Lejos de pensar en la drogadicción o en caer nuevamente en la reincidencia, varias reclusas del Correccional de Mujeres del Buen Pastor dedican su tiempo en proyectar el futuro, lo que será la vida fuera de la cárcel, metiéndose de lleno en trabajos que le generan ganancias, iniciativa que le fueron instadas en la institución, que quiere generar microempresarias.
Desde edredones, sábanas de ao po’í,
almohadas, ropas, y otras prendas, como también bocaditos dulces y
salados fueron exhibidos ayer en la referida penitenciaría de mujeres a
fin de promocionar los productos elaborados en el marco del eje
Rehabilitación y Reinserción Social del “Plan de Atención Específica a
Mujeres Privadas de Libertad”.
Los organizadores pretenden hacer conocer lo que se produce dentro de la penitenciaría y ponerlos al mercado para la venta.
Elva Flores y Zulma Centurión hace cuatro meses que se encaminaron a ser empresarias en el rubro gastronómico, específicamente en la venta de bocaditos dulces y salados, que los promocionan a través de un tercero por la red social Facebook. Sostienen que a diario realizan diversos productos elaborados en la propia panadería del correccional y los venden fuera del penal.
“Nos va bien, ya tenemos con que mantener a nuestras familias desde este lugar. Desde que ingresé a este correccional me propuse a dedicarme a esto y lo estoy haciendo”, explicó Elva Flores, una de las microempresarias.
Celia Ayala, condenada a 27 años de prisión, trabaja como confeccionista de edredones, almohadas y otras prendas. La misma manifestó que hace cuatro años se dedica a dicho trabajo y con eso mantiene a sus hijos. En el taller de costura trabajan alrededor de diez mujeres en el mencionado rubro.
El objetivo de dicha exposición es con el fin de dar a conocer a la ciudadanía las labores y productos artesanales desarrollados por las internas, para de esa manera impulsar el trabajo y la capacitación de las mismas.
Para la adquisición de los productos, los interesados deben llegar hasta el Buen Pastor.
La nueva dirección está enfocada en otros proyectos como la ampliación de la maquiladora que produce ropas, además de expandir la fabricación de bolsos de cartón para las distintas empresas e instituciones.
Fuente: ultimahora
Los organizadores pretenden hacer conocer lo que se produce dentro de la penitenciaría y ponerlos al mercado para la venta.
Elva Flores y Zulma Centurión hace cuatro meses que se encaminaron a ser empresarias en el rubro gastronómico, específicamente en la venta de bocaditos dulces y salados, que los promocionan a través de un tercero por la red social Facebook. Sostienen que a diario realizan diversos productos elaborados en la propia panadería del correccional y los venden fuera del penal.
“Nos va bien, ya tenemos con que mantener a nuestras familias desde este lugar. Desde que ingresé a este correccional me propuse a dedicarme a esto y lo estoy haciendo”, explicó Elva Flores, una de las microempresarias.
Celia Ayala, condenada a 27 años de prisión, trabaja como confeccionista de edredones, almohadas y otras prendas. La misma manifestó que hace cuatro años se dedica a dicho trabajo y con eso mantiene a sus hijos. En el taller de costura trabajan alrededor de diez mujeres en el mencionado rubro.
El objetivo de dicha exposición es con el fin de dar a conocer a la ciudadanía las labores y productos artesanales desarrollados por las internas, para de esa manera impulsar el trabajo y la capacitación de las mismas.
Para la adquisición de los productos, los interesados deben llegar hasta el Buen Pastor.
La nueva dirección está enfocada en otros proyectos como la ampliación de la maquiladora que produce ropas, además de expandir la fabricación de bolsos de cartón para las distintas empresas e instituciones.
Fuente: ultimahora
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