Hace 56 años se realizaban los primeros festejos por el Día de la
Amistad, una iniciativa liderada por el doctor Artemio Bracho en su
Puerto Pinasco natal. ¿Cómo fue esa primera celebración?
Artemio Bracho y sus amigos, durante una de las celebraciones por el Día de la Amistad. / Archivo, ABC Color
Corría el año 1958. Artemio Bracho, con solo 33
años, dirigía el hospital de Puerto Pinasco, localidad de Presidente
Hayes, ubicada a unos 527 kilómetros de Asunción.
Una mañana del 19 de junio, mientras caminaba por una de las calles de Pinasco, un obrero le propuso a Bracho decir unas palabras en el Club Social en el cierre de los festejos por la Semana del Árbol. Ese acto fue disparador para una serie de celebraciones por la amistad. "¿Y la amistad? Este sentimiento tan hermoso, tan sublime, ¡no tiene su día!”, pensó aquel joven médico.
Inmediatamente, le comentó la idea a su señora esposa, también médica del mismo hospital donde él trabajaba. Esa misma noche, varias personalidades de su pueblo natal aceptaron la propuesta de llevar a cabo la Semana de la Amistad, realizada exitosamente del 21 al 27 de junio de 1958.
Sin las facilidades de los medios de comunicación ni las redes sociales de nuestros días, la publicidad no fue fácil para esa primera conmemoración. El equipo decidió, entonces, colocar una pancarta que llevaba la inscripción “Semana de la Amistad, del 21 al 27 de julio de 1958. Celébrela dignamente con un gesto altruista, con un gesto amistoso”. La frase se estampaba al dorso de cada recibo del único almacén que funcionaba en ese pueblo. La promoción incluyó visitas a las distintas dependencias de las fábricas, clubes deportivos, escuelas y colegios.
La celebración, tal como se esperaba, fue un éxito. "Toda la población se largó a trabajar con nosotros: hermoseaba la ciudad, blanqueaba todas las casas, por la noche se ponía candil en los postes y quedaba muy hermoso. Una cosa bellísima. Llegamos a la fecha y fue una cosa sensacional”, recuerda Artemio Bracho. Así fue la primera celebración por el Día de la Amistad.
Cincuenta y tres años después, en el año 2011, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció la fecha del 30 de julio como el Día Internacional de la Amistad, un verdadero sueño cumplido para aquel joven de Puerto Pinasco y su entusiasta grupo de amigos.
Fuente: ABC
Una mañana del 19 de junio, mientras caminaba por una de las calles de Pinasco, un obrero le propuso a Bracho decir unas palabras en el Club Social en el cierre de los festejos por la Semana del Árbol. Ese acto fue disparador para una serie de celebraciones por la amistad. "¿Y la amistad? Este sentimiento tan hermoso, tan sublime, ¡no tiene su día!”, pensó aquel joven médico.
Inmediatamente, le comentó la idea a su señora esposa, también médica del mismo hospital donde él trabajaba. Esa misma noche, varias personalidades de su pueblo natal aceptaron la propuesta de llevar a cabo la Semana de la Amistad, realizada exitosamente del 21 al 27 de junio de 1958.
Sin las facilidades de los medios de comunicación ni las redes sociales de nuestros días, la publicidad no fue fácil para esa primera conmemoración. El equipo decidió, entonces, colocar una pancarta que llevaba la inscripción “Semana de la Amistad, del 21 al 27 de julio de 1958. Celébrela dignamente con un gesto altruista, con un gesto amistoso”. La frase se estampaba al dorso de cada recibo del único almacén que funcionaba en ese pueblo. La promoción incluyó visitas a las distintas dependencias de las fábricas, clubes deportivos, escuelas y colegios.
La celebración, tal como se esperaba, fue un éxito. "Toda la población se largó a trabajar con nosotros: hermoseaba la ciudad, blanqueaba todas las casas, por la noche se ponía candil en los postes y quedaba muy hermoso. Una cosa bellísima. Llegamos a la fecha y fue una cosa sensacional”, recuerda Artemio Bracho. Así fue la primera celebración por el Día de la Amistad.
Cincuenta y tres años después, en el año 2011, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció la fecha del 30 de julio como el Día Internacional de la Amistad, un verdadero sueño cumplido para aquel joven de Puerto Pinasco y su entusiasta grupo de amigos.
Fuente: ABC
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