27/11/2014 8:06am
El salario mínimo no es un tema menor, de hecho es considerado como uno de los instrumentos principales a la hora de proteger a los trabajadores asalariados y “cuando se aplica en forma adecuada es una herramienta muy eficaz en la lucha contra la pobreza y la desigualdad”, mencionaba Elizabeth Tinono, directora regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe.
En este sentido, Paraguay cuenta con el salario mínimo más elevado de la región, ubicándose alrededor de US$ 384.
En once años, el mismo ha
evolucionado positivamente y ha mostrado un importante crecimiento,
duplicándose desde el año 2000 en el que el mismo alcanzaba los US$ 192.
Asimismo, se ubica muy por
encima que el promedio registrado (US$ 262), según el documento
“Incumplimiento del salario mínimo en América Latina”, elaborado por la
OIT.
En términos comparativos, por
debajo de Paraguay se encuentra Chile (US$ 366), en segundo lugar,
seguido de Brasil (US$ 325), Venezuela (US$ 324), Uruguay (US$ 310) y
Colombia (288).
En el último lugar, Bolivia presenta el monto más bajo con US$ 116 mensuales como el mínimo de renta de sus trabajadores.
MÍNIMO VS. MEDIO
La relación que tiene el salario
mínimo con aquellos pagados efectivamente en la economía es otra de las
comparaciones habituales para determinar su nivel, ya que en cierta
medida el resultado puede asimilar la capacidad de pago de las empresas.
En este sentido, Paraguay se
encuentra bastante bien posicionado, ya que el salario mínimo se ubica
alrededor del 80% del salario medio por hora al igual que en Ecuador y
bastante superior a Uruguay cuya relación apenas es del 24%, siendo una
de las más bajas, según el informe proporcionado.
Por detrás del país –del peor
posicionado al mejor- también se encuentran Brasil (31%), Chile (35%),
Perú (54%) y Colombia, cuya relación entre salario mínimo y el salario
medio es del 60%.
PROBLEMAS
Uno de los problemas a los que
se enfrenta la región es el alto grado de incumplimiento de este que
fue establecido como “piso” de remuneración a las personas por la
realización de sus actividades, ya que su utilización como “techo” es
una de las mayores distorsiones que se crean alrededor de este
indicador.
Se debe tener en cuenta que la
cuestión principal pasa por el grado de satisfacción que ofrezca la
cifra asignada al trabajador en cuanto a sus necesidades.
Como reza el documento: “Un
salario mínimo muy bajo seguramente tendrá un alto grado de
cumplimiento, pero será insuficiente en su misión de proporcionar un
ingreso que permita satisfacer las necesidades básicas de los
trabajadores y sus familias. En cambio, un salario mínimo elevado podrá
satisfacer de mejor manera esas necesidades, siempre y cuando no redunde
en la destrucción de empleo y su cumplimiento sea efectivo”.
Uno de los más grandes retos de la región y del mundo es la erradicación de la pobreza y, aún más, de la pobreza extrema.
El salario debe garantizar la seguridad alimentaria del propio trabajador y de su familia.
Por otro lado y no menos
importante, es necesario el fortalecimiento del área rural en términos
de mercado laboral, ya que según los datos regionales, los salarios son
bastante inferiores a medida que se aleja del área urbana, a lo que se
suma una menor cantidad de asalariados en relación con el total estos
problemas tienen gran impacto en la falta de formalidad del empleo,
especialmente en el área que se configura como la más vulnerable.
PROPORCIÓN
Si bien los resultados indican
que Paraguay se encuentra mejor posicionado que muchos otros países de
la región, el problema principal es el que se mencionaba más arriba; en
muchas ocasiones el salario mínimo es considerado como un techo antes
que como un piso.
Al segundo trimestre del 2014
indican que el 31,1% de los trabajadores asalariados en Asunción y área
metropolitana cobran menos de un salario mínimo, siendo esta una
proporción importante de la mano de obra.
Según los datos proporcionados
por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), el
otro porcentaje importante (32,6%) cobra mensualmente entre uno u un
salario mínimo y medio y el 15,9% entre dos y 2,5 salarios mínimos.
Sólo el 20,4% supera los dos
salarios mínimos mensuales. Se debe tener en cuenta que en el área rural
estas proporciones son aún más ensanchadas hacia los niveles de menores
ingresos.
El nivel educativo también se
encuentra bastante ligado al salario, ya que a mayor grado de
instrucción, mayor retorno de la inversión y, en ese sentido, mayores
ingresos.
rsegovia@5dias.com.py
Fuente: dias
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