La reinserción de los presos no solo depende de darles trabajo, sino
que también se debe apuntar a la buena alimentación y para eso en la
cárcel de Tacumbú se modernizó la cocina, o rancho, como lo llaman.
Se espera que se instalen otras 3 cocinas más / ABC Color
En 3 ollas eléctricas elaboran el alimento para la población penal / ABC Color
Tres grandes ollas eléctricas hierven a las 10:30, casi a punto de salir la primera tanda. Diariamente, 2.700 internos comen en el penal, por lo que se tiene que cocinar en dos tandas. “Ahora tenemos tres ollas, pero en breve se van a tener otras tres, para cocinar una sola vez al día”, dijo Candia.
En el rancho trabajan los propios internos, quienes hacen la comida. El menú es variado: los lunes, miércoles y viernes se cocina caldo, mientras que los otros días se come guisos, según informaron los encargados del sector.
No obstante, no todos los presos comen de la cocina: muchos que generan ingresos cocinan sus propios alimentos en sus celdas y otros los compran ya hechos. Sin embargo, igualmente se cocina para toda la población penal. Cada interno recibe desayuno, almuerzo y cena.
En un recorrido por el penal, los presos opinaron que la comida no es de la mejor, pero que tampoco es incomible, como en otras épocas. “Yo, a veces, cuando tengo para comprar mi almuerzo lo hago, pero cuando no, como sin problemas del rancho”, dijo uno de los internos.
Fuente: ABC
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