Superación verde olivo
Contrariamente a la creencia popular de la escasa formación y voluntad de los que se enrolan en el Ejército, dos jóvenes soldados lograron hacerse con plazas en el Instituto Superior de Telecomunicaciones, superando a civiles y oficiales de alto rango.
El instituto creado en 2015, recibió 65 postulantes este año en su segunda promoción, entre oficiales de Policía, personal militar de todas las categorías, y civiles, quienes pujaban por una de las 24 plazas disponibles.
De todos los postulantes, solo cuatro soldados se animaron a presentarse a los exámenes de ingreso, y a primera vista eran los de menor chance teniendo en cuenta que están en el fondo de la línea jerárquica del Comando de Comunicaciones de las Fuerzas Armadas, y son oriundos de ciudades del interior.
Julio César Martínez (21), soldado recluta de 21 años, alcanzó el 94 por ciento del puntaje, situándose cuarto en la tabla de ingreso, mientras que el soldado de 20 años Jesús González logró el 70 por ciento, contra todos los pronósticos superando incluso a militares de mayor formación.
“Es una competencia abierta, podés ser teniente o subteniente pero si no tenés puntaje, no ingresás. Este año hubo 65 postulantes, de los cuales solamente ingresaron 16, diez de ellos son militares - entre ellos los dos reclutas - un personal policial y cinco civiles”, nos cuenta el coronel Carlos Bazán, del Comando de Comunicaciones de las FF.AA.
Los postulantes, que desean formarse como técnicos superiores en telecomunicaciones deben superar las pruebas de matemáticas, física, castellano y un test psicotécnico.
“Ellos clasificaron y hoy día son alumnos regulares del Instituto y al mismo tiempo cumplen su servicio militar obligatorio. Estando como soldados iniciaron el proceso, en su deseo por superarse”, destacó Bazán.
El recluta Martínez, oriundo de Paraguarí, prolijamente uniformado cuenta que desde adolescente siempre le gustó la carrera militar, entonces le manifestó a su familia ese deseo y una vez en cumpliendo el Servicio Militar Obligatorio, fue por más y se postuló para el instituto. “El examen más fuerte fue castellano y matemática”, refiere.
Por su parte, el soldado González, de Eusebio Ayala, contó que estudiar prestando el servicio militar es mucho más complicado, más aún ocupando la posición en la que están, pues deben aprovechar sus únicos ratos libres para estudiar, de siesta y por la noche después de las 20:00 antes de dormir, lo que limita bastante sus posibilidades frente a los demás postulantes, pues las actividades castrenses arrancan a las 5:00.
A pesar de las limitaciones, Martínez - con una sonrisa de satisfacción - destaca que pudieron superar a oficiales de mayor rango e incluso a civiles, quienes cuentan con más tiempo para dedicar al estudio, lo que hace aún más loable el sitio donde hoy se encuentran.
“Acá lo destacable es que el militar debe esforzarse más, porque a la par de su servicio con el ejército, les queda solamente estudiar en su tiempo libre. Es un gran sacrificio para superarse”, exclamó el coronel Bazán.
CLASE CON CIVILES
El curso de dos años en el Instituto Superior de Telecomunicaciones reúne a civiles, militares y policías en una experiencia de aprendizaje poco usual. “La experiencia con civiles es bastante positiva. La cuestión es que nos manejamos siempre dentro de algunos parámetros militares, la disciplina y el patriotismo específicamente. En ese contexto los ingresantes son informados que hay que adaptarse a las reglamentaciones de la institución, por ejemplo, en ningún otro instituto se canta el himno, y acá se entona los lunes y viernes; hay que venir para la hora indicada del inicio de la jornada, no es que se viene directo para las clases”, manifiesta Bazán.
Ambos soldados coincidieron que las clases se desarrollan en armonía con los civiles, incluso les preguntan mucho de la vida militar, lo que demuestra buen el relacionamiento.
“No hay ningún tipo de diferenciación, no hay prioridad ni el oficial sobre el suboficial, ni el soldado sobre el civil, esa es la tendencia de relacionamiento”. En cuanto a la designación de delegados, a diferencia de los institutos educativos normales, estos son producto del rendimiento en los exámenes, actualmente es un suboficial de forma provisoria pero en las primeras pruebas se junio se conocerá al nuevo. “En el primer examen veremos cuál es el delegado, cualquiera puede llegar a serlo, solo depende del esfuerzo”.
Fuente: ABC
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