Este sábado tendrá
lugar la tercera y última fecha del Personal Fest, con actuaciones de
Korn y Catupecu Machu, junto a algunas de las más importantes bandas
locales de rock.
Luego de un miércoles de hard rock clásico con Kings of Chaos, y un
viernes de pop, electrónica y cumbia con artistas como Las Pastillas del
Abuelo, Alex Gaudino y Agapornis, el Personal Fest llega este sábado a
su fin con una jornada maratónica de rock y metal en el Jockey Club.
La
principal atracción del día es sin duda Korn, la mundialmente famosa
banda estadounidense de nü metal encabezada por el vocalista Jonathan
Davis, que se presenta por primera vez en Paraguay con un show que
promete lo mejor de lo clásico y lo nuevo del grupo californiano, que
también se compone por los guitarristas Brian Welch y James "Munky"
Shaffer, el bajista Reginald Arvizu y el baterista Ray Luzier.
Los
otros invitados internacionales son los argentinos de Catupecu Machu,
compuesta por Fernando Ruiz Díaz, Gabriel Ruiz Díaz, Agustín Rocino,
Martín González y Sebastián Cáceres. Se trata de una de las más
influyentes bandas de la actualidad del rock argentino.
Además, bandas locales de la talla de Flou, Salamandra, Steinkrug,
Revolber, Pipa para Tabaco, Nhandei Zha y Epsylon formarán parte del
cartel de hoy.
El show dará inicio a las 15:20 con la presentación
de Epsylon, seguida de Steinkrug a las 15:50, Pipa para Tabaco a las
16:30, Revolber a las 17:00, Nhandei Zha a las 18:00, Salamandra a las
18:30, Catupecu Machu a las 19:30, Flou a las 21:00 y, finalmente, Korn a
las 22:30.
Los portones se abrirán al público sobre la avenida Eusebio Ayala, a las 14:00.
Las
entradas continúan a la venta a través de la Red UTS con los siguientes
precios: 145.000 guaraníes en el sector Campo y 450.000 en el sector
Fest.
Fuente: ABC
Korn: algunas cosas nunca cambian
Por Jorge Coronel y Kike Sosa
Enérgico, puro, vital. El grupo estadounidense de metal dio un show
impactante ante miles de sus fans, cerrando la última fecha del Personal
Fest.
Energía durante una hora y media derrochó la banda de nü metal estadounidense Korn. / Claudio Ocampo, ABC Color
Los jóvenes de una década atrás estaban allí, prestos para ver a sus
ídolos de otros años. Los jóvenes de la actualidad también, para
descubrir de lo que le han hablado y lo que han ido escuchando también a
través del legado de la banda. Era la noche de Korn, que -junto a la
“superbanda” de figuras King of Chaos– era la figura más fuerte del
cartel.
La tercera y última fecha del Personal Fest concentró lo más destacado del metal y el rock nacional, junto con una emocionante y enérgica actuación del grupo argentino Catupecu Machu, en una jornada maratónica de diez horas en las que las demostraciones de euforia propias de un show de esa índole abundaron.
Pero
aún teniendo en cuenta el muy alto nivel de los artistas que vinieron
antes, las miles de personas que colmaron el Jockey Club el sábado
fueron por una razón principal: Korn. En el espacio de tiempo que siguió
al show de Flou, el último grupo antes de Korn, se podía percibir una
expectativa que crecía hasta la impaciencia, con fans pidiendo a gritos
por sus ídolos.
Hacia las 22:40, un grupo de fans seleccionado por
la organización apareció detrás de unas rejas ubicadas detrás del
escenario, como una jaula detrás de donde iban a estar los artistas.
Minutos después, la lumínica señalizó el inminente inicio del show con
grabaciones televisivas y sonidos de estática como fondo.
Entonces apareció el baterista Ray Luzier para hacer el preámbulo
rítmico del inicio del espectáculo, hasta que finalmente sus compañeros:
el vocalista Jonathan Davis, los guitarristas Brian Welch y James
“Munky” Shaffer, y el bajista Reginald Arvizu hicieron su aparición.
“¿Están listos?”, profirió Davis con una voz gutural y con una explosión de sonido comenzó el primer tema de la noche, “Blind”,
uno de los grandes éxitos del grupo cuya onda expansiva hizo saltar al
público y creó exacerbados “pogos” mientras la gente cantaba a todo
pulmón. Esa intensidad del espectáculo se mantuvo con “Twist”; esa energía que parecía contenida se liberó como si una represa hubiera cedido.
Siguió otro de los grandes éxitos de la banda, “Falling away from me”,
y de nuevo las voces de miles de fans se unieron a la de Davis y al
crudo e industrial sonido de los instrumentos de la banda. La música de
Korn parece creada explícitamente con el objetivo de hacer saltar a la
gente en sus shows en vivo. Cada minuto era aprovechado, como con
carácter de urgencia.
Davis siguió mostrando el rango de su peculiar voz con las más recientes “Love & meth” y “Narcissistic cannibal”, la última de la cuales introduce elementos de dubstep. Muy celebrada y coreada también fue “Dead bodies everywhere”,
y la respuesta era atronadora cuando Davis preguntaba en inglés:
“Asunción, ¿están listos para empezar la fiesta?”. Las respuestas
vendrían seguidas de gritos, pogos y más sacudidas.
Luego de “Coming undone” vino “Did my time”,
con Davis siempre camaleónico en el uso de su voz, capaz de pasar de
tonos crudos y guturales a una voz marcadamente nasal y a una más
neutral sin problemas.
Un breve pero memorable solo de gaita de parte de Davis abrió la canción “Shoots and ladders”, a la que siguió “Never never”. “¡La estamos pasando grandioso, muchas gracias!”, exclamó Davis. “¡Nos han mostrado el amor de Asunción!”.
Y ese amor se volvía a materializar en el público, esta vez explotando en pogos y saltos con “Here to stay”. “Es un placer haber venido hasta aquí a tocar para ustedes, es un honor”, comentó Davis. “¡Están jodidamente locos!”, aseguró.
La locura a la que hizo referencia se volvió a desatar con “Y'all want a single”,
cuyo coro fue acompañado con toda la fuerza de la que podían hacer gala
los fans al gritar las dos palabras inglesas de cuatro letras que la
canción les pedía en la letra.
Luego vino “Prey for me”, seguida de una sorpresiva e interesante versión del clásico de Pink Floyd “Another brick in the wall”;
por el escenario aparecía una bandera paraguaya cubierta de firmas
cuando el público vociferaba el coro de la famosa canción. Al final de
la misma, Davis cantó una despedida y abandonó junto a sus compañeros.
Pocos minutos pasaron para que el grupo regrese con la canción “Get up” -de nuevo con un poco de dubstep-, seguida de su clásico “Got the life”, y de nuevo la escena de miles de personas saltando y coreando volvió a repetirse.
El espectáculo de Korn se cerró igual que como se abrió, con miles de
personas saltando con fuerza, gritando a todo pulmón la letra de “Freak on a leash”. “¡Son increíbles!”, sentenció el vocalista.
Todo
había acabado. Pero allí seguían, firmes, los viejos adolescentes del
año 2000 que acudieron para volver el tiempo atrás por una hora y media y
comprobar que todavía hay Korn para rato.
Fuente: ABC
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