Por Alejandra Rojas Cardozo
La imposibilidad de expresar su arte libremente en Paraguay hizo que
Paty Da Costa lo llevara a Maui, Hawaii, donde encontró la plenitud de
su talento, que ahora lo plasma pintando peculiares tablas de surf.
El
paradisíaco horizonte de las playas de Hawaii encuentra su complemento
perfecto con el arte de la paraguaya Paty Da Costa. / Gentileza, Paty Da
Costa
Desde pequeña, a Patricia Da Costa Sosa (29) le fue inculcado el arte
de la pintura a través de su abuela, Beba Da Costa, quien la alentó a
desarrollar el talento innato -y genético- que ni ella tenía idea de
cuán lejos podía llegar, dejando de lado “lo seguro” por lo que más
tarde descubriría era lo que verdaderamente la complementaba: pintar con
libertad.
Es que la joven, a pesar de conocer su talento, optó al
comienzo por estudiar la carrera de Nutrición, que luego de graduarse
le valió un puesto en una institución pública; sin embargo, como ella
misma lo relata a ABC Color, estando en ese lugar cayó en cuenta de que
no se sentía realizada: “Estando ya nombrada en Inpro como nutricionista
me di cuenta de que el momento cuando estoy más feliz es cuando pinto y
dije: 'Voy a renunciar a todo y me voy a dedicar a eso'”, comenta.
Fue
así que esta motivación de perseguir un sueño y dedicarse a lo que la
apasiona la llevó en 2009 a viajar a Nueva York, Estados Unidos, con el
fin de capacitarse y tratar de vivir del arte: “Me abrí camino
profesional en Nueva York a los 23 años, cuando fui a pintar y hacer
cursos de arte. Me encantó la riqueza de Estados Unidos en cuanto a su
diversidad cultural, libertad de expresión y amor al arte, y la cantidad
de oportunidades y anécdotas que se pueden obtener en tan poco tiempo”,
prosigue.
Sostuvo que estando en el lugar recibió la valiosa
ayuda de la comunidad paraguaya residente en la ciudad, por lo que tuvo
la oportunidad de pintar un mural para la Young Men's Christian
Association (YMCA), conocida en algunos países latinoamericanos como
Asociación Cristiana de Jóvenes, trabajo que le valió ser contratada
para varios otros.
Sin
embargo, según relata, “el ambiente externo, la ciudad que nunca duerme
con tanto movimiento, terminó por abrumarme; eso sí, me ayudó a
inspirarme, pero no a encontrar mi estilo interior como artista, por lo
cual luego fui a Colorado a pintar sus diferentes paisajes, su
naturaleza, visitando montañas y admirando la belleza de ese lugar”.
En
dicha ciudad, a la vez de continuar desarrollando su arte, seguía
capacitándose: “Al mismo tiempo pintaba lo que aprendía y vendía,
siempre con mi portfolio en mano llevando mis obras sin miedo y más
afianzada en mi propio estilo artístico”, sostuvo. Pero la creatividad
de la joven pintora llegaría a su verdadera plenitud al llegar a Hawaii,
específicamente a la ciudad de Maui que, según indica, “me cautivó con
su cultura, sus bailes, sus paisajes, el aire bohemio que se respira, el
Aloha Spirit -armonía entre el hombre y la naturaleza-, preservar lo natural y mantener su cultura”.
Agregó
que se vio cautivada por la forma de vivir de la gente “sin estrés ni
apuros y en sintonía con Dios. Me encantó la idea de encaminar mi arte
con este estilo, marcando cada obra con un espíritu de armonía entre el
paisaje externo de la naturaleza y el propio paisaje interno
espiritual”. Esa fusión es lo que plasma la joven en sus pinturas: cada
obra intenta que el espectador admire la belleza de la naturaleza, que
se transporte a ella y le inspire los más bellos sentimientos al
interior de su persona.
Sociedad conservadora
Lamentó
que en Paraguay los artistas aún no puedan tomarse la libertad de
encontrar esa armonía, por la sociedad conservadora que aún mantiene
costumbres de antaño. “En Paraguay, en el campo artístico, hacen falta
mentes más abiertas respecto al arte de la pintura. Hay muchas
restricciones a la creatividad por parte de los propios profesores. A
los artistas se les pone muchas reglas”, subrayó.
Finalmente,
exhortó a los jóvenes artistas a animarse a mostrar sus obras sin ningún
recelo ni miedo, a no tomar el arte sólo como un hobby, pese a la poca
rentabilidad que aún existe en nuestro medio.
Patricia Da Costa
Sosa nació en Asunción el 21 de junio de 1985. Es licenciada en
Nutrición por la Unida y reside en Hawaii. Actualmente, se encuentra de
vacaciones en nuestro país.
Fotos: Gentileza, Paty Da Costa
Fuente: ABC
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