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Según un informe presentado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) los ratios de rentabilidad del sistema bancario nacional coinciden con los máximos de la región.
Resaltan que los préstamos en mora se encuentran a un nivel bajo y parecen contar con provisiones adecuadas. En este caso el indicador de morosidad, por ejemplo, a enero del 2014 estaba en 2,05%, mientras que un año antes era de 2,22%.
Los indicadores de profundización del sector financiero, como el coeficiente crédito bancario privado/PIB y dinero en sentido amplio/ PIB, están muy por debajo del promedio de ingreso medio. Esto implica que el sistema bancario nacional dispone de suficiente margen para expandirse.
Si se tiene en cuenta el tamaño del mercado de exportación de materias primas y los antecedentes inflacionarios, Paraguay conserva un elevado nivel de dolarización.
En general, los bancos paraguayos parecen estar bien capitalizados y financiados. Existen una serie de indicadores de solidez financiera, en base a datos de 2012 de una variedad de países sudamericanos.
Como muchos de sus homólogos, el sistema bancario paraguayo está bien financiado por fuentes internas, con ratios depósitos/préstamos cercanos a 100%. Por lo tanto, si bien algunos de los bancos paraguayos recurren a fuentes extranjeras de financiamiento, no se observa una dependencia excesiva del financiamiento externo en el caso de las operaciones de préstamo básicas.
El ratio de capital bruto de Paraguay ronda 11%, lo cual se traduce en un ratio de apalancamiento parecido a los promedios de la región. Al mismo tiempo, el coeficiente capital regulador de nivel 1/capital ponderado, según el riesgo, está cerca de 12,5%; es decir, se corresponde con el promedio regional.
Los ratios de concentración subieron durante la última década a medida que los bancos entraron y salieron del sistema; sin embargo, el sistema bancario aún parece ser competitivo.
La propiedad o el control extranjero del total de activos del sistema bancario ha disminuido de manera constante, de alrededor de 82% del mercado en 2000-2003 a 39% para fines de 2012.
Resaltan que los préstamos en mora se encuentran a un nivel bajo y parecen contar con provisiones adecuadas. En este caso el indicador de morosidad, por ejemplo, a enero del 2014 estaba en 2,05%, mientras que un año antes era de 2,22%.
Los indicadores de profundización del sector financiero, como el coeficiente crédito bancario privado/PIB y dinero en sentido amplio/ PIB, están muy por debajo del promedio de ingreso medio. Esto implica que el sistema bancario nacional dispone de suficiente margen para expandirse.
Si se tiene en cuenta el tamaño del mercado de exportación de materias primas y los antecedentes inflacionarios, Paraguay conserva un elevado nivel de dolarización.
En general, los bancos paraguayos parecen estar bien capitalizados y financiados. Existen una serie de indicadores de solidez financiera, en base a datos de 2012 de una variedad de países sudamericanos.
Como muchos de sus homólogos, el sistema bancario paraguayo está bien financiado por fuentes internas, con ratios depósitos/préstamos cercanos a 100%. Por lo tanto, si bien algunos de los bancos paraguayos recurren a fuentes extranjeras de financiamiento, no se observa una dependencia excesiva del financiamiento externo en el caso de las operaciones de préstamo básicas.
El ratio de capital bruto de Paraguay ronda 11%, lo cual se traduce en un ratio de apalancamiento parecido a los promedios de la región. Al mismo tiempo, el coeficiente capital regulador de nivel 1/capital ponderado, según el riesgo, está cerca de 12,5%; es decir, se corresponde con el promedio regional.
Los ratios de concentración subieron durante la última década a medida que los bancos entraron y salieron del sistema; sin embargo, el sistema bancario aún parece ser competitivo.
La propiedad o el control extranjero del total de activos del sistema bancario ha disminuido de manera constante, de alrededor de 82% del mercado en 2000-2003 a 39% para fines de 2012.
En términos generales, el principal determinante de la rentabilidad del sector bancario ha sido una mayor generación del retorno sobre activos. El ROE ha aumentado de manera constante desde el mínimo registrado en 2003 y tocó un máximo de 28% en 2008, antes de retroceder a 21% en 2012. Los efectos negativos fueron un lastre para la rentabilidad en 2003, pero desde entonces reflejan la tasa estable y relativamente baja del sector (10%).
SPREADS
Los spreads de las tasas de interés de Paraguay continúan entre los más altos de América Latina. Una serie de crisis bancarias a fines de la década de 1990 y comienzos de la década de 2000 debilitaron el sistema financiero e hicieron subir los márgenes.
Las autoridades respondieron con una serie de reformas de la regulación y la supervisión del sector financiero, en parte con la ayuda del proceso de consulta del PESF del FMI.
Al mismo tiempo, la rentabilidad del sistema mejoró de manera pronunciada, dado que el elevado nivel de precios de las materias primas durante la última década se tradujo en un aumento de los depósitos bancarios, lo cual a su vez estimuló el crecimiento del crédito.
El punto de vista predominante cuando se emprendieron estas reformas era que la liberalización financiera afianzaría la competitividad y la eficiencia del sector y haría bajar los márgenes de las tasas de interés.
En este contexto, las autoridades han estado tratando de comprender los factores que operan detrás de la persistencia de los spreads de las tasas de interés.
CONCLUSIÓN
El sistema bancario paraguayo se compara relativamente bien con otros sistemas bancarios latinoamericanos. Los bancos están bien capitalizados, gozan de amplio acceso a fuentes de financiamiento con depósitos y son rentables.
Fundamentalmente, las autoridades han tomado una serie de medidas decisivas encaminadas a afianzar la supervisión y garantizar la estabilidad del sistema financiero durante la última década. No obstante, el sistema de suministro de crédito aún parece ser algo débil, y los principales indicadores de medición muestran pocas mejoras en los últimos años.
El proceso de consolidación ha arrojado como resultado un sistema bancario levemente más concentrado con niveles de participación extranjera sustancialmente más bajos. No obstante, los márgenes de las tasas de interés efectivas han disminuido ligeramente a medida que han aumentado los ratios de concentración. Esto sugiere que el aumento de la concentración no ha tenido un efecto negativo en la competencia en el sector.
De hecho, las regresiones con datos de panel indican que los aumentos de la concentración a nivel del sistema redujeron los márgenes efectivos. Además, las regresiones demuestran que los bancos que ganaron cuota de mercado también terminaron reduciendo los spreads efectivos.
El impacto de los riesgos crediticios, en forma de préstamos en mora, en los márgenes ha sido relativamente pequeño.
Fuente: 5dias
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