Una noticia histórica
En sus Apuntes para una Historia de la Cultura Paraguaya, la recordada Josefina Plá hace mención a una frase mencionada por don Carlos Antonio López en un mensaje pronunciado en el año 1841: “Los instrumentos de la Ilustración se encuentran en completa ruina…”.
En ese momento, López era aún cónsul del Paraguay, previo a convertirse tres años después en el primer presidente constitucional del país.
Eran años tumultuosos luego de la muerte del doctor Francia. Y la frase en cuestión hacía referencia al estado de abandono de casi todo tipo de manifestación cultural y, particularmente, de la educación, luego de varias décadas de aislamiento e incomunicación del Paraguay, tratando de proteger su independencia.
Los nuevos tiempos exigían modificar dicha situación, y el país contaría en las dos siguientes décadas con los recursos y el liderazgo político necesarios para llevar adelante un ambicioso proceso de transformación social, en donde la educación sería un aspecto clave y al cual se le asignaron ingentes recursos públicos.
Es así por ejemplo que en el Congreso de 1844, cuando López se convertía en presidente con un mandato inicial de 10 años, se lanzó en el Paraguay el primer plan de becas al exterior con fondos públicos, pues se entendía que esto –sumado obviamente a varias otras acciones– era un elemento crítico para construir una nueva masa crítica de ciudadanos preparados que pudiesen potenciar el desarrollo del país.
Han pasado 171 años desde ese momento, el mundo se ha transformado totalmente y, en muchos aspectos, nuestro país ha sufrido de vuelta décadas de gran aislamiento que limitaron seriamente sus posibilidades de desarrollo.
En este contexto, la noticia actual del lanzamiento de un ambicioso plan de becas al exterior con fondos públicos es realmente fantástica, y bien puede marcar un verdadero hito en nuestro país.
Se trata de un fondo de 73 millones de dólares, de los cuales 53 provienen del Fondo de la Excelencia del Fonacide y 20 millones de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Se pretende beneficiar, en una primera etapa, a unos 1.500 paraguayos de manera que puedan estudiar en el exterior cursos de posgrados, maestrías y doctorados.
El sistema estará basado en un estricto régimen de meritocracia para seleccionar a los becados y será crítico que todos nos aseguremos de que así sea realmente, controlando y demandando total transparencia en todo el proceso.
Este plan llega en un momento especial de la sociedad paraguaya, que está viviendo un proceso acelerado de transformación, pero que necesita construir con urgencia una nueva masa crítica de ciudadanos mejor preparados para desempeñarse en la sociedad del conocimiento.
Se trata de una oportunidad única para la enorme población juvenil que tenemos, y que se muestra cada vez más ávida de insertarse en los nuevos tiempos con mejores herramientas.
El impacto de este tipo de política pública es enorme.
Estoy seguro de que pronto se creará un ambiente positivo y estimulante donde mucha gente hará un gran esfuerzo para ganarse una beca.
Esto a su vez permitirá que aparezcan nuevas oportunidades con otros fondos y mecanismos similares que podrán crearse, pues la alta demanda presionará para que así sea.
Es también una gran oportunidad para que el sector privado en general, y algunos mecenas en particular, puedan contribuir activamente con este fondo, haciéndolo crecer rápidamente.
Con ello se beneficiará a más personas en diferentes ramas del conocimiento.
Necesitamos crear una dinámica contagiosa en este sentido, ya que de hecho el propio sector privado precisa de gente mejor preparada para aprovechar las grandes oportunidades que se están presentando.
Al parecer, el programa se llamaría precisamente Carlos Antonio López.
Y la verdad es que se haría justicia con alguien que entendía perfectamente que el Paraguay necesita conocimiento e ilustración hace más de un siglo y medio.
Fuente: ultimahora
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente aqui