jueves, 29 de octubre de 2015

Investigadora japonesa enamorada del Paraguay y del Ñandutí



Itaugueños tejen vestidos de ñandutí para investigadora japonesa


Una investigadora japonesa que visita cada año nuestro país y además es presidenta de la Fundación Mitaí y Mitakuñaí, ubicada en Caaguazú, llegó esta semana a Paraguay para recibir condecoraciones de parte del Gobierno, para lo cual encargó vestidos hechos a mano por tejedores de ñandutí de la ciudad de Itauguá.

Yoko Fujikake se enamoró de Paraguay hace más de 20 años, cuando llegó por primera vez desde Japón siendo voluntaria de la JICA, luego volvió como asesora y ahora visita la tierra guaraní dos veces por año en carácter de investigadora y evaluadora de proyectos.
Su amor por nuestra tierra fue tan grande que no se conformó con seguir conociendo y expandiendo nuestra cultura, sino que fundó la ONG Mitaí y Mitakuñaí con sede en el departamento de Caaguazú, donde ya cuentan con tres escuelas para niños de la zona.
En esta ocasión, Yoko llegó acompañada de 13 estudiantes de la Universidad Nacional de Yokohama y voluntarios de la mencionada fundación, que este lunes visitaron la escuela Cerro Poty de Cateura, a la que donarán trajes típicos para sus clases de danza y tienen previsto viajar a la colonia japonesa La Colmena para desarrollar un proyecto con la Universidad Nihon Gako, además de conocer las escuelas de Mitaí y Mitakuñaí.
Estudiantes japoneses que visitan nuestro país en compañía de Yoko Fujikake. Foto: Gentileza
Durante su presencia en Paraguay, la investigadora japonesa recibió una condecoración por parte del Congreso de la Nación, por su trabajo en nuestro país y sus proyectos comunitarios de empoderamiento de la mujer paraguaya, así como la promoción de la cultura guaraní.
La investigadora Yoko, vestida con traje de ñandutí recibe un reconocimiento en el Congreso de la Nación. Foto: Gentileza
Para la ocasión, Yoko encomendó a artesanos itaugueños la confección de dos vestidos tejidos en ñandutí que fueron entregados este martes.
La confección de las prendas estuvo a cargo de Rosa Baldomera Riveros y el tejido a cargo de María Riveros y Adalberto Mancuello, este último es un destacado tejedor de ñandutí y reconocido por sus trabajos, ganador del Premio Unesco Aguja de Oro.
Se trata de un joven con discapacidad auditiva que busca surgir a través de la elaboración de sus tejidos, con el fin de solventar sus estudios para poder perfeccionarse en el arte de tejer.
De Itauguá a Japón
La Universidad Nacional de Yokohama, la Fundación Mitaí y Mitakuñaí y la Universidad Nihon Gako se encuentran avocados al proyecto "Comercio Justo", cuyo objetivo es la no explotación de las tejedoras nativas o de base.
"Lo que buscamos es que las tejedoras vendan directamente, sin intermediarios", comenta Yoko.
Además de los vestidos, la investigadora adquirió varios otros productos de ñandutí para llevar a Japón. Foto: Gentileza
Explicó que las tejedoras de ñandutí de la ciudad de Itauguá están organizadas gracias a Ramona Sánchez, una pobladora y empresaria que a través del servicio de responsabilidad social de su empresa las ayudó a realizar el contacto, sin recibir ningún beneficio económico.
De esta manera los trabajos de las artesanas son enviados constantemente a Japón a un precio justo.
"Lo que buscamos es capacitar a las mujeres para que colaboren con la canasta familiar vendiendo artesanía. Es importante que las mujeres ganen su propio dinero para mejorar su autoestima, ayudar con la canasta familiar y desarrollar la educación de sus hijos", concluyó. 

Fuente: ultimahora

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