Empresarios españoles y de Francia alabaron la capacidad laboral
de los paraguayos, dentro y fuera de Paraguay. Fue en presencia del
Presidente Cartes y funcionarios de su gobierno, en el marco de la
visita que realizan en la madre patria.
Para invertir en Paraguay hay que entender su cultura y adaptarse a ella. Después de que los representantes del Gobierno explicaran los planes estratégicos para ayudar a impulsar la economía del país latinoamericano y atraer a inversores españoles, las jornadas Invertir en Paraguay, organizadas por EL PAÍS este lunes en Madrid y patrocinadas por Itaipu Binacional, Rediex y Sudameris Bank. Allí han dado la palabra a los empresarios extranjeros que llevan décadas invirtiendo en el país.
¿Por qué se debe invertir en Paraguay? El sector privado lo tiene claro:
“Las perspectivas son interesantes”, ha apuntado el francés Sebastien Lahaie, consejero delegado del grupo Abbeyfield y director del banco Sudameris Bank. “Es un país joven, tanto en población como en la institucionalización y cuenta con una base sólida para fortalecerse a largo plazo”, explicaba después de subrayar también su buena posición geográfica. “Tiene estabilidad en una región con distintos problemas”.
“¿Por qué vamos a producir en Brasil si es un 40% más caro?”, ha apuntado Lahaie. En ese enclave estratégico, que abre las puertas de mercados limítrofes por un coste mucho menor, ha querido hacer hincapié también James Spalding, director general paraguayo de la hidroeléctrica Itaipú Binacional.
“El lujo de Paraguay es tener la hidroeléctrica y poder vender a terceros países. En 2013 tuvimos el récord mundial de generación de energía limpia. Hay disponibilidad energética al menos hasta 2035 y no hay subsidio a la tarifa energética”, ha señalado Spalding, que ha reconocido que los empresarios españoles no han asumido todavía el riesgo de descubrir Paraguay. Itaipú prepara en estos momentos un proyecto de saneamiento de agua potable a cuatro ciudades del sur, por 600 millones de dólares.
“Las oportunidades existen, hay futuro y estabilidad, y el Gobierno está interesado en hacer alianzas estratégicas”.
Belarmino Fernández, presidente del conglomerado de empresas de construcción, cerámica y financiera Grupo Arcallana, es uno de esos inversores españoles que ya hace 35 años dio el paso de invertir en el país de Latinoamérica. “Hay que conocer el mercado y tener a alguien que te guíe en su cultura”, ha apuntado Fernández mientras alejaba a los inversores de los miedos que pueden suponer la fuerza de los sindicatos o las seguridad social.
Fernández ha aplaudido, además, reiteradamente el valor de los trabajadores paraguayos. Algo en lo que ha coincidido Ignacio Ibarra, otro español afincado en el país y presidente de la filial en Sudamérica de la japonesa Fujikura, fabricante del 80% de los cables de Volskwagen y que tiene en su modelo de contratación la captación de jóvenes de entre 18 y 22 años.
“Hay un mercado grandísimo en los países limítrofes, pero, además, los mejores costes crean un mayor beneficio. Lo más destacado, aun así, es la tranquilidad institucional y la eficiencia empresarial”, ha puntualizado Ibarra, que asegura que la de Paraguay es su fábrica más eficiente y con mejores ratios. “La mano de obra es la mejor, la más exigente, respeta su trabajo –sin hacer inclinaciones- y ama a su empresa”, ha recalcado. “El ausentismo en Paraguay es del 0,4%. En México es del 4,3% y en Brasil del 5,4%”.
Sebastián, sin embargo, ha apuntado también a una de las asignatura pendiente en la conectividad del país. “Necesitamos mejores aerolíneas y más aviones. Pero están en camino”, ha anticipado.
Fuente: hoy.com.py
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