jueves, 30 de julio de 2015

La fuerza de ocho etnias



Por Tatiana Condoretty, ABC Color


Un clima muy especial se vivió el pasado lunes 27 de julio en el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, cuando desde las 22:00, decenas de familias esperaban con carteles, maracas y papel a picado, la llegada de la Albirroja Aborigen. 








Danzas y cantos nativos llamaron la atención de paraguayos y extranjeros que rápidamente se aglomeraron a observar el escenario particular que se estaba viviendo en este momento. Trajes típicos y pies descalzos bailaban al son de exóticas melodías que de vez en cuando eran interrumpidas por gritos de “¡Paraguay, campeón!”.

A las 00:10 del martes, por fin, para calmar la ansiedad del público y desatar la euforia, la delegación se dejó ver. La emoción fue desbordante. El volumen de las canciones coreadas aumentó, mientras los jugadores eran abrazados por sus familiares. Las lágrimas recorrieron unos rostros llenos de orgullo y satisfacción por la meta lograda. Fueron recibidos como héroes.


LOS LOGROS


Son campeones invictos. Obtuvieron el premio a la valla menos vencida y el trofeo al mejor jugador con Raúl Amarilla. La Albirroja Indígena, “doble A”, en primera fase aplastó 9-0 a México, luego empató con Chile 2-2, venció 4-2 a Perú y logró clasificarse a las semifinales, donde derrotó a Bolivia por 3-1 y en la final, le ganó 1-0 a Colombia.

La preparación del equipo duró tres meses y medio. Fueron seleccionados 18 futbolistas de ocho etnias distintas: Avá Guaraní, Nivaclé, Aché, Guarani Ñandeva, Guarayo, Enxet Norte, Enxet Sur y Guaraní Occidental.

Una de las peculiaridades de esta selección es que incluso dentro del grupo, todos hablaban distintas lenguas y no hubo inconvenientes. Ya en la competencia, compartieron además con jugadores de etnias representantes de los demás países.

“No tuvimos problemas para comunicarnos, el fútbol es el idioma universal”, resaltó emocionado Raúl, goleador del certamen.

El próximo evento de esta nueva selección son los Juegos Mundiales de Pueblos Indígenas, en Palmas, Brasil, del 20 de octubre al 1 de noviembre.


LAS EMOCIONES


Las emociones para cada uno de los integrantes de este equipo fueron muchas. Conversando con ellos, comentaron que la emoción arrancó con el hecho de ser elegidos, luego entrenar como los grandes futbolistas, vestir la camiseta albirroja y por supuesto representar a Paraguay en un importante evento. Las emociones se dieron también en el momento de responder a entrevistas para los medios de comunicació, a la hora de las fotos con los fanáticos, la primera vez en un avión, conocer el mar y ser recibidos por el presidente de la república en el Palacio de López. Todo esto en tan poco tiempo.

“Representar a Paraguay y a mi etnia no tiene precio. Es muy lindo que en nuestro país se dé lugar a todos, porque todos vinimos al mundo sin nada y sin nada vamos a irnos”, señaló Claudio Amarilla, elegido mejor futbolista de la competencia.

Sin duda, esta fue una experiencia que marca la vida de cada uno de los integrantes de esta selección, así como del cuerpo técnico que los acompañó y deja una gran lección a todo el país, América y el mundo.

Quizás solo unos pocos se enteraron de la conformación de esta selección, y pocos vieron los partidos durante la competencia, pero hicieron historia y hoy son noticia, con un público orgulloso que quiere saber cada vez más acerca de esta fuerza que, esta vez, en el fútbol, representó dignamente al Paraguay.


Fuente: ABC

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