el negocio vive una primavera en Paraguay, donde incluso ya se fabrican grandes embarcaciones.
Fuente: lanación
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