domingo, 20 de octubre de 2013

Los aché incluyen cultivo ecológico de yerba mate como rubro de renta



El grupo indígena cumple este domingo 38 años de trabajo organizado y es un ejemplo de progreso con la incorporación de rubros diversos de cultivo mecanizado para el consumo y la comercialización.



Los aché incluyen cultivo ecológico de yerba mate como rubro de renta
Trabajo. El tractor acarrea la caña dulce recién cortada como parte de las tareas diarias. | Foto: Édgar Medina.

 
Por Édgar Medina


NARANJAL


Los nativos aché del distrito de Naranjal, incluyen desde este año el cultivo de la yerba mate como parte de la economía sustentable. Ya cultivaron 6 de las 40 hectáreas previstas, en un área boscosa, en la que a través de picadas van colocando los plantines.

La comunidad indígena está asentada en unas 850 hectáreas en la localidad de Puerto Barra, distrito de Naranjal, distante a unos 120 kilómetros al sur de Ciudad del Este, en el Alto Paraná. De la totalidad de tierras, unas 250 hectáreas son empleadas para el cultivo mecanizado y de productos para el consumo.

Pero, con la inclusión de la yerba mate ahora pasarán a emplear unas 40 hectáreas más para el cultivo, pero con la diferencia de que el bosque no será objeto de tala, ya que los plantines son cultivados en picadas abiertas y una vez crecida, la yerba pasará a formar parte del bosque.

En dos años los nativos ya pretenden realizar la primera cosecha, a ser comercializada a través de una cooperativa indígena directamente al exterior o caso contrario, a una empresa productora de yerba mate de Itapúa, que es la más cercana a la comunidad.

Los nativos optaron por la yerba mate debido a que actualmente existe mayor demanda del producto, por lo que de acuerdo a la percepción es un rubro rentable al ciento por ciento y ayudará a la economía comunal.

ANIVERSARIO. Los aché celebran hoy sus 38 años de trabajo como organización en Puerto Barra. Se prevé la realización de un acto con invitados especiales. Esta comunidad se inició como una agrupación de nativos que lograron escapar o fueron salvados de los yerbales del Alto Paraná, donde eran mantenidos como esclavos o directamente muertos.

Ahora, la comunidad se dedica al cultivo de soja y maíz en mayor escala, ya que emplean unas 200 hectáreas de tierras mecanizadas para el efecto.

Sin embargo, también se dedican a la producción de mandioca, poroto y otros rubros para el consumo.

Pero la economía también se sustenta con la producción diaria de unos 70 litros de leche, queso y la cría porcina. La apicultura y la piscicultura completan la variedad productiva que llevan adelante en la comunidad.

Para el mantenimiento de la producción existen capataces designados en cada rubro, mientras tanto, los niños se dedican a estudiar en la escuela y colegio ubicados en el mismo centro comunitario del lugar.

Seguridad. Como parte de la disciplina, la comunidad mantiene un grupo de 10 personas adultas como encargados de la seguridad. Estos son los que envían a los niños a sus casas a dormir, cuando el reloj marca las 21.00, ya que deben todos deben descansar para ir a clases al día siguiente.
 
 
Fuente: ultimahora

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