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Hay cerca de 10 mil kilómetros de distancia, incluido un océano, entre Yvyrarovana en Canindeyú y Morogoro en Tanzania. Allí está empezando a cumplir sus sueños Palmira Mereles. Una joven paraguaya que es un ejemplo de superación para todos nosotros.
Palmira Mereles: De Ybyrarovaná a Morogoro
Cuando Palmira tenía 7 años, solía reunirse con su hermano menor, sus primas y amiguitas en las calurosas siestas de Ybyrarovaná y jugaban a la “empresita”. Ese era el nombre que le daban a un juego de roles inventado por ellos en el que fingían ser funcionarios de la ANDE, despenseros, de bancos y de otras instituciones; fingían transacciones y utilizaban hojas como dinero.
En las mañanas se levantaba a las 4 am ya que a las 4.30 pasaba el ómnibus que la trasladaría a la ciudad de Katueté en donde estudiaba en el colegio 'San Enrique de Osso'. Las clases empezaban a las 7 de la mañana y terminaban a las 11; no llegaría a su casa hasta la 1 de la tarde. Más adelante, cambiaría sucesivamente de colegios, alternando con Salto del Guairá, Ybyrarovaná y Katueté.
Ella no lo sabía entonces, pero estos duros momentos, combinados con una visión empresarial temprana, la estaban preparando para desafíos aún más importantes.
Hacia principios del año 2009, la visita de un primo de su padre cambiaría su vida. En efecto, llegado el momento de elegir un colegio secundario para hacer su bachillerato, dicho pariente les comentó sobre un nuevo colegio exclusivamente para señoritas que estaba abriendo sus puertas en la reserva del Mbaracayú.
Palmira y sus padres no lo pensaron dos veces y hasta ahí se dirigieron. Palmira sería una de las primeras alumnas en ser admitidas en el Centro Educativo Mbaracayú (CEM) el 2 de marzo de 2009, graduándose el 18 de diciembre de 2011 como la mejor entre 59 alumnas con un promedio de 4,7. Más adelante, su participación en el Foro de Emprendedores Paraguay - FEP, el lograr el tercer puesto para el Centro Educativo Mbaracayú entre los mejores colegios del país, y el premio recibido de un viaje a México, serían apenas la continuidad de los éxitos cosechados a fuerza de tesón y esfuerzo.
De todos modos, egresar como mejor alumna no fue un accidente en la vida de Palmira; ella siempre lo fue. En tercer grado, por ser la mejor graduada, su padre don Francisco, le regaló su primera computadora, una de escritorio marca 'Satellite' con su respectiva impresora HP. Sin pérdida de tiempo y luego de unos pocos días de familiarizarse con su nuevo equipo, Palmira, a la edad de 9 años, iniciaba su primera empresa: copias por computadora. “Empresita” tornándose realidad tan solo 2 años después.
Como los alumnos deben realizar una pasantía de tres meses en un entorno real y en otro país diferente a Costa Rica, Palmira contactó con la oficina de la Fundación Paraguaya en Tanzania a sabiendas de que aquí estamos replicando el modelo de escuelas financieramente autosuficientes. La aceptamos sin dudar, llegando Palmira al aeropuerto de Dar es Salaam el pasado 26 de agosto. Ella se encuentra brindando asesoramiento profesional a los colegios de Mafinga, Ifunda y Morogoro.
Palmira es un ejemplo de superación personal y nos sentimos honrados de tener en Tanzania a una hija de nuestro modelo educativo.
El atardecer se cierne lentamente sobre Morogoro cuando terminamos la entrevista. Palmira deja sus ojos fijos en las montañas Uluguru, como absorta en sus pensamientos. ¿Estará pensando en las hojas necesarias que aún le faltan para tornar su “empresita” realidad?
A este ritmo, estoy seguro que ya le falta muy poco.
Fuente: ejempla.com
Cuando Palmira tenía 7 años, solía reunirse con su hermano menor, sus primas y amiguitas en las calurosas siestas de Ybyrarovaná y jugaban a la “empresita”. Ese era el nombre que le daban a un juego de roles inventado por ellos en el que fingían ser funcionarios de la ANDE, despenseros, de bancos y de otras instituciones; fingían transacciones y utilizaban hojas como dinero.
En las mañanas se levantaba a las 4 am ya que a las 4.30 pasaba el ómnibus que la trasladaría a la ciudad de Katueté en donde estudiaba en el colegio 'San Enrique de Osso'. Las clases empezaban a las 7 de la mañana y terminaban a las 11; no llegaría a su casa hasta la 1 de la tarde. Más adelante, cambiaría sucesivamente de colegios, alternando con Salto del Guairá, Ybyrarovaná y Katueté.
Ella no lo sabía entonces, pero estos duros momentos, combinados con una visión empresarial temprana, la estaban preparando para desafíos aún más importantes.
"Palmira, a la edad de 9 años, iniciaba su primera empresa: copias por computadora"Palmira Mereles nació el 2 de junio de 1994 en el hogar formado por don Luis Francisco Mereles (44) y Herma Marycel Villaba (44). Su “hermanito”, como ella suele decir, es Luis Alberto de 18 años. Todos oriundos de Ybyrarovaná.
Hacia principios del año 2009, la visita de un primo de su padre cambiaría su vida. En efecto, llegado el momento de elegir un colegio secundario para hacer su bachillerato, dicho pariente les comentó sobre un nuevo colegio exclusivamente para señoritas que estaba abriendo sus puertas en la reserva del Mbaracayú.
Palmira y sus padres no lo pensaron dos veces y hasta ahí se dirigieron. Palmira sería una de las primeras alumnas en ser admitidas en el Centro Educativo Mbaracayú (CEM) el 2 de marzo de 2009, graduándose el 18 de diciembre de 2011 como la mejor entre 59 alumnas con un promedio de 4,7. Más adelante, su participación en el Foro de Emprendedores Paraguay - FEP, el lograr el tercer puesto para el Centro Educativo Mbaracayú entre los mejores colegios del país, y el premio recibido de un viaje a México, serían apenas la continuidad de los éxitos cosechados a fuerza de tesón y esfuerzo.
De todos modos, egresar como mejor alumna no fue un accidente en la vida de Palmira; ella siempre lo fue. En tercer grado, por ser la mejor graduada, su padre don Francisco, le regaló su primera computadora, una de escritorio marca 'Satellite' con su respectiva impresora HP. Sin pérdida de tiempo y luego de unos pocos días de familiarizarse con su nuevo equipo, Palmira, a la edad de 9 años, iniciaba su primera empresa: copias por computadora. “Empresita” tornándose realidad tan solo 2 años después.
"Hoy dia, Palmira está cursando el tercer año de Agronomía en la EARTH University, con un promedio general de 9,3 de 10 posible"Volviendo al año de su graduación en el CEM, es decir, a finales de 2011, la agrónoma Victoria Diaz, antigua estudiante de EARTH University en Costa Rica, les dio la noticia a todas las estudiantes sobre la posibilidad de aplicar al examen de admisión con beca completa a dicha universidad. Palmira no lo dudó un instante, se inscribió y entre más de 18 postulantes en todo el Paraguay ella obtuvo el único lugar disponible para nuestro país, una vez más, con las mejores notas. Hoy dia, Palmira está cursando el tercer año de Agronomía en la EARTH University, con un promedio general de 9,3 de 10 posible.
Como los alumnos deben realizar una pasantía de tres meses en un entorno real y en otro país diferente a Costa Rica, Palmira contactó con la oficina de la Fundación Paraguaya en Tanzania a sabiendas de que aquí estamos replicando el modelo de escuelas financieramente autosuficientes. La aceptamos sin dudar, llegando Palmira al aeropuerto de Dar es Salaam el pasado 26 de agosto. Ella se encuentra brindando asesoramiento profesional a los colegios de Mafinga, Ifunda y Morogoro.
Palmira es un ejemplo de superación personal y nos sentimos honrados de tener en Tanzania a una hija de nuestro modelo educativo.
El atardecer se cierne lentamente sobre Morogoro cuando terminamos la entrevista. Palmira deja sus ojos fijos en las montañas Uluguru, como absorta en sus pensamientos. ¿Estará pensando en las hojas necesarias que aún le faltan para tornar su “empresita” realidad?
A este ritmo, estoy seguro que ya le falta muy poco.
Fuente: ejempla.com
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