sábado, 28 de enero de 2012

Rusia muestra la luz al final del túnel a la industria cárnica local


La reapertura oficial de Rusia para la carne exportada desde dos frigoríficos locales, suspendidos en agosto del año pasado por un caso de salmonella, representa un balón de oxígeno para la industria de la carne.

 

Siguiendo con la tesitura de que el mercado ruso es y seguirá siendo el salvavidas de la industria cárnica local, el Gobierno de ese país comunicó ayer la reapertura de importaciones de carne de las empresas frigoríficas Frigochorti y Frigorífico Neuland, suspendidas a inicios de agosto del año pasado por el Servicio Veterinario Ruso, debido a la recepción de unos contenedores con carne contaminada por salmonella.


La noticia fue bien recibida por las firmas en cuestión y desde la semana que viene retomarán las negociaciones con los compradores del gigante euroasiático, según confirmaron Randi Ross y Friedert Dûck, gerentes de Frigochorti y Neuland, respectivamente.


El pasado 8 de agosto, el servicio ruso comunicó a su par paraguayo la suspensión de estos dos exportadores por haberse encontrado rastros de salmonella en contenedores enviados por las empresas paraguayas, pero 9 meses antes del informe, es decir, cargamentos que salieron entre octubre y noviembre del 2010. En ese mismo periodo se había dado también el sonado caso de suspensión de ingreso de carne del frigorífico CarpeDiem.


En todos los casos, desde el momento de la suspensión se habían dedicado a exportar a mercados alternativos como Angola, Kosovo y otros países del África y Asia, además de Chile, hasta setiembre de 2011, cuando el Gobierno paraguayo restringió los envíos de carne, tras el brote de aftosa.


Randi Ross, de Frigochorti, comentó que con esta rehabilitación de Rusia como destino para su producción, representará un incremento en sus trabajos de faena, que podría llegar a un 50 o 60 % de su capacidad.


Por su parte, Dûck explicó que Neuland no incrementará los trabajos, pero subrayó que Rusia es el único mercado grande abierto, por lo que se enfocarán en volver a contactar con sus anteriores compradores.


Luego de la primera declaración de la aftosa, desde mediados de setiembre y todo octubre no se efectuaron transacciones de venta, siendo retomadas recién en el penúltimo mes del año.


SIEMPRE RUSIA. Pese a no contar con la certificación de libre de aftosa con vacunación desde la detección de la enfermedad, Rusia volvió a comprar el producto paraguayo ni bien se alcanzó la liberación del tránsito por los países vecinos (dada en noviembre). No obstante, los compradores redujeron la cotización por tonelada, cayendo esta de USD 6.250 a USD 4.819.


Además del crecimiento del volumen de los envíos en diciembre, comparando con los meses precedentes, también hubo mayor ingreso de divisas. En el último mes del año, se produjo la mayor entrada de dólares por las exportaciones de carne a Rusia, unos USD 33,5 millones. Vale decir, con una mejor cotización, considerando la apreciación cambiaria.


MENUDENCIAS. Los directivos coincidieron en que la preocupación actual es el elevado stock de menudencias que existe en todos los depósitos de los frigoríficos, debido a la restricción de Argentina y Uruguay para embarcarlas, pese a que existen mercados abiertos para estos productos.


Ross expresó que esperan que las negociaciones del Senacsa con sus pares puedan significar la pronta apertura del tránsito, de manera a poder descongestionar la alta existencia en los depósitos, lo cual "se está convirtiendo en un problema".


BRASIL APROBÓ CONTROLES LOCALES


Los controles efectuados por el Senacsa a los frigoríficos exportadores del país habían pasado por un análisis de expertos brasileños, los cuales resultaron satisfactorios para el vecino país, comunicó el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento de Brasil.


Según el comunicado, las industrias cárnicas ofrecen las garantías necesarias de inocuidad y calidad de los productos procesados y enviados a los distintos destinos. Asimismo, aprobaron los procedimientos de trazabilidad desde el momento en que los animales llegan al frigorífico para ser faenados hasta todos los procesos finales por los que atraviesa la carne.


Las apreciaciones hacen referencia a la carne madurada, deshuesada. Actualmente, el mercado brasileño solo acepta la importación de carne bovina paraguaya procesada y sin hueso.


Las cifras
40 % de su capacidad están operando los frigoríficos, tras el cierre del mercado chileno y de la Unión Europea, efecto del brote de fiebre aftosa.


2 industrias cárnicas de propiedad cooperativa son las beneficiadas con la reapertura a su producción, cerrada en agosto del 2011.


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