JORGE MOLINA, DEL LABORATORIO DE MECÁNICA Y ENERGÍA DE LA FIUNA
El estudio permitirá un conocimiento más amplio sobre cómo evolucionó el universo después del Big Bang
17/04/2013
Avance 1:
“El fin del experimento es encontrar la materia oscura, lo que es muy importante porque nos daría un conocimiento más amplio sobre cómo evolucionó el universo después del Big Bang”.
Avance 2:
“El problema en Paraguay es la falta de infraestructura para soportar a la investigación, aparte de la burocracia necesaria para realizar cualquier tipo de gestión por parte del Estado”.
“La búsqueda de la materia oscura es un trabajo que estamos desarrollando con el Laboratorio de Fermilab”, expresó el doctor Jorge Molina, director del Laboratorio de Mecánica y Energía de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción (FIUNA). El científico trabajó en Canadá en la investigación. El trabajo, además de sus resultados para la física, permitirá en paralelo el desarrollo de nuevas tecnologías para diversos campos.
– ¿En qué etapa está la investigación sobre la materia oscura?
– Actualmente la materia oscura está considerada como uno de los desafíos más importantes de la física actual, es por esto que cada vez se están creando más experimentos para tratar de detectar a este tipo de partículas, que, se sabe, deben existir en el universo. Como no se sabe como está compuesta la materia oscura (si es que es una familia de partículas o una sola), entonces se diseñan distintos tipos de detectores, cada uno con una tecnología diferente.
Desde la Facultad de Ingeniería de la UNA somos parte de un experimento para intentar detectar la materia oscura a través de CCDs (como los que se usan en las cámaras fotográficas, solo que más gruesa para tener mayor masa). Este experimento se denomina DAMIC (DArk matter in CCDs) que se encuentra en su tercera etapa, la cual consiste en tomar datos en el laboratorio de SNOLAB localizado en la mina Craighton en Canadá a 2.000 metros bajo tierra (es necesario ir a estos lugares profundos para evitar que las partículas provenientes de los rayos cósmicos interfieran con los datos).
– ¿Cuál es el aporte paraguayo?
– Yo llegué a Paraguay en el 2009 y a partir de esa fecha me dediqué a trabajar con las simulaciones necesarias para entender el funcionamiento del detector y también para poder tener una referencia sobre lo que deberíamos observar experimentalmente. También participé en el análisis de los datos obtenidos en las etapas anteriores del experimento, así como de los que están siendo obtenidos actualmente.
– ¿Qué aplicación puede darse a los resultados?
– El fin del experimento es el de encontrar la materia oscura, lo que es muy importante porque nos daría un conocimiento mucho más amplio sobre cómo evolucionó el universo después del Big Bang. Sin embargo, este resultado final solo se va a alcanzar después de realizar numerosos experimentos con distintas tecnologías, por lo que es importante resaltar que, si bien el resultado final no tiene una aplicación tangible, el camino para llegar a ella empuja a la tecnología a superarse a sí misma. En nuestro caso, esta experiencia sirve para el desarrollo de los detectores de CCD que bien pueden ser usados en la industria y en otras aplicaciones.
Desde que comenzó el proyecto, en el 2008, ya se han encontrado dos posibles aplicaciones de estos detectores, que serían para la medición de un proceso nunca observado –llamado de Neutrino Coherent Scattering o Colisiones coherentes de neutrinos– que son generados en un reactor nuclear. Este proceso sería para saber si un reactor está en funcionamiento, lo que permitiría regular el funcionamiento del mismo. La otra aplicación se basa en la detección de neutrones, lo que permitiría usarlos como un generador de imágenes a fin de “ver” objetos con mucha resolución que estén dentro de una caja sin tener que abrirla (por ejemplo, para detectar qué existe dentro de un contenedor en los puertos).
– ¿Este trabajo puede impulsar la investigación en el país?
– Claro que sí, con este experimento de primera línea podemos demostrar que somos capaces de trabajar en colaboraciones internacionales. Si bien actualmente lo hacemos a distancia (a través de simulaciones y análisis de datos), tenemos las puertas abiertas para enviar estudiantes y profesionales para trabajar en los distintos aspectos que hacen a una investigación de última generación (en este sentido los ingenieros electrónicos y los físicos tienen mucho trabajo para entender y mejorar el funcionamiento de los detectores).
El problema en Paraguay es la falta de infraestructura para soportar a la investigación, aparte de la burocracia necesaria para realizar cualquier tipo de gestión por parte del Estado. Tampoco existe una cultura de inversión por parte del sector privado para resolver sus problemas a través de las universidades del país, prefiriendo traer a profesionales del extranjero para realizar esas tareas.
Fuente: lanación
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