A fines de 2013 y ya cercano el Año Nuevo, es hora de hacer análisis de coyuntura sobre nuestro país, el resto de Sudamérica y del mundo globalizado.
Al respecto, muy oportuna fue la conferencia triple brindada el 10 de diciembre pasado en el Banco Central del Paraguay.
Fueron expositores Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para América Latina, que se explayó sobre la situación en América Latina y el resto del mundo; el presidente del Banco Central del Paraguay, Carlos Fernández Valdovinos, y el ministro de Hacienda, Germán Rojas.
Los dos últimos hablaron sobre cómo le irá a la economía del Paraguay en el 2014: perspectivas económicas, cuyo informe completo está en http://wrld.bg/rBhtW y en www.bcp.gov.py.
CRISIS DEL QUINQUENIO 2008-2012:
CONTENIDA POR LOS BRIC.
Las grandes economías de Brasil, Rusia, India y China, aquí en orden alfabético de BRIC, ejercieron un saludable efecto compensatorio en los últimos cinco años, cuando los todopoderosos Estados Unidos (EEUU) y la Unión Europea (UE) cayeron en la más amplia y profunda crisis económica y financiera de la humanidad, no vista desde hacía 80 años. Mientras los EEUU y la UE caían en recesión y estancamiento, la fuerte demanda interna de los BRIC compraba productos (bienes y servicios) de los EEUU y la UE, evitándose de esa forma que la economía global cayera aún más.
MEGAECONOMÍAS EMERGENTES CRECEN MENOS HOY.
La coyuntura internacional ha empezado a cambiar en el transcurso de 2013. Los EEUU articularon un crecimiento económico relativamente razonable ya desde 2012, pero con problemas en el mercado del trabajo.
Ese año, la UE seguía inmersa en recesión, pero durante el 2013 muestra atisbos de recuperación, liderados por la economía alemana, con altísimos niveles de exportación. La caída en los precios de los alimentos y de los minerales así como el anuncio en mayo de 2013 de que la Banca Central norteamericana empezaría a retirar del mercado doméstico de ese país los multimillonarios incentivos monetarios condujeron a que el crecimiento de las economías emergentes se volviera más lento.
En América Latina, los ajustes hacia abajo realizados en octubre de 2013 por el Fondo Monetario Internacional, especialmente con respecto a Brasil y a Argentina –que crecerán solo en la franja del 2,5 al 4,5%– fueron el reflejo de que esta gran región estaba creciendo efectivamente menos.
Dentro de ese contexto, Paraguay es una excepción, con ventajas y desventajas macroeconómicas, sociales y ecológicas, pero prevaleciendo las primeras versus integración internacional y negocios.
PARAGUAY: ALTIBAJOS EN EL PIB CON PROMEDIO ANUAL DE +4,8% EN ESTABILIDAD MONETARIA.
Siendo una de las economías más abiertas de la región, en términos de comercio exterior, nuestro país no deja de estar fuertemente expuesto a lo que ocurre en ella y en el resto del mundo.
Pero cuenta con dinámica propia, en la que la interacción de las fuerzas económicas, políticas y sociales ha puesto en marcha un alto y errático crecimiento del PIB, desigual y excluyente, en perjuicio de una integración doméstica más equitativa dentro del aparato de producción, en contra de la justicia social –la pobreza extrema no disminuye ni en épocas de prosperidad– y del medioambiente –inmerso en un caos de proporciones alarmantes–.
Dentro de ese contexto, sin embargo, la estabilidad monetaria –con inflación meta en torno al 5%–; la previsibilidad cambiaria versus un tipo de cambio que asume las tendencias de los mercados nacional, regional y mundial ante un Banco Central atento a las mismas y a la especulación; la libre convertibilidad y un déficit controlable en las cuentas públicas más las recientes leyes de Responsabilidad Fiscal y de Alianza Público-Privada han logrado un favorable ambiente de negocios para la radicación local de inversiones.
La corrupción y la impunidad, no obstante, pueden hacerle una mala jugada a este país, si no se encuentra la forma de superarlas.
Las grandes economías de Brasil, Rusia, India y China, aquí en orden alfabético de BRIC, ejercieron un saludable efecto compensatorio en los últimos cinco años, cuando los todopoderosos Estados Unidos (EEUU) y la Unión Europea (UE) cayeron en la más amplia y profunda crisis económica y financiera de la humanidad, no vista desde hacía 80 años. Mientras los EEUU y la UE caían en recesión y estancamiento, la fuerte demanda interna de los BRIC compraba productos (bienes y servicios) de los EEUU y la UE, evitándose de esa forma que la economía global cayera aún más.
MEGAECONOMÍAS EMERGENTES CRECEN MENOS HOY.
La coyuntura internacional ha empezado a cambiar en el transcurso de 2013. Los EEUU articularon un crecimiento económico relativamente razonable ya desde 2012, pero con problemas en el mercado del trabajo.
Ese año, la UE seguía inmersa en recesión, pero durante el 2013 muestra atisbos de recuperación, liderados por la economía alemana, con altísimos niveles de exportación. La caída en los precios de los alimentos y de los minerales así como el anuncio en mayo de 2013 de que la Banca Central norteamericana empezaría a retirar del mercado doméstico de ese país los multimillonarios incentivos monetarios condujeron a que el crecimiento de las economías emergentes se volviera más lento.
En América Latina, los ajustes hacia abajo realizados en octubre de 2013 por el Fondo Monetario Internacional, especialmente con respecto a Brasil y a Argentina –que crecerán solo en la franja del 2,5 al 4,5%– fueron el reflejo de que esta gran región estaba creciendo efectivamente menos.
Dentro de ese contexto, Paraguay es una excepción, con ventajas y desventajas macroeconómicas, sociales y ecológicas, pero prevaleciendo las primeras versus integración internacional y negocios.
PARAGUAY: ALTIBAJOS EN EL PIB CON PROMEDIO ANUAL DE +4,8% EN ESTABILIDAD MONETARIA.
Siendo una de las economías más abiertas de la región, en términos de comercio exterior, nuestro país no deja de estar fuertemente expuesto a lo que ocurre en ella y en el resto del mundo.
Pero cuenta con dinámica propia, en la que la interacción de las fuerzas económicas, políticas y sociales ha puesto en marcha un alto y errático crecimiento del PIB, desigual y excluyente, en perjuicio de una integración doméstica más equitativa dentro del aparato de producción, en contra de la justicia social –la pobreza extrema no disminuye ni en épocas de prosperidad– y del medioambiente –inmerso en un caos de proporciones alarmantes–.
Dentro de ese contexto, sin embargo, la estabilidad monetaria –con inflación meta en torno al 5%–; la previsibilidad cambiaria versus un tipo de cambio que asume las tendencias de los mercados nacional, regional y mundial ante un Banco Central atento a las mismas y a la especulación; la libre convertibilidad y un déficit controlable en las cuentas públicas más las recientes leyes de Responsabilidad Fiscal y de Alianza Público-Privada han logrado un favorable ambiente de negocios para la radicación local de inversiones.
La corrupción y la impunidad, no obstante, pueden hacerle una mala jugada a este país, si no se encuentra la forma de superarlas.
Fuente: ultimahora
P.U.M.A.: es importante destacar que los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), se han convertido en BRICS con la inclusión de Sudáfrica como economía "emergente".
También es importante mencionar que la pobreza, sí se ha reducido, pasando de 35% en 2009 a 32% en 2011. Mientras que la pobreza extrema ha pasado del 24% en 2009 al 18% en 2011.
Además, existe la promesa de los "administradores de turno de la economía nacional" de bajar la pobreza extrema al 7% para el 2.018.
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