domingo, 17 de junio de 2012

Mujeres piloto: una profesión en auge constante en Paraguay


La aventura de volar

Marlene Aponte Branco, ABC Color. De niña, Belinda Sartori se emocionaba al ver despegar o aterrizar aviones. Hoy, a sus 24 años, ella es piloto aviador y forma parte de una camada de nuevos profesionales que ganan terreno en el país.
























-¿Cómo surge tu interés por volar?
-Todo empezó gracias a mi abuelo (Victoriano Cardozo). Él viajaba muchísimo por trabajo y era como algo religioso que todos en la familia vayamos a  espedirlo luego de su embarque. Lo único que yo esperaba era subirme a la terraza del aeropuerto para ver el despegue y aterrizaje de aviones, principalmente el despegue de mi abuelo. Tenía como cuatro o cinco años (ríe). El hecho de observar despegues y aterrizajes cada vez que iba al aeropuerto era algo necesario para que regrese feliz a casa. Al terminar el colegio, en el 2006, empecé a trabajar en TAM Airlines como agente de check-in en el aeropuerto, trabajo que me dio la posibilidad de involucrarme más con las actividades aeronáuticas y, al mismo tiempo, de pagar mis estudios de pilotaje.

-¿Quién fue la persona que te impulsó a decidirte por esta carrera? 
-Desde muy adentro, indirectamente, fue mi abuelo, quien hoy ya no está con nosotros, pero a mi papá (Carlos Sartori)desde un principio le encantó la idea y me dio el primer: “Dale, vos podés. ¡Me encanta!”. A mi mamá (Nilda Cardozo) no le gustó mucho la idea porque ella quería que estudie una carrera universitaria y esto del pilotaje era peligroso. Hoy en día, ella me apoya muchísimo y por fin le gusta.

-¿Cuándo fue la primera vez que volaste en un avión como pasajera y qué sentiste? 
-¡Wow! Fue en 1997, cuando tenía 10 años. Fui a la casa de una tía en Santiago de Chile. Me encantó y quedé impresionada con el paisaje, porque volamos sobre la cordillera de Los Andes. Esa es una de las grandes ventajas de la aviación: tener una vista amplia de todo este paisaje, que solo podemos conseguir volando.

-¿Cuándo realizaste tu primer vuelo como piloto y qué recordás de ese momento? 
-Fue en junio del año pasado. Salí a volar con mi instructor Rodolfo Zotti. Era una tardecita fría de invierno, pero el clima para volar estaba perfecto. Estábamos haciendo un ejercicio que se llama toque y despegue, en el Aeropuerto Silvio Pettirossi. En uno de los aterrizajes, él me dice que se iba a bajar del avión y que yo continúe haciendo el ejercicio, pero esta vez sola. Y fue así mismo: se bajó del avión, cerré la puerta, despegué, me tranquilicé, porque estaba superemocionada. Me acuerdo como si fuera ayer. ¡Ah! y como en cada “solada” —bautismo o bienvenida al mundo del pilotaje— no puede faltar el tradicional “baño de aceite”. Una experiencia única. Ni el más experimentado y antiguo piloto del mundo se olvidaría de su primer vuelo solo.

Pasión que crece 

Belinda confiesa que en su infancia no jugaba mucho con muñecas, porque prefería los juegos al aire libre. 


“Tenía que ser algo activo, entre esos estaba la pandorga. Mi papá le daba el primer impulso y luego yo la hacía volar hasta lo que dé el viento”, relata. 

-A mucha gente le da nervios volar. En tu caso, ¿alguna vez te dieron nervios o cómo superás eso? 
-(Ríe) Eso es cierto. Incluso algunas personas toman pastillas para calmarse, pero depende de cómo reacciona cada cuerpo y mente. El cuerpo también se acostumbra a volar, especialmente el de los pilotos, por la constante práctica. Personalmente no me tocó vivir una sensación de nervios o miedo. Busco estar lo más informada posible en cuanto al vuelo, reduciendo esos factores que no son buenos. Siempre en los vuelos de instrucción es importante una buena conversación o briefing con el instructor, para evitar esos nervios o algún sentimiento parecido que no ayuda para nada.

-¿Adónde volás? 
-Generalmente al interior, al Chaco principalmente. Conocí muchísimos lugares que nunca había escuchado antes. Me di cuenta de que tenemos que promocionar muchísimo más el turismo interno de nuestro país y, por qué no, hacerlo desde un avión. El año pasado, Belinda se recibió de piloto aviador civil en Aero Centro Cessna, donde también trabaja. “Estoy aprendiendo y me ayudan muchísimo. Formo parte del staff del Centro de instrucción. Enseño materias teóricas a los alumnos”, explica.

-¿Es cara esta carrera? 
-Depende del cristal. En realidad es más cara que una carrera de la universidad. El factor dinero no tiene que ser un obstáculo. Siempre digo que querer es poder. Hay personas que tienen más oportunidades que otras, pero con esfuerzo y sacrificio nada es imposible. La gratificación que te da esta carrera es impagable.

-Además de volar, ¿qué otras pasiones tenés? 
-Esta pregunta me hace acordar a algo relacionado con la aviación de vuelta. Una gran pasión es el paracaidismo deportivo. ¡Eso me encanta! Realicé algunos saltos. Dentro de poco me gustaría obtener mi Licencia de Paracaidista. Otra gran pasión que tuve que dejar un poco de lado por el estudio es el teatro. Hice teatro desde el 2005 hasta el 2010 en los talleres de Tana Schémbori y Juanca Maneglia. Realmente apasionante. Hice excelentes amigos ahí.

Una profesión que se afianza 

-¿Cuántas mujeres son pilotos en Paraguay?
-Tengo la suerte de conocer a Leti Ruiz. Es un gran ejemplo a seguir, ya que es la primera mujer paraguaya en tener la Licencia de Piloto de Línea Aérea. Es piloto, mamá, esposa. De todo un poco. Somos contadas las mujeres en la aviación local. Conozco a tres chicas pilotos, pero necesitamos más. O sea, conozco a cuatro chicas, incluyéndome. De seguro hay más mujeres, pero no ejercen el pilotaje como carrera.

-¿Es un campo que cada vez se abre más en nuestro país? 
-Así mismo. Los hangares están cada vez más full de aviones y la importación crece. En los años 90 hubo una crisis muy grande en el campo aeronáutico de nuestro país. Nos quedamos casi sin aeronaves. Actualmente, la realidad es otra. A la hora de viajar, las personas optan cada vez más por los seguros aviones, reduciendo enormemente el factor riesgo en las rutas. Cada vez se construyen más pistas ya sean rurales o no. Los proyectos aeronáuticos crecen. Es muy seguro volar.

-¿Qué oportunidades hay para crecer en este campo? 
La aviación ofrece diferentes ramas. Una de ellas es la Aviación General, en donde podremos encontrar monomotores y bimotores de baja y alta performance en una gran variedad de condiciones, como por ejemplo pistas de arena o pasto; bimotores con motores recíprocos y turbohélices en gran variedad, con tradicionales o avanzados equipos de aviónica. Otras ramas de la aviación son la Comercial (transporte de pasajeros), Aviación Deportiva, Fumigación, etcétera, cada una con sus diferentes requerimientos.

-¿Qué tipos de complicaciones tiene esta carrera? 
-Así como los médicos, los pilotos no contamos con horarios fijos. Estamos condicionados por el factor clima, que no siempre es favorable; entonces, un tipo de complicación es el atraso, pero siempre es por seguridad. Esto puede afectar tanto la partida como la llegada. Para que no ocurran mayores complicaciones es necesario el conocimiento, estudiar mucho, estar preparados para que un vuelo sea confiable y seguro. -

¿Qué condiciones debe tener una persona para ser piloto aviador? 
-El requisito básico para empezar a estudiar pilotaje es haber cumplido 16 años de edad. Es importante y necesario realizar un test psico-técnico y un examen médico para evaluar si la persona está en condiciones saludables mental y físicamente para volar.

-¿Cambiarías de carrera? 
-Jamás. Me voy a dedicar a la aviación como carrera. Siempre me acuerdo de esta frase: “La mejor aventura de la tierra está fuera de ella”.

Fuente: ABC


Contra todo pronóstico machista, una paraguaya pilota los Airbus de TAM


http://paraguay-un-milagro-americano.blogspot.com/2012/01/contra-todo-pronostico-machista-una.html


Se recibe la primera mujer piloto de helicóptero en Paraguay


http://paraguay-un-milagro-americano.blogspot.com/2011/12/se-recibe-la-primera-mujer-piloto-de.html


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