La Virgen que hechizó Tañarandy
La Virgen del Maíz fue una de las mayores atracciones en Tañarandy durante este Viernes Santo.
Por Andrés Colmán Gutiérrez
TAÑARANDY, MISIONES
El altar que fue fabricado con más de 7.000 mazorcas de maíz, frutas de coco y calabazas, fue la principal atracción de turistas por su artístico diseño de color dorado y verde, que desde la distancia parecía ser de oro puro, bajo los efectos de los reflectores.
El altar que fue fabricado con más de 7.000 mazorcas de maíz, frutas de coco y calabazas, fue la principal atracción de turistas por su artístico diseño de color dorado y verde, que desde la distancia parecía ser de oro puro, bajo los efectos de los reflectores.
El mismo fue instalado en medio del anfiteatro al aire libre, de la
Fundación La Barraca, a la entrada de la compañía Tañarandy, en San Ignacio,
Misiones.
En el centro superior del altar, encarnada por una joven actriz de la comunidad, fue presentada la imagen de una Virgen, inspirada en la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, que estaba cubierta con túnicas y capas hechas de chalas de maíz.
Fue bautizada como la Virgen del Maíz, porque en lugar del oro o del cobre metálico con que la cubrieron los españoles, fue cubierta con el fruto de la tierra que para los pueblos guaraníes es un tesoro mucho mayor que el oro, explica el pintor Koki Ruiz, principal promotor de la experiencia.
Anunció que el altar del maíz permanecerá durante varios días más, para que la gente lo pueda visitar.
Además, los asistentes pudieron disfrutar comparativamente, en dos extremos del anfiteatro, las dos versiones de La última cena: la original de Da Vinci, y la más moderna de Warhol.
Igualmente, se repitieron por última vez algunos de los cuadros vivientes más admirados por el público, como El Cristo de Velázquez, el Descenso de la cruz, de Roger van der Weyden, y la celebrada recreación de la escultura El éxtasis de Santa Teresa, de Gian Lorenzo Bernini, con la lectura de un poema de la santa.
En el centro superior del altar, encarnada por una joven actriz de la comunidad, fue presentada la imagen de una Virgen, inspirada en la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, que estaba cubierta con túnicas y capas hechas de chalas de maíz.
Fue bautizada como la Virgen del Maíz, porque en lugar del oro o del cobre metálico con que la cubrieron los españoles, fue cubierta con el fruto de la tierra que para los pueblos guaraníes es un tesoro mucho mayor que el oro, explica el pintor Koki Ruiz, principal promotor de la experiencia.
Anunció que el altar del maíz permanecerá durante varios días más, para que la gente lo pueda visitar.
Además, los asistentes pudieron disfrutar comparativamente, en dos extremos del anfiteatro, las dos versiones de La última cena: la original de Da Vinci, y la más moderna de Warhol.
Igualmente, se repitieron por última vez algunos de los cuadros vivientes más admirados por el público, como El Cristo de Velázquez, el Descenso de la cruz, de Roger van der Weyden, y la celebrada recreación de la escultura El éxtasis de Santa Teresa, de Gian Lorenzo Bernini, con la lectura de un poema de la santa.
Pese a la inestabilidad climática, hubo una importante concurrencia
de visitantes en Tañarandy y San Ignacio.
Fuente: ultimahora
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