Por David González
david-gonzalez@uhora.com.py
Una variedad de soja de alto espectro se gesta en la Universidad Nacional de Asunción (UNA), por medio de la investigación de profesionales paraguayos. Este material, además de resistir a la sequía, también tendrá resistencia a un hongo (Macrophomina) que genera la pudrición del tallo, además de integrar características para un mejor desenvolvimiento en terrenos con elevado porcentaje de aluminio en el suelo, precisó Héctor Nakayama, investigador del Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas (Cemit), de la UNA.
El material tendrá tres características principales que lo convertirán en una herramienta para el productor.
Nakayama precisó que el proyecto inicial arrancó con la búsqueda de variedades de soja resistentes a la sequía. El proceso comenzó con la irradiación de las semillas, que posteriormente fueron multiplicadas en campos experimentales de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNA. Como tercer paso, se llevarían a cabo los ensayos de campo en el Chaco Central, hecho que no pudo ser consumado por las inundaciones registradas.
SEMILLAS. Si bien se perdió un año para conseguir una variedad resistente al estrés hídrico, este tiempo valió para incorporar otros segmentos de investigación, por medio de la instalación de un programa de biotecnología en el Cemit, que desarrollará los trabajos de búsqueda de variedades resistentes a la Macrophomina y a suelos con elevada cantidad de aluminio, utilizando el mismo sistema: mutación de semillas por medio de la irradiación.
david-gonzalez@uhora.com.py
Una variedad de soja de alto espectro se gesta en la Universidad Nacional de Asunción (UNA), por medio de la investigación de profesionales paraguayos. Este material, además de resistir a la sequía, también tendrá resistencia a un hongo (Macrophomina) que genera la pudrición del tallo, además de integrar características para un mejor desenvolvimiento en terrenos con elevado porcentaje de aluminio en el suelo, precisó Héctor Nakayama, investigador del Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas (Cemit), de la UNA.
El material tendrá tres características principales que lo convertirán en una herramienta para el productor.
Nakayama precisó que el proyecto inicial arrancó con la búsqueda de variedades de soja resistentes a la sequía. El proceso comenzó con la irradiación de las semillas, que posteriormente fueron multiplicadas en campos experimentales de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNA. Como tercer paso, se llevarían a cabo los ensayos de campo en el Chaco Central, hecho que no pudo ser consumado por las inundaciones registradas.
SEMILLAS. Si bien se perdió un año para conseguir una variedad resistente al estrés hídrico, este tiempo valió para incorporar otros segmentos de investigación, por medio de la instalación de un programa de biotecnología en el Cemit, que desarrollará los trabajos de búsqueda de variedades resistentes a la Macrophomina y a suelos con elevada cantidad de aluminio, utilizando el mismo sistema: mutación de semillas por medio de la irradiación.
Además, los trabajos de investigación se expandirán en otros campos experimentales de la Región Oriental, luego de un acuerdo con el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA).
Nakayama hizo hincapié en que esta variedad investigada no es transgénica, debido a que no introducen genes extraños en las semillas, sino desarrollan, por medio de la irradiación, que actúa en el ADN de la planta, un material completamente convencional mejorado por vía clásica.
Las tres características en la semilla serán analizadas, para lograr las primeras candidatas de semillas que tengan una estabilidad en su comportamiento. Este proceso se extendería 3 años, para luego iniciar las pruebas de campo, con el fin de medir los rendimientos y otros aspectos. La variedad se liberaría al mercado, en la zafra 2016/2017.
La sequía mermó 50% la producción de soja en la zafra 2011/2012 y la Macrophomina siempre representa una amenaza para la oleaginosa. Además, la tolerancia a terrenos con aluminio, permitirá sembrar soja en superficies no habituales para este rubro.
Las cifras
1.490 kilos por hectárea fue el rendimiento de la soja en la zafra 2011/2012, a causa de la sequía.
3 millones de hectáreas es la superficie destinada para la siembra de soja en Paraguay anualmente.
Nakayama hizo hincapié en que esta variedad investigada no es transgénica, debido a que no introducen genes extraños en las semillas, sino desarrollan, por medio de la irradiación, que actúa en el ADN de la planta, un material completamente convencional mejorado por vía clásica.
Las tres características en la semilla serán analizadas, para lograr las primeras candidatas de semillas que tengan una estabilidad en su comportamiento. Este proceso se extendería 3 años, para luego iniciar las pruebas de campo, con el fin de medir los rendimientos y otros aspectos. La variedad se liberaría al mercado, en la zafra 2016/2017.
La sequía mermó 50% la producción de soja en la zafra 2011/2012 y la Macrophomina siempre representa una amenaza para la oleaginosa. Además, la tolerancia a terrenos con aluminio, permitirá sembrar soja en superficies no habituales para este rubro.
Las cifras
1.490 kilos por hectárea fue el rendimiento de la soja en la zafra 2011/2012, a causa de la sequía.
3 millones de hectáreas es la superficie destinada para la siembra de soja en Paraguay anualmente.
Fuente:ultimahora
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