La antigua línea de medición de la pobreza extrema en el área rural
del país refleja porcentajes menores en el periodo comprendido desde
1997 hasta el 2008 (ver gráfico) a los encontrados posteriormente con la
modificación en el método de medición y que consistió simplemente en
aumentar el precio de la canasta básica de alimentos y la canasta básica
de consumo para el área rural y reducir el de las canastas para el área
urbana.
En el periodo del 2008 al 2009 se incorporó un cambio cuando en
el área rural el precio de la canasta de alimentos para calcular la
pobreza extrema se pasó de G. 49.000 por persona a G. 67.000. La
variación hecha por la DGEEC significó una modificación sustancial en la
metodología y aumentó en casi 40 por ciento el costo de la canasta que
se toma como referencia para medir la pobreza, lo cual distorsionó
completamente la cifra.
Así, con la antigua línea de medición de
la pobreza extrema en el área rural se reflejaba que en el 2008 solo 18
de cada 100 personas eran pobres extremos, mientras con el nuevo método
se registró un enorme salto a 31 personas por cada 100 que vivían en ese
incómodo segmento social. En el 2007, del 24,4% se incrementó al 34,0%;
en 2006 pasó de 26,3% al 35,9%; en el 2005, del 20,8%, al 24,3%; en el
2004 la pobreza extrema rural aumentó de 22,8% al 26,2%; en 2003, del
28,7% al 31,2%; en 2002, del 31,1% al 39,2%; en el 2001 pasó del 25,6%
al 28,2%; en 1999 del 26,5% al 31,4%, y entre 1997 y 1998 aumentó del
28,9% al 32,0%, según la comparación realizada por el economista Weber.
En
Paraguay se parte de una base establecida en 1997/1998, cuando se hizo
un trabajo llamado Encuesta Integrada de Hogares, en que la DGEEC tomó
los datos de las familias para determinar cuál era el consumo típico,
tanto de alimentación como de vestimenta y demás, el peso de cada
componente en el gasto familiar y el costo que este consumo tenía. A
partir de ahí se fijó un costo de una canasta de alimentos y de una
canasta de consumo para Asunción y su área metropolitana, otro para
interior urbano y otro para área rural.
Para Weber, el ajuste
realizado por la DGEEC es engañoso. Cada año se mide la pobreza total y
la pobreza extrema con las Encuestas Permanentes de Hogares (EPH) en el
área metropolitana, en el interior urbano y en las áreas rurales,
considerando el costo establecido en la Encuesta Integrada de Hogares de
1997/98, con una actualización conforme al Índice de Precios al
Consumidor (IPC) del Banco Central del Paraguay, que es donde radica
parte del problema.
El inconveniente surge, en primer lugar,
porque el IPC se calcula con una encuesta que se hace solo en el área
metropolitana, pero la DGEEC lo utiliza para actualizar los precios de
todo el país. En segundo lugar, porque la DGEEC toma el IPC general para
ajustar el precio de la canasta de alimentos, con lo cual se les imputa
a los alimentos la inflación de otros rubros, explicó.
Fuente: ABC
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