Fue baterista de la icónica banda de punk rock Ramones, entre finales
de 1982 y 1987. Con un segundo álbum solista recién editado, Richie
Ramone llega a Asunción este mes.
Richie editó su primer disco solista en el 2013 (Entitled), tras permanecer alejado de la industria por una década. Tres años después lo hizo de nuevo con Cellophane, su más nuevo lanzamiento, con el que vendrá por primera vez al Paraguay.”Tocaremos canciones de mi primer disco y mi nuevo álbum, que acaba de ser lanzado por DC Jam Records”, dice a ABC Revista en una entrevista. “También tocamos canciones que escribí para Ramones en los 80 y, por supuesto, algunos clásicos de ellos. Esa fusión funciona bien y lo convierte en un gran espectáculo, que es agresivo y peligroso”.
-Fuiste el único baterista que participó como vocalista líder en canciones de Ramones. Hurgando en tus raíces, ¿de dónde nace esa habilidad multifacética?
-Cuando era chico quería cantar y tocar la batería en la banda de mi hermano mayor. A los 12 ya estaba tocando en vivo y tenía una idea de cómo hacerlo. Realmente es una segunda naturaleza para mí.
-De todas las canciones que escribiste para Ramones, ¿cuál considerás fundamental, según tu criterio personal?
- Somebody Put Something In My Drink es la que elegiría. Se hizo muy popular y los Ramones la tocaron en cada concierto, hasta su último show, en 1996.
-Estuviste más de 10 años alejado de la escena, sin tocar siquiera la batería. ¿Qué te dejaron esos años sabáticos?
-Había perdido el deseo de escribir canciones y sentí que necesitaba un receso de la escena musical. Simplemente, me había desgastado y no tenía sentido continuar con la forma en que me sentía. Un día todo eso volvió a mí y me di cuenta de que tocar estaba en mi sangre y que algo le faltaba a mi alma. ¡También tuve un largo descanso! (risas).
-En algún momento reconociste que existieron diferencias artísticas con Johnny Ramone. Incluso, lo definiste como “una figura poco sana”. A esta altura, ¿cómo lo recordás?
-No recuerdo haber dicho que era una figura “poco sana”, solo que estábamos juntando las cabezas y no nos mirábamos a los ojos. Era la banda de Johnny (N. de R.: cofundador y único guitarrista de Ramones) y tenías que adaptarte a sus reglas... hasta donde entiendo. Pero ahí había cosas que quería y no pudimos llegar a un acuerdo al respecto. Johnny fue el último profesional y un verdadero ícono en el negocio, y siempre será recordado así. Él hizo su camino, y le doy todo mi respeto en cuanto a eso.
-En ocasiones reconociste también que la banda fue vetada por la radio en los Estados Unidos. ¿Realmente los medios los dejaban de lado?
-La radio en los Estados Unidos no es como en otras partes del mundo. Tenés que vender una gran cantidad de discos para estar en la radio, por eso no nos trataban muy bien... Pero tuvimos los mejores fans del mundo que nos apoyaban, por lo que girábamos y tocábamos todo el tiempo.
-En el 2013 editaste tu primer disco solista (Entitled). ¿Por qué tardaste tanto?
-Realmente no sé... como dije recién, estuve un tiempo fuera y yo no fuerzo nada. Solo dejo que la vida se haga cargo y todo caiga en su lugar.
-Fueron una importante influencia para varias generaciones. De las bandas que los precedieron, ¿cuáles te gustan más?
-Sex Pistols y The Clash fueron dos grandes bandas que salieron del sonido de Ramones. Hay muchas de las que podríamos hablar, pero esas dos se volvieron muy populares.
Los Ramones fueron una de las primeras bandas de música punk de la historia. Sus primeros cuatro discos, Ramones (1976), Ramones Leave Home (1977), Rocket to Russia (1977) y Road to Ruin (1978), resumen la esencia de una de las bandas más imprescindibles del rock.
Con la rebeldía y diversión como filosofía de vida, la recordada agrupación partió del rock de los 50 y los 60 —de MC5 a los Stooges de Iggy Pop—, el cómic y las películas de terror de clase B para cultivar una identidad musical que sirvió de base para bandas como Sex Pistols, The Clash, The Pixies, Metallica, Nirvana, The Strokes y The Offspring.
Sepa más
Richie Ramone en Asunción Miércoles 24 de agosto en Kilkenny Irish Pub. Entradas a G. 60.000, a la venta en la Red UTS.
jorge.coronel@abc.com.py
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