Cirujanos pediatras de Clínica con un complejo procedimiento quirúrgico
El pasado viernes 29 de enero, cirujanos pediatras del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, realizaron un complejo procedimiento quirúrgico conocido como “cirugía sagital posterior de Peña”. Técnica empleada para corregir una malformación anorrectal con fistula alta; a un menor de un año y ocho meses de edad, proveniente de Villarrica.
Las malformaciones anorrectales son defectos congénitos (problemas que ocurren cuando el feto se está desarrollando durante el embarazo), en los que el ano y el recto (el extremo inferior del tracto digestivo) no se desarrollan correctamente.
Al respecto, el Dr. Luis Sales, cirujano pediatra, refirió que en este caso, el niño nació con una malformación del polo caudal del embrión, es decir, no llegaron a formarse las vías urinarias ni las vías del recto; lo que hace que el niño no tenga posibilidades de defecar de manera normal.
Por lo que al nacer debió ser sometido primeramente a una colostomía, (cirugía de abertura en la barriga o pared abdominal) en el que se saca un extremo del intestino grueso a través de esa abertura, y las heces que se movilizan por el intestino, drenan a través del estoma hasta la bolsa adherida al abdomen.
Posteriormente se aguarda un período de crecimiento y nutrición del paciente, para seguidamente proceder a solucionar la parte distal, o sea, confeccionar el neo ano de tal forma que ese niño pueda restituir nuevamente su tránsito intestinal, mediante la técnica quirúrgica conocida como cirugía sagital posterior de Peña.
“Con este tipo de patologías de resolución quirúrgica, lo que buscamos es restituir su tránsito intestinal”.
El procedimiento consiste en descender el bolsón rectal y confeccionar el neo ano dentro de la poca musculatura que presentan los niños malformados a ese nivel; utilizando el complejo muscular común formado por el esfínter externo y el elevador del ano.
El especialista indicó que "un niño con estas características puede crecer y desarrollarse con ayuda de una colostomía, pero con escasa calidad de vida ya que no puede realizar muchas actividades como jugar al futbol, correr y muchas otras actividades que condicional su nivel de vida”. Y a medida vaya creciendo, su nivel de relacionamiento se verá aún más afectado.
“De esta manera mejoramos la calidad de vida de estos niños; porque no podemos robarle un minuto de su infancia, razón por la cual como médicos nos dedicamos y tratamos de operarles lo antes posible”.
La intervención quirúrgica tuvo una duración de casi 4 horas, y estuvo a cargo del equipo de cirugía pediátrica compuesto por dos cirujanos pediatras, un anestesiólogo, una enfermera, dos instrumentadores quirúrgicos, más el pediatra de cabecera. Aunque se espera un segundo abordaje, ya que la malformación presentada por el paciente resultó ser más compleja de lo esperado.
“Por lo que debido a la disección prolongada, hemos reprogramado una segunda cirugía, porque exponer a un infante a 8hs o 10hs de anestesia general tampoco sería prudente; por lo que la misma tendrá continuidad oportunamente”.
Las malformaciones anorrectales ocurren en 1 de cada 5000 nacidos vivos aproximadamente, y las malformaciones complejas de fistulas recto vesicales representan solo el 1% entre los pacientes que padecen este tipo de defectos. Siendo los niños quienes corren ligeramente mayor riesgo de padecer esta anomalía, más que las niñas; acotó el profesional.
El Centro Materno Infantil del Hospital de Clínicas, ha atendido alrededor de 64 pacientes con malformaciones anorrectales en los últimos años.
Las causas son desconocidas aún; es decir, no se sabe con certeza si las causas podrían ser genéticas o adquiridas, infecciosas, virósicas, bacterianas o si es hereditaria; “ni siquiera existen hipótesis; lo único que sabemos a ciencia cierta es lo que se malforma o no evoluciona”, relató el especialista.
Actualmente existe la posibilidad de realizar estudios prenatales para determinar cierto tipo de malformaciones, que brindan un diagnóstico antes de que nazca el niño, mediante estudios morfológicos bastante acertados con ecógrafos de última generación. Lo que simplifica aún más la labor de los médicos para detectar el tipo de malformación del feto y poder programar la cirugía con antelación; ya sea al nacer, al mes o al año de nacido, según la necesidad.
Fuente: lanaciión
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