El ingreso del 40% más pobre en Paraguay aumentó más que el del 60% más rico entre 2004 y 2013, según un estudio del Banco Mundial denominado “Prosperidad compartida y erradicación de la pobreza en América Latina”, que fue presentado ayer en Washington. Ese segmento vio cómo sus integrantes crecieron con una tasa más elevada que el promedio de la región, dijeron.
José Molinas, Ministro de la Secretaría Técnica de Planificación / ABC
El aumento de referencia se debe a un “fuerte crecimiento económico”, que derivó en mayores ingresos laborales y niveles de empleo, menores precios de los alimentos y mayores transferencias públicas, observa el Banco Mundial.
Cabe recordar que, según se desprende de la última Encuesta Continua de Empleo (ECE), elaborada por la Dirección General de Estadísticas Encuestas y Censos (DGEEC), entre octubre y diciembre de 2014 subió la ocupación y bajó el desempleo. En este orden de cosas, la tasa de ocupación aumentó de 91,9% a 93,5%, producto del incremento de la tasa de mano de obra ocupada de 1.255.000 en 2013 a 1.288.000 en 2014.
Del aumento, aproximadamente 33.000 personas, 26.000 son mujeres, es decir el 80% del mismo; principalmente de 45 a 59 años de edad, con 4 a 9 años de estudio y se incorporaron en la rama de “Comercio, Restaurantes y Hoteles” como empleadas u obreras privadas, según la DGEEC.
El informe del Banco Mundial agrega que las ganancias de Paraguay fueron parte de las de América Latina y el Caribe, que como región en su conjunto estuvo al frente del mundo en desarrollo en términos de logros de prosperidad compartida, siendo testigo de un éxito sorprendente en cuanto a reducción de la pobreza, impulsado por el crecimiento, los ingresos laborales y redes de protección social efectivas.
El ministro de la Secretaría Técnica de Planificación (STP), José Molinas, quien participó de la presentación del documento, dijo que para mejorar la situación de nuestros compatriotas afectados por la pobreza plantea retos logísticos al Gobierno, además de la necesidad de una modernización tecnológica, especialmente en las zonas rurales, donde se concentra el 75% de los pobres, además de ofrecer una mayor distribución de oportunidades laborales.
Molinas se refirió a la necesidad de una mayor concentración de los hogares en el campo para una distribución más eficiente de servicios básicos, visto que las grandes distancias se traducen en un fuerte impedimento para llegar a una mayor cantidad de personas.
Fuente: ABC
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