La mayoría de los 89 primeros beneficiados paraguayos por el Programa Nacional de Becas Carlos Antonio López para estudiar doctorados y maestrías en las 350 mejores universidades del mundo son del género de Marta Lafuente.
La ministra de Educación hace una pausa en su agenda para hablar sobre esta beca. Se muestra entusiasmada por lo que representa que 1.500 jóvenes puedan formarse comprometiéndose a retornar para trabajar por el desarrollo de Paraguay.
–¿Qué se pretende con estas becas al exterior?
–El objetivo de la beca es la formación, la reinserción con fines del desarrollo nacional y del desarrollo científico, esas son las dos líneas. Y lo más importante es que tienen que convertirse en un plan de Estado no ser solamente un proyecto del Gobierno y esto tiene que incrementarse y proseguir su formación.
–¿Cómo repercutirá el programa a largo plazo?
–Paraguay, a partir de la formación de 1.500 o 2.000 científicos y magísteres en los distintos campos del conocimiento, estaría ya en condiciones de poder mejorar la calidad de nuestra universidad y de los centros de formación local. Paraguay también tiene que aspirar a tener universidades de rango mundial con reconocimiento. Los países de América Latina que tienen universidades de ránking mundial, en su primera fase de trabajo enviaron a estudiantes al exterior.
–¿Esto es a lo que se apunta?
–Está entre las aspiraciones del plan 2030 poder disponer también en el país de una universidad de rango mundial. Eso requiere nuevos pensamientos, un intercambio permanente entre docentes y académicos del país y de otros países. Las universidades de rango mundial se caracterizan por tener docentes de distintos países del mundo donde se renueva permanentemente las ideas y el pensamiento.
–¿Existe un plan de reinserción de becarios?
–Ellos se comprometieron a retornar al país, hay que trabajar en una reinserción de tal manera a que vengan a desarrollar estos conocimientos en la comunidad en la cual tienen que hacerlo. Si son científicos tienen que disponer de las condiciones de trabajo, los laboratorios, los centros, la remuneración correspondiente, por supuesto.
–¿Cómo podrán hacer esto posible?
–Esto tenemos que encarar como una política pública, por eso es tan importante, porque la reinserción también tiene que ser una política pública. No es posible que las personas regresen y queden desocupadas o subempleadas. La inversión no tendría sentido si a su regreso no pueden seguir desarrollándose profesionalmente.
–¿Cómo se evitará una posible fuga de cerebros?
–Si la persona decide no regresar hay una condición también que es devolver íntegramente todos los recursos que se le asignó. Es decir, el país no va a perder en ningún caso y depende de qué haga la persona. Si pertenece a una comunidad científica que permite favorecer al país su pertenencia en un centro de investigación tan importante, de repente, vamos a querer que vuelva, pero no hay que cerrarse a la posibilidad de que los compatriotas trabajen en comunidades científicas del mundo. Eso es muy prestigioso para el país por pertenecer a centros de excelencia, en ese sentido tendremos que flexibilizar la mirada y por supuesto que la condición es que por lo menos cinco años tienen que quedarse al culminar sus estudios o si no devolver el dinero.
–En las redes sociales y en las universidades surgieron cuestionamientos tras la publicación de los primeros becarios seleccionados porque algunos son adinerados. ¿Es necesario que los beneficiarios sean solo de escasos recursos?
–No hay limitación más que la nacionalidad, el tener que regresar al país y prestar un servicio en el país, esas son las restricciones principales. El conocimiento no es privativo y lo que tenemos que pensar es en el país, por eso está la condición de retorno y el criterio del cofinanciamiento. Lo que se busca es ampliar el nivel de formación del país. Es premiar la excelencia, la inteligencia y eso se abre a distintos grupos sociales.
–¿Qué alcance tiene el cofinanciamiento?
–En el caso de una persona que se pueda pagar parte de sus estudios, nosotros le pagamos la universidad, pero el resto de los costos en los cuales uno incurre ya correría por cargo de las personas o de otra beca.
El cofinanciamiento nos va a permitir que aquellos que estaban queriendo irse por su cuenta, al aceptar un cofinanciamiento público la condición es que regresen al país, probablemente si iba por su cuenta ya no iba a regresar al país, entonces la idea es que sumemos los recursos y pensemos en el Paraguay como un país que es capaz de reunir a sus ciudadanos talentosos en pos de un proyecto común que es el desarrollo nacional.
–¿El programa de las becas Carlos Antonio López se dirige a un campo de la ciencia en particular?
–Acá se busca incentivar a la inteligencia, al conocimiento y al trabajo sistemático en cualquier campo del conocimiento. No se privilegia un tipo de ciencia, todas están en igualdad de condiciones porque nuestro país requiere el concurso de buenos investigadores y buenos científicos en cualquiera de los campos, posteriormente quizás en otros llamados sí quizás encontramos concentración en un solo campo probablemente allí vamos a tener que incorporar algunas restricciones.
–¿Qué expectativas tienen los miembros del comité de selección teniendo en cuenta que en setiembre se abre una nueva convocatoria?
–Nuestra expectativa es que se presente la mayor cantidad de paraguayos, de tal manera que podamos ganar tiempo porque eso es fundamental para que posteriormente puedan regresar al país y prestar servicios.
Fuente: ultimahora
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