martes, 29 de noviembre de 2011

Empresarios de la parcialidad indígena Aché cierran zafra agrícola con sendas ganancias

Agronegocios

David González
dgonzalez@5dias.com.py

Tras adoptar un sistema competitivo en la producción de granos, la comunidad Aché, de Puerto Barra, distrito de Naranjal, departamento de Alto Paraná, cierra una campaña agrícola con buenos ingresos que ayudarán para seguir el camino del desarrollo, sin obviar sus raíces y sus costumbres ancestrales.

Ingresos

Los nativos del este del país culminan exitosamente una zafra 2010/2011, con cerca de 300 mil dólares en ingresos económicos, de los cuales 173.955 dólares son ganancias netas, de acuerdo al punto de equilibrio registrado en la producción de maíz y soja de la última campaña agrícola.

Edoard Schaffarath, directivo de Paraguay Granos y asesor de la comunidad indígena, señaló que los indígenas sembraron 125 hectáreas de maíz y 95 hectáreas de soja.

Rendimientos

Agregó que los rendimientos promedios estuvieron en torno a los 6.000 kilos en maíz y 3.600 kilos para la soja, cifras envidiables para cualquier agroempresario. De acuerdo al planteamiento realizado, teniendo en cuenta, la cotización internacional y el costo de producción (compra de semillas, fertilizantes, herbicida, entre otros) de la presente zafra, se tiene como punto de equilibrio 3.200 kilos por hectárea en maíz y 2.300 kilos por hectárea en soja.

Maíz y soja

Es decir, que con 3.200 y 2.300 kilos de rindes promedios en maíz y soja, respectivamente, los nativos ya cubrirán sus costos de producción. Esto representa, que el rendimiento adicional registrado, se convierta en ingresos directos para los integrantes de la parcialidad.

Atención sanitaria

José Anegui, joven líder Aché, señaló que con este monto de ganancias, están previendo la mejor atención sanitaria de los integrantes de la comunidad, como así también el apoyo a los jóvenes que quieran estudiar en una carrera específica. Estos ingresos económicos que registra la comunidad, no es una simple casualidad o un toque de suerte. Se trata de un trabajo mancomunado, con el sector privado, que brinda asesoramiento técnico, de modo a que el trabajo desarrollado en la comunidad sea lo más eficiente posible, para que resulte rentable para los integrantes de la parcialidad Aché.

Competitividad

De esta forma, unas 155 personas, inmersas en 36 familias logran un cambio lento hacia la competitividad, sin dejar de lado la caza, la pesca y la convivencia en la selva, actividades que siguen desarrollándose para la formación de los nuevos valores, que representará en el futuro, el mantenimiento de la cultura Aché.

“Antes mi padre tardaba hasta 10 horas, para atrapar un mono, pero eso ya sabemos hacer, ahora tardamos 10 horas, sudando en el campo”, comentó.

Comercialización

Los indígenas entregan sus productos a la empresa Paraguay Granos, que es la encargada de llevar adelante la prestación de servicios en asistencia técnica en la comunidad. La misma empresa es la que compra todos los granos producidos en la comunidad, basándose sobre la cotización de los commodities al día de la entrega del producto, para la colocación de los precios de las materias primas, señaló Edoard Schaffarath, directivo de Paraguay Granos.

Compromisos

Los indígenas reciben todos los insumos para producir, pero deben pagarlos. En ningún momento se menciona siquiera la posibilidad de entrega gratuita de insumos, lo que representa que están trabajando con total normalidad, con relación a cualquier otra unidad productiva competitiva de granos.

“Sí, trabajamos de igual forma, así como lo hacemos con otras unidades productivas. Es serio el trabajo, tenemos un acuerdo con ellos, y lo estamos cumpliendoporque ellos comprenden el objetivo que tenemos”, resaltó.

Cotización

La cotización de los commodities del mercado internacional ayuda para generar un ingreso económico superior en las arcas de la comunidad indígena Aché, señaló Schaffarath. Expresó que los indígenas venían arrastrando deudas, a causa de sequías de años anteriores y que tras esta buena zafra podrán saldarlas.

José Anegui, líder indígena expresó que los ingresos que obtuvieron en la presente campaña agrícola serán reinvertidos en compra de maquinarias y la educación de los jóvenes de la comunidad indígena.

Capacitación

El líder Aché entiende que la única alternativa para conseguir el desarrollo rural de las comunidades indígenas es la capacitación, por ende, invierten en el estudio de sus jóvenes en enfermería, docencia. Administración agraria, entre otras carreras. No sólo han conseguido un modelo digno de desarrollo económico sino han desarrollado además, por medio, de la alianza con el sector privado, un comportamiento modelo, teniendo en cuenta que dentro de la sociedad Aché, de Puerto Barra, nadie fuma tabaco y toma bebidas alcohólicas, marcando diferencia con relación a otras comunidades.

PUNTOS DE VISTA

Somos empresarios
José Anegui, líder Aché.

Nosotros no somos caciques, somos empresarios agrícolas, que trabajamos para desarrollar nuestra comunidad. Muchos nos ven como parte de la naturaleza, pero no, nosotros queremos seguir cosechando éxitos, para el bienestar de las familias Aché. Mantenemos nuestra cultura, pero trabajamos al igual que los demás.


Mostramos el camino
Bjarne Rolf Fostervold, pastor.

Es un trabajo que habíamos iniciado hace mucho, donde hemos enseñado el camino para que esta gente humilde pueda integrarse a la
comunidad que vive afuera y que ellos son como uno más de la sociedad. Hoy estamos hablando de un modelo exitoso, pero refleja el trabajo y el empeño de nuestros hermanos indígenas.

EXPERIENCIA MODELO

Debido a la buena experiencia desarrollada, el proyecto está siendo ampliado a otras comunidades indígenas, tras verse los resultados. El cambio principal se inicia en la mentalidad de los nativos, comentó Edoard Schaffarath, por ende, existen cada vez más desafíos en el futuro.

A su vez, Bjarne Rolf Fostervold, el pastor que acompaña el desarrollo de la comunidad indígena, señaló que es un proceso largo, en la que se busca que el indígena comprenda la realidad que se experimenta fuera de la comunidad. "Tardamos mucho tiempo en el proceso de cambio, pero vale la pena, porque logramos que se inserten a la sociedad actual, sin que dejen de lado sus cultura, es decir, trabajan en el campo, sembrando soja, maíz, mandioca y ganadería menor" Como objetivo futuro a corto plazo, la comunidad indígena, apuesta a la siembra de maíz de entrezafra (zafriñha), en una superficie de 200 hectáreas, cuyos rindes apuntan a 5000 kilos por hectárea, que representarán fácilmente 200 mil dólares de ingresos para la comunidad, de los cuales más del 50%, aproximadamente, significará ganancias directas para la parcialidad.

José Anegui, estudiante de administración, ya fue invitado en varios congresos internacionales, para exponer sobre la experiencia de la comuinidad Aché. El líder Aché tiene una preparación académica, que fue desarrollada en la propia comunidad, por medio de profesores indígenas, que actualmente siguen su tarea de trasmitir conocimientos a los más jóvenes.

PUNTOS DE VISTA
Edoard Schaffarath, Py Granos.

"Ellos respetan nuestro trabajo y nosotros respetamos sus costumbres, porque en medio de todo, siguen con su cultura, pero desarrollando un sistema de producción agrícola competitivo".

Héctor Cristaldo, UGP.

"Solo hemos mostrado el camino y lo demás ellos llevaron adelante, con esfuerzo, con dedicación, por eso lograron buenos resultados en la presente zafra y solo queda apoyar a la gente que trabaja".

GANADO MENOR

La Granja San Bernardo, reconocida por su trabajo en el desarrollo genético de cerdos y ovejas, está realizando una transferencia de tecnología en razas porcinas, en la comunidad indígena, para que los animales criados por los nativos Aché tengan mayor calidad y reúnan todos los requisitos que demanda el mercado actual, buscando ganar competitividad.

Igualmente tienen 40 vacas, pero esperan llegar a por lo menos 1000, en mediano plazo, según José Anegui. "Estamos trabajando con cerdos y vacas, estamos teniendo animales de buena raza, para que podamos producir en cantidad y calidad, porque el mercado es exigente". señala José Anegui. Otro desafío que enfrentan los nativos es la cría de peces. Actualmente poseen 7 estanques con 20 mil alevines, pero tras la cosecha de mayo, apuntan a unas 30 mil unidades de cría.

Los indígenas cumplen todo el ciclo de producción acuícola con tilapias, generando un ingreso adicional para la comunidad, que apunta a seguir mejorando su eficiencia en
este rubro menor. Además desarrollan rubros de autoconsumo, como la mandioca, maní, poroto, batata, entre otros. Anegui comentó que cada familia desarrolla su chacra propia., con el fin de producir el sustento diario.


Fuente: 5días


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