Movilidad para la economía creciente y dinámica
El desempeño positivo de la economía de los últimos años es el origen
de un conjunto de ampliaciones e inversiones en los diferentes
subsistemas productivos.
El sistema de transportes del Paraguay ha
cambiado profundamente en los últimos diez años, donde de una economía
más pequeña y casi exclusivamente basada en infraestructuras viales, se
complementa con sistemas fluviales, sostiene la consultora Investor
Economía.
.
De esta forma, los transportes en general, principalmente aquellos de
la cadena agrícola, deben transportar alrededor de 12 millones de
toneladas anuales desde las zonas de producción hasta los puertos. La
articulación dinámica entre los diferentes sectores de la economía,
mediante cadenas productivas que precisan de servicios, es, en el caso
paraguayo, un poderoso factor de competitividad.
El crecimiento
del sector automotor refleja también el mejoramiento de los ingresos de
la población, vinculado necesariamente al crecimiento de la economía en
su conjunto, así como la predilección y valoración simbólicamente muy
alta de los automóviles.
Para Asunción y su zona metropolitana,
los automóviles representan una oportunidad para dejar el calamitoso
transporte público, a lo que se agrega la sensación de inseguridad. Con
estos elementos de contexto no puede sorprender la velocidad del
equipamiento de las familias con automóviles y motocicletas.
En
escasos seis años, la cantidad de automotores importados casi se ha
triplicado, pasando de poco más de 30.000 vehículos en el año 2007 a más
de 80.000 en 2014. Definitivamente, los buenos años agrícolas crearon
las condiciones para el desempeño favorable del sector. Nótese por
ejemplo cómo la importación se resiente marcadamente en el año 2009,
donde el PIB fue negativo. El año 2012 también fue un mal año para la
economía del país, pero parece no haber afectado demasiado a la
importación de vehículos automotores, donde la misma al menos no
disminuyó.
Otro aspecto muy relevante socialmente es el incremento
de movilidad propia en los hogares paraguayos. Las Encuestas
Permanentes de Hogares de los últimos años indican el aumento de hogares
que disponen de medios de transporte propios, es decir de motocicletas y
automóviles.
Si en el año 2009 el 51,2% de los hogares contaba con
algún medio de transporte, esa cifra salta a 66,3% en 2013. Así, en solo
cinco años se produjo un aumento del 15,1% en la tenencia de vehículos,
lo que representa un salto cualitativo muy alto en los niveles de vida
de las familias.
De ser un artículo casi suntuoso en las décadas
pasadas, el automóvil y la moto representan hoy un bien necesario para
los nuevos ritmos productivos y sociales, caracterizados por una fluidez
creciente de bienes, personas e información.
Junto a la telefonía
celular, el automóvil agrega a los actores individuales un nivel de
libertad y expansión que nunca habían tenido.
Fuente: ABC
El sector automotor: reflejo del dinamismo económico
El parque automotor del país ha aumentado significativamente en los
últimos años, alimentado por dos factores principales: el incremento
sostenido de la importación de automóviles y el ensamblaje de
motocicletas, aunque en las estadísticas de la Dirección del Registro
del Automotor, solo poco más de 364.000 motocicletas han sido
inscriptas, contra las más de 1.000.000 ensambladas en el país, lo que
demuestra un alto grado de informalidad en los tenedores de este bien.
.
Los automóviles, autos y camionetas de distintas cilindradas
constituyen los productos más importantes del sector, no solo por la
cantidad de unidades sino por toda la cadena de productos y servicios
que incorporan: importadores, distribuidores, combustibles, lubricantes,
comercio de repuestos, servicios mecánicos, entre otros. En escasos
tres años, entre los años 2011 y 2014, la cantidad de automóviles se ha
incrementado en un 18%. Una vez más, se observa que durante un buen año
agrícola, y de crecimiento del PIB, como en 2013, presenta también un
fuerte incremento del parque automotor.
El crecimiento del parque
automotor se asocia a la marcha de la economía en general, pero a su vez
representa serios desafíos de gestión de obras públicas, con obras que
permitan volver más fluido en tránsito en las zonas más pobladas por un
lado, y por el otro de instalar infraestructuras en las zonas con menor
densidad.
La importación de automotores
El
parque automotor paraguayo crece tanto por la importación de vehículos
nuevos o cero kilómetro, como por la introducción al país de vehículos
usados, en su gran mayoría provenientes del mercado japonés y con el
sistema de dirección modificado (volante cambiado).
La legislación
vigente así como los bajos costos de importación y modificación de los
vehículos usados son los principales factores de aumento en la cantidad
de unidades importadas, pasando de poco más de 20.000 automóviles en
2007 a casi 55.000 en 2013, es decir un crecimiento acumulado de más de
35.000 vehículos en solo seis años. Serias disputas comerciales
enfrentan a los importadores de vehículos nuevos con los de usados,
debido al estado y antigüedad de los mismos, con consecuencias
posteriores asociadas a la contaminación ambiental por problemas de
combustión, al tratarse de automóviles con más de diez años de uso. En
cuanto a los automóviles nuevos, las cifras si bien son crecientes, las
mismas no tienen la misma magnitud que los usados. En el mismo periodo,
2007 a 2014, la importación de vehículos nuevos pasó de 9.000 a casi
27.000 unidades.
El costo al público
La
predilección de los consumidores hacia los vehículos usados se explica
fundamentalmente por el costo y diversidad de la oferta, así como la
reciente flexibilización de sistemas de pago.
La mayoría de los
vehículos importados usados tiene costos muy inferiores a los nuevos.
Esto se observa en los valores promedios de importación de cada
automóvil. Estos valores se mantienen relativamente estables en el
tiempo. Los automotores nuevos tenían en 2013 un valor promedio unitario
de casi 17.000 dólares, mientras que en el caso de los usado era solo
de 3.700 dólares, es decir más de 10.000 dólares más barato.
No
debe olvidarse que en sus inicios el esquema del negocio de la venta de
automóviles usados fue muy informal y ante el aumento de la demanda por
este tipo de productos, se generó una sobreoferta por la importación de
grandes cantidades de automóviles. En solo dos años, 2012 y 2013, más de
100.000 vehículos usados han sido introducidos al país, mientras que a
los importadores de vehículos nuevos les lleva cuatro años introducir
esa misma cantidad.
Si a esto se agrega la expansión de la clase
media, el creciente poder adquisitivo de la población, se comprende la
preferencia de los automóviles usados. Sin embargo, una pauta de consumo
cada vez más eficiente parece observarse en el mercado, donde comienzan
a preferirse también automóviles nuevos bajo la figura de la venta
financiada.
Los créditos al sector
La
financiación ha sido una herramienta de utilización creciente por parte
de los importadores de vehículos.
Los datos del Banco Central del
Paraguay indican que el sector requirió de montos cada vez más altos. Al
mes de julio del año en curso, el sistema financiero otorgó créditos
por un total de 210 millones de dólares, contra 44 millones de la misma
moneda a inicios de 2008. Sin embargo, en el último año los créditos
fueron creciendo también desde los consumidores. Dos tipos de
financiamiento sobresalen. En primer lugar el otorgado por las empresas
importadoras de vehículos nuevos, tasas y plazos ajustados a las
capacidades de pago de los clientes (plazos de hasta 60 meses), así como
ofertas de bancos y financieras con productos específicos y similares
plazos.
El exceso de liquidez en el sistema financiero, como resultado
del volumen creciente y del desempeño positivo de la economía, favorece
en cierta forma la ampliación de créditos para el sector automotor.
Las
importadoras de vehículos usados también han diseñado e incorporado
prácticas financieras, ante la voracidad de la competencia en el
segmento. De esta forma, los créditos aparecen como oportunidades para
adquirir o cambiar de automóvil, donde el monto de las cuotas parece más
importante que el plazo e interés para los adquirientes.
Distribución geográfica
En
las décadas anteriores los automóviles eran considerados como bienes
prohibitivos por el costo de los mismos, por lo que su distribución era
bastante irregular, concentrándose naturalmente en las ciudades y zonas
más dinámicas. Sin embargo, las economías regionales emergentes han
modificado las condiciones iniciales.
Según datos de la Encuesta
Permanente de Hogares, el 66,8% de hogares de zonas rurales cuentan con
transporte propio, siendo este un automóvil o una motocicleta, mientras
que los hogares urbanos tienen una cobertura menor. Lo más relevante de
estos datos es el aumento de la disponibilidad de estos bienes en un
corto periodo de tiempo. En solo cuatro años, los hogares rurales han
aumentado en un 17,1% el acceso a transporte propio, confirmando de
forma indirecta el descenso de la pobreza en las zonas rurales.
Es
justamente en estas zonas donde el automóvil y la motocicleta tienen un
valor relativamente mayor ya que permiten el acceso rápido y barato a
las respectivas ciudades regionales, favoreciendo el acceso de la
población rural a servicios de salud y educación, además de representar
una opción laboral suplementaria.
Paradójicamente, el incremento de
automóviles y motocicletas en las zonas rurales estaría favoreciendo el
arraigo no solo local sino también regional.
Las zonas y
departamentos con mayor población y actividades económicas presentan las
mayores cantidades de automotores, liderados por Central, Asunción,
Alto Paraná e Itapúa.
Desafíos del sector
El
crecimiento el sector es necesariamente positivo. No obstante se debe
reflexionar sobre las formas y especificaciones del crecimiento. Pensar
en el desarrollo del sector de automotores conlleva necesariamente
plantearse el funcionamiento coordinado de toda la cadena y no solo en
el parque automotor actual ni en el proyectado exclusivamente, sino en
el conjunto de servicios vinculados.
Algunas interrogantes pueden guiar
las tomas de decisiones futuras. Es conveniente, tanto para la sociedad
como para el ambiente, seguir introduciendo vehículos usados como en las
condiciones actuales (sin controles de calidad)
¿Cuál es el tamaño del
parque automotor ideal? ¿Cuándo aliviaría una modificación profunda del
transporte público?
¿Cuáles deberán ser las infraestructuras y también
la gestión del tránsito terrestre y vial en las ciudades y regiones del
país?
En un país sin acceso directo al mar y con limitaciones
inconscientes sobre la conectividad, los automóviles representan no solo
un bien de alta significación social, sino también una herramienta
cotidiana que asocia confort, consumo y producción.
Zonas
Las zonas y departamentos con mayor población y actividades económicas presentan las mayores cantidades de automotores.
55 mil
De
poco más de 20.000 automóviles en 2007 se pasó a casi 55.000 en 2013,
es decir, hubo un crecimiento acumulado de más de 35.000 vehículos en
seis años.
Desafíos de gestión
El
crecimiento del parque automotor se asocia a la marcha de la economía en
general, pero a su vez representa serios desafíos de gestión de obras
públicas, con obras que permitan volver más fluido el tránsito en las
zonas más pobladas por un lado, y por el otro de instalar
infraestructuras en las zonas con menor densidad.
O km y usados
El
parque automotor paraguayo crece tanto por la importación de vehículos
nuevos o cero kilómetro, como por la introducción al país de vehículos
usados, en su gran mayoría provenientes del mercado japonés y con el
sistema de dirección modificado (volante cambiado).
RESUMEN
En un país
sin acceso directo al mar y con limitaciones inconscientes sobre la
conectividad, los automóviles representan no solo un bien de alta
significación social, sino también una herramienta cotidiana que asocia
confort, consumo y producción.
La financiación ha sido
una herramienta de utilización creciente por parte de los importadores
de vehículos. Los datos del BCP indican que el sector requirió de montos
cada vez más altos. Al mes de julio del año en curso, el sistema
financiero otorgó créditos por un total de US$ 210 millones.
Según
datos de la Encuesta Permanente de Hogares, el 66,8% de hogares de
zonas rurales cuentan con transporte propio, siendo este un automóvil o
una motocicleta, mientras que los hogares urbanos tienen una cobertura
menor. Lo más relevante de estos datos es el aumento de la
disponibilidad.
Fuente: ABC
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