María Belén Marín Vysokolán es una joven de 21 años que logró, tras intentarlo durante tres años, acceder a una beca de la República de China Taiwán.
La estudiante fue medalla de oro de su promoción en el colegio y estudiará la carrera de diplomacia, luego de aprender chino mandarín, idioma con el que se desenvuelve en el país asiático.
Por Belén Pardes | @Belen_Paredes
María Belén Marín Vysokolán se encuentra estudiando en Taiwán desde agosto de 2014. Fue admitida en la National Cheng Chi University, una de las más prestigiosas para estudios referentes a Diplomacia y Negocios de la isla asiática.
En esta nota, ella habla acerca de sus motivaciones y cómo quiere aportar con su conocimiento a que el Paraguay pueda neutralizar sus índices de pobreza y déficits de educación. Asimismo, y a propósito del debate generado a raíz de las becas y quiénes deben beneficiarse, la joven cuenta su experiencia para la obtención de la misma.
¿Cómo se dio tu viaje a Taiwán?
Terminé mis estudios en el Colegio Chiang Kai Shek, fui medalla de oro de la promoción 2011. Apliqué por 3 años seguidos. Las dos primeras veces quedé en lista de espera como suplente, y en el 2014, la tercera fue la vencida, quedé como titular y ahora ya hace 10 meses que estoy estudiando aquí.
Esta beca, que no sé si muchos conocen o no se animan a aplicar, por ser literalmente del otro lado del mundo, es una beca completa. Los estudios, la vivienda, alimentación, transporte, todo cubierto, en un país lleno de cultura, tradición y desarrollo admirables. Otro valor es que no se requiere del conocimiento del idioma para aplicar a la beca.
¿Qué estás estudiando?
Me encuentro en mi último trimestre de estudios del idioma chino mandarín, junto a otros 12 compatriotas también beneficiados con la misma beca, en la Fo Guang University, que es uno de los mejores centros de idiomas con los que cuenta Taiwán.
Recientemente fui aceptada en la National Cheng Chi University, una de las universidades más prestigiosas de Taiwán y la mejor para estudios referentes a Diplomacia y Negocios, pues es la incubadora de la alta función pública en Taiwán, donde el actual presidente fue profesor de leyes.
Este año había solo 6 cupos para extranjeros, donde ingresé número 2. Después de 4 años vuelven a aceptar a alguien de Paraguay en la carrera de diplomacia. Aquí inicio mis estudios, completamente en el idioma chino mandarín, en septiembre de este año.
María Belén explicó que llegó hace 10 meses y, primeramente, comenzó a estudiar chino mandarín, para lo cual también debe realizar presentaciones y exposiciones. Una de ellas es la que realizó para el final del trimestre, destacándose que la misma se debió realizar por completo en el idioma aprendido.
¿Podrías darnos detalles del video que nos facilitaron?
En ese video estaba haciendo mi presentación final del trimestre en la universidad, donde nos dieron a libre elección el tema a exponer y decidí hablar sobre la realidad de la educación paraguaya, triste realidad, que conmovió hasta las lágrimas a una de mis profesoras, que me escribe después un mensaje diciéndome "Por favor, estudiá y estudiá mucho y andá a ayudar a tu gente".
En Paraguay tuve la oportunidad de palpar la realidad de nuestra educación, pues me encontraba prestando servicios en 'Juntos por la Educación', coordinando programas de responsabilidad social que buscaban las mejoras en infraestructura de las escuelas de gestión oficial. Allí es como que mi deseo de elevar la educación paraguaya se convirtió en mi sueño. Y me propuse empezar por mí misma, así que acá estoy.
¿Qué significa para vos poder estudiar fuera del país?
Estudiar afuera hace que puedas aprender con el otro, intercambiar cultura. Acá están enamorados de nuestra danza, de nuestros trajes típicos, de nuestra música. Donde hay un paraguayo, el profesor ya sabe que ese feroz termo y su guampa son sinónimos de "té paraguayo", como le dicen ellos. Mis profesoras incluso aprendieron palabras en guaraní.
María Belén Marín Vysokolán se encuentra en Taiwán desde agosto de 2014. / Foto: Gentileza.
Estudiar en el exterior te abre los ojos, siento que nos sacude, pues estar en un país de primer mundo, hace que te pongas a pensar en cómo sería Paraguay si tuviera todo esto, cómo sería su gente, cómo sería su juventud. Pero lo más lindo de estudiar afuera para mí es que, al ver todo esto, soñás, soñás con un país mejor y es como que toda tu energía se enfoca en tu meta, en graduarte y poder regresar a tu país a aplicar todo lo que viste y aprendiste.
Yo aprendí que en el exterior dejé de ser "Belén Marín" a secas, para convertirme en "LA PARAGUAYA, Belén Marín", porque Paraguay está en todo lo que yo hago y en cada palabra que sale de mi boca. Estudiar en el exterior te recuerda todos los días de dónde venís y a dónde tenés que volver. De hecho, hoy se gradúan más de 20 paraguayos que regresan en poco tiempo a Paraguay con miras hacia un país mejor.
¿Crees que hay posibilidades para los jóvenes a nivel local, jóvenes que deseen salir adelante, pero muchas veces no tienen recursos?
Las oportunidades están. Pero tenemos que tener las ganas, la determinación y el valor de saber que uno va a caer, de que no van a salir las cosas como las esperamos en el primer intento. Yo creo que uno, cuando se fija algo, hace hasta lo imposible para conseguirlo. Pero así también creo que nuestro sistema tiene que colaborar.
No puede ser que un becado para conseguir sus documentos tenga que ir a pasearse por todos los edificios del Ministerio de Educación, repartidos por el país, para conseguir una firma y dos sellos. Tengo compañeros de beca, que con muchísimo esfuerzo de sus padres cruzaron el país varias veces por semana para conseguir la documentación necesaria.
¿Cuál es el principal desafío con que te encontraste para alcanzar esta meta?
Yo creo que el desafío más grande de venir, no solo para mí sino también para los más de 100 paraguayos que estudiamos acá, es tener tan lejos a nuestra familia, saber que no es así de fácil comprarse un ticket de avión para ir a verlos, o saber que en Navidad ellos van a tener una Nochebuena en familia y vos probablemente estés con finales del semestre.
Compartiendo con algunas profesoras de la universidad donde estudia. / Foto: Gentileza.
¿Cuál es tu meta una vez que culmines tus estudios en Taiwán?
Una vez que termine mis estudios, sin dudar, regreso a Paraguay, vuelvo a mi país a ser parte de esa generación refundadora de la patria. Y como graduada en Diplomacia, me gustaría contribuir con el Estado Paraguayo a gestionar su política exterior, donde podamos formar un espacio educativo común, coordinando políticas que puedan articular la educación con la integración de los países de la región, y así fomentar la fluidez, el intercambio y la formación de una identidad y ciudadanía regional, lo que significaría que lograr una educación de calidad para todos es posible. Estoy decidida en ser docente, así podré compartir el antecedente educacional del cual planeo emerger.
¿Qué opinión te merece la polémica generada en torno a Joshua Abreu, funcionario del BCP, becado a Oxford, que es hijo del pastor Emilio Abreu?
He leído bastante sobre el tema. A mí me enorgullece que un compatriota haya sido aceptado en una de las universidades más prestigiosas del mundo, fruto de su capacidad, porque vamos a estar de acuerdo que no cualquiera puede decir: "Me aceptaron en Oxford". Sin importar quién sea su padre, y los recursos con los que cuente o no cuente, este mérito es completamente suyo, por lo que valoro la decisión del BCP de becar a este joven. Valoro la importancia de tener gente capacitada en el Estado, gente que nos empuje para arriba y así crecer.
Si bien es cierto que hay miles de jóvenes capaces que también buscan una oportunidad de beca como esta, no considero que quitarle a uno para darle a otro sea la solución. ¿O acaso por no ser de bajos recursos no merezco que premien mis méritos, mi capacidad y mis ganas de estudiar?
Más que indignarme porque el hijo de un pastor se va a estudiar y seguir capacitándose para servir a mi país, me indigna saber que nuestra sociedad está tan destruida que, en vez de abrir bibliotecas, abrimos discotecas para jóvenes menores de edad. Me indignan los millones que estamos pagando a una secretaria vip, me preocupa adónde fue a parar nuestra política para que se candidate una mujer que se dio a conocer por presentar a su horno en una red social, que un diputado se preocupe más por tener un programa de televisión que por hacer su trabajo. Pero lo que aun más me duele es saber que es nuestra culpa, porque nosotros nos encargamos de ponerlos allí.
La joven agregó que los compatriotas becados fundaron la Asociación de Estudiantes Paraguayos en Taiwán, donde surgió la iniciativa "un abrigo, una sonrisa". Con ayuda de una universidad local, el grupo este invierno estará enviando 150 kilos de ropas destinados a niños y niñas necesitados del distrito de Yhú, departamento de Caaguazú. María Belén culmina la entrevista expresando que "estar lejos no hace que olvidemos las necesidades de nuestro país".
Fuente: ultimahora
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